ROMA.- El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y número dos de la Santa Sede, habló este jueves sobre el resultado de las elecciones en Estados Unidos y le deseó al presidente electo, Donald Trump, “sabiduría” para superar la polarización que reina en su país.
Al margen de un evento en la Pontificia Universidad Gregoriana, ante preguntas de los periodistas sobre el resultado de las elecciones en la potencia occidental, Parolin, muy diplomático, no ocultó su escepticismo ante el anuncio del expresidente de que va a detener los conflictos que azotan al mundo. “Esperemos que realmente termine con las guerras. Ni siquiera él tiene una varita mágica, hace falta mucha humildad”, dijo.
“Al inicio de su mandato, le deseamos mucha sabiduría porque esta es la principal virtud de los gobernantes según la Biblia”, dijo el cardenal, que destacó que Trump -mandatario que siempre fue considerado una antítesis del papa Francisco-, “tiene que trabajar sobre todo para ser presidente de todo el país, para superar así la polarización que se ha producido, que se ha sentido de manera muy muy clara en este tiempo”, según reportó Vatican News, el portal del Vaticano.
Por otro lado, Parolin auguró de que Trump “pueda ser realmente un elemento de distensión y pacificación en los actuales conflictos que ensangrientan el mundo”.
Ante consultas sobre las guerras que Trump prometió detener, el cardenal fue cauto. “Esperemos, esperemos”, comentó. “Creo que ni siquiera él tiene una varita mágica”, agregó, al resaltar que para detener las guerras “hace falta mucha humildad, mucha voluntad, hace falta realmente buscar los intereses generales de la humanidad, en lugar de centrarse en intereses particulares. Eso espero”.
El presidente saliente, Joe Biden, católico que en una mesa que tiene detrás de su escritorio en el Salón Oval tiene una foto junto al papa Francisco, siempre fue considerado en el Vaticano un aliado. Había afinidades en cuanto a temas cruciales de la agenda internacional como racismo, migrantes, refugiados, multilateralismo y cambio climático.
Habrá que ver qué sucede ahora, al quedar atrás esa sintonía que el papa Francisco tenía con Biden, veterano político que conocía ya antes de su elección, que en 2020 se convirtió en el segundo católico en llegar a la Casa Blanca después de John Fitzgerald Kennedy. Un católico que siempre dejó claro que, si bien se oponía a nivel personal al aborto, consideraba que como legislador no podía imponer a los demás sus convicciones religiosas. Algo que le valió ser considerado por los sectores católicos ultraconservadores estadounidenses como un virtual “Satanás” que ni siquiera merecía recibir la comunión.