El príncipe Harry y Meghan Markle han reunido a amigos y familiares que se vieron obligados a evacuar sus hogares debido a los incendios que avanzan rápidamente en el sur de California, lo que ha forzado a más de 100.000 personas en Los Ángeles a abandonar la región.
Los duques de Sussex viven en Montecito, a unos 145 kilómetros al norte de la zona afectada, junto a sus hijos Archie y Lilibet. Este barrio, ubicado en Santa Bárbara, no necesitó ser evacuado.
La pareja también colabora por medio de la Fundación Archewell para identificar las mejores formas de ayudar. La organización apoya iniciativas de recuperación a corto y largo plazo, incluida la asistencia para la salud mental. Las donaciones realizadas a través de la fundación fueron destinadas a acciones de socorro, y se enviaron suministros esenciales, ropa y artículos infantiles a las víctimas.
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Harry y Meghan trabajan con World Central Kitchen, liderado por el chef José Andrés, socio de larga data de la fundación, para ampliar las acciones de ayuda. Ellos emitirán un comunicado en el sitio oficial, presentando recursos e invitando a los interesados a colaborar con organizaciones involucradas, como CAL FIRE, LA Fire Department Foundation, Baby2Baby, Animal Wellness Foundation y Airbnb.
Los incendios comenzaron el 7 de enero, afectando áreas como Pacific Palisades, Malibu, Pasadena y Altadena, donde el control de las llamas aún no ha comenzado. El sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, declaró en una conferencia que el número de víctimas sigue siendo desconocido, pero las brigadas enfrentan condiciones desafiantes en el combate al fuego.
