El 10 de febrero próximo, los cinco procesados por la muerte del ex cantante de One Direction Liam Payne y sus defensas enfrentarán a la Sala VI de la Cámara Criminal y Correccional para apelar sus situaciones. Entre ellos, estará Rogelio Nores, alias “Roger”, acusado de homicidio culposo. Junto a él, estará su nuevo abogado, Rafael Cúneo Libarona.
En las últimas semanas, Cúneo Libarona -hermano del ministro de Justicia de la Nación, responsable de la defensa que logró el sobreseimiento de los rugbiers Oscar Jégou y Hugo Araudou, acusados de violación- fue convocado por Nores para integrar su defensa, enfrentado a una querella del caso que representa a Bear, hijo de Liam, y a su madre, Cheryl Cole, a través del estudio Marval O’Farrell & Mairal.
El planteo de Cúneo Libarona se basa en una cuestión de responsabilidad objetiva. En su procesamiento, la jueza Laura Bruniard señaló a Nores como un “garante” de Liam en el país, en sintonía con lo planteado con el fiscal Andrés Madrea, que a través de pericias telefónicas y el testimonio de Geoff Payne, padre de Liam, había rodeado al cantante en sus últimos meses, en su tratamiento por el consumo de drogas, controlando sus gastos, hasta sus comunicaciones con su propio padre, en vista de, tal vez, un posible negocio pop.
Nores, en cambio, negó ser su manager en su presentación de la Justicia. A mediados de este mes, luego de que Infobae revelara los puntos más fuertes de la declaración de Geoff Payne contra Nores -producida a dos semanas de su muerte en octubre de 2024-, el empresario contraatacó con una demanda de difamación contra Payne padre, con un escrito de 263 páginas -adelantada por el periodista Tomás Mier en Rolling Stone- que menciona artículos y primicias del autor esta nota. Fue presentada, curiosamente, en Florida, donde Nores acompañó a Payne en su tratamiento antes de llegar a Argentina, y no en CABA, donde declaró el padre de Liam.
“La demanda que presentamos en Estados Unidos es para poner freno a un ataque innecesario y mendaz, mentiroso, donde buscan responsabilizar a una persona como mi cliente para no descubrir la realidad de quiénes son los responsables de Payne haya caído en las drogas desde muy joven. Mi cliente no es manager, no es enfermero, no es psicólogo, ni psiquiatra, ni se dedica a la recuperación de adictos. Es un simple amigo en la Argentina que lo ayuda en sus cuestiones comerciales”, asegura Cúneo Libarona a Infobae.
Entonces, todo, según el abogado, se trata de responsabilidad personal. Y aquí entra Cúneo Libarona.
El abogado -que también representa al empresario Francisco Sáenz Valiente, acusado de la muerte de la modelo Emmily Rodrigues en una fiesta de drogas en su piso de Retiro- pasó parte de su vida académica investigando la figura del delito culposo. Escribió un tomo de referencia, “Responsabilidad Penal del Empresario”, publicado por Editorial Astrea, así como una tesis al respecto en la Universidad Astral. En el tomo, Cúneo Libarona indaga en la posición del garante.
“Entonces, ingresamos también en la esfera de competencia de dominio de cada uno. Nosotros no somos todos responsables de sus actos. Cada uno tiene un rol, porque vivimos en una sociedad de roles. entonces él no era garante. Esa demanda que iniciamos en Estados Unidos es para poner las cosas en su lugar porque hoy en día es muy fácil declarar mal en contra de una persona”, continúa.
-Sin embargo, Nores acompañaba a Payne, controlaba sus gastos, le conseguía alojamiento, entre tantas otras cosas. Está en el expediente. Conocía su tratamiento psiquiátrico y el peligro de la interacción de la medicación con alcohol ¿Cuál es el nuevo eje de la defensa, entonces?
-El eje va a ser sacarle la posición de garante que le atribuyen a Nores. Existe una confusión muy grande entre la posición de garante de una persona y el deber jurídico que tenemos cada uno de nosotros como principio de autorresponsabilidad de cuidarnos.
-¿Se trata de la responsabilidad misma de Payne?
El cantante era una persona que ya venía con antecedentes complicados de drogas, recuperaciones, recaídas y conocía muy bien desde hace muchos años los efectos nocivos de la droga. Así todo siguió consumiendo, siguió consumiendo por voluntad propia, nadie lo obligó, nadie lo entregó, nadie lo coaccionó, nadie lo extorsionó para que consuma.