El debate sobre el mejor futbolista de todos los tiempos no es nuevo, pero en el último tiempo se convirtió en un divertido juego en redes sociales, donde figuras de distintos ámbitos comenzaron a compartir sus preferencias y defender sus elecciones. En este contexto, el diario The Sun decidió sumar a la discusión a una voz respetada en el Reino Unido: el príncipe William. Esto debido a que más allá de su rol como miembro de la familia real, el heredero al trono británico es un ferviente apasionado del fútbol.
El príncipe William, fiel hincha del Aston Villa y admirador del argentino Emiliano “Dibu” Martínez, no esquivó el debate que divide a los fanáticos del fútbol en todo el mundo: ¿Lionel Messi o Cristiano Ronaldo? En una charla distendida con su amigo y defensor del club británico, Tyrone Mings, el heredero al trono respondió una serie de preguntas sobre el deporte. Cuando le consultaron por su celebración de gol favorita, no dudó en señalar la icónica pose de Cristiano. Con humor, Mings fue más allá y le preguntó si alguna vez la había recreado en el jardín, a lo que William, entre risas, confesó: “¡Por supuesto! Y luego me lesiono los isquiotibiales”.
De todas formas, lo más llamativo llegó cuando tuvo que enfrentarse al tradicional duelo de elecciones entre figuras legendarias del fútbol. Al momento de elegir a un especialista en penales entre Zinedine Zidane y David Beckham, se inclinó por el exfutbolista inglés, hoy uno de los propietarios del Inter de Miami. Sin embargo, mostró mayor indecisión cuando tuvo que optar entre el histórico delantero brasilero Ronaldo y Lionel Messi, aunque finalmente se decidió por el astro argentino.
De inmediato, la pregunta que genera debates interminables en el mundo del fútbol no tardó en aparecer: “¿Cristiano Ronaldo o Messi?”. Sin dudar demasiado, el Príncipe de Gales dio su veredicto con una respuesta clara y contundente: “Tengo que ir con Messi, simplemente”.
La pasión del príncipe Williams por el fútbol
Cabe destacar que su pasión por el fútbol viene desde hace tiempo y se remonta a sus años como estudiante en el Eton College, la prestigiosa institución donde se forman los varones de la nobleza británica. “Sigo jugando al fútbol 11 cuando mi apretada agenda me lo permite”, comentó el heredero al trono, quien en más de una ocasión fue visto disfrutar del deporte junto a su hijo George. Una de esas oportunidades fue en Nochebuena, cuando compartió un partido con trabajadores de la finca Sandringham y habitantes del pueblo.
Además, su pasión por el Aston Villa nació en un partido de semifinales de la FA Cup contra el Bolton, un momento que marcó su fanatismo por el club de Birmingham. “Fue fantástico, me senté con todos los fanáticos con mi gorro rojo puesto, y lo pasamos genial”, recordó sobre aquella victoria por 4 a 1 que terminó de sellar su amor por los Villanos. A lo largo de los años, el príncipe se mostró como un seguidor fiel; eligió al equipo porque buscaba una experiencia futbolística llena de emociones y no quería seguir a los clubes más tradicionales.
Tal es su fanatismo que incluso llegó a considerar llamar a uno de sus hijos Jack, en honor a Jack Grealish, una de las figuras emblemáticas del club. “Insistiré para que el bebé se llame Jack o Jackie”, comentó en aquel momento, aunque finalmente el niño fue bautizado como Louis.