La salud va de la mano con la alimentación. A partir de este concepto claro y conciso, las personas buscan la forma de adaptarse según su necesidad. Uno de los suplementos más reconocidos –y recomendados- es el magnesio. Este mineral, que aparece en algunos alimentos, es indispensable para que el organismo esté sano y no sufra contratiempos.
En contrapartida, el azúcar, que está incluida en frutas y otros alimentos ultraprocesados, es un enemigo silencioso para el cuerpo. La ingesta, en grandes medidas, puede provocar enfermedades como la diabetes y diferentes trastornos que desestabilizan el organismo.
Uno de los consejos médicos con más aceptación es reemplazar la azúcar por alimentos que sean dulces, pero que, a su vez, tengan una gran carga de proteínas y minerales.
El caso de los dátiles encaja a la perfección. Ricos en hierro, potasio, magnesio y calcio, este fruto, originarios del Norte de África y Asia, es una excelente alternativa para reemplazar la azúcar.
Con una gran presencia de las vitaminas A, B y K, los dátiles son altamente nutritivos por su contenido antioxidante que ayuda a las personas a prevenir enfermedades y, por sobre todo, para fortalecer el sistema inmunológico.
Su dulzura natural lo convierte en un sustituto saludable del azúcar. Distintos científicos y nutricionistas de diferentes universidades del mundo aprueban esta afirmación. A su vez, como un pequeño apartado, habrá que tener en cuenta las cantidades que uno ingiere para no causar un efecto indeseado.
En cuanto a las cantidades recomendadas, se estima que entre cuatro o cinco dátiles por día son más que suficientes para cumplir con una dieta estricta de minerales y potasio. En caso de traspasar este límite, los problemas de salud como migrañas, caries, trastornos estomacales, entre otros, podrían afectar al organismo y, de esta forma, desbaratar el plan de consumo cuidado y saludable para relegar al azúcar.
Otros alimentos que pueden sustituir al azúcar
Además de los dátiles, otros alimentos que están al alcance de la mano de las personas son el boniato, la calabaza y el consumo de frutas frescas, las cuales no tienen azúcar añadida y se amoldan a los requerimientos anteriormente mencionados.
En el caso del boniato, esta verdura es indispensable para el acompañamiento de un plato principal. Su gusto dulce, sin azúcar agregado, lo catapulta como una de las opciones más viable para el reemplazo de la sacarosa.
En formato de verdura asada o hervida, el boniato no pierde jamás su consistencia y sabor, lo que la convierte en un aliado confiable para estos casos puntuales.
La calabaza, de color similar al boniato, también cumple con la misma función y hasta es más versátil al poder ser agregada en postres y otros platos que requieran una complejidad mucho más grande.
Completan la lista el consumo de frutas como la manzana, durazno y pelones; sumado a ellas, las mermeladas –no dulces- también recibieron el aval de los expertos para consumirlos, de manera consciente, de modo tal que no altere el plan inicial de ir retirando el azúcar de manera regular.