Entre los cerros de Lima, un barrio que pocos conocen se alza sobre el esfuerzo de sus pobladores. Medalla Milagrosa, como lo llaman, nació en una quebrada donde las familias llegaron con poco más que su determinación. Sin agua, sin luz y sin apoyo, cavaron la tierra para construir las bases de sus casas. “Aquí todo lo hicimos con nuestras manos”, relata uno de los primeros habitantes.
El canal de YouTube Greco registró la historia de esta comunidad, mostrando cómo sus pobladores lograron asentarse en una zona agreste. En un inicio, vivieron sin servicios básicos, rodeados de cerros, pero con los años han mejorado sus condiciones, aunque la precariedad sigue marcando su día a día.
Medalla Milagrosa: el barrio que nació de una quebrada
Antes de convertirse en un asentamiento, Medalla Milagrosa era solo una quebrada con terrenos irregulares y cerros a los lados. Sus primeros habitantes tuvieron que excavar durante meses para nivelar el suelo y así poder construir sus viviendas. Al principio, levantaron casas de esteras y cartón, pero con el tiempo, algunas familias lograron edificar con material más resistente.
Este barrio, situado en la avenida del Ejército, entre las cuadras 10 y 11, solía ser poco conocido por muchos limeños.
Antiguamente, la zona era conocida como “bajada”, un nombre que hacía referencia a la ruta utilizada por quienes se dirigían a la playa Marbella. Según un informe basado en datos de la Municipalidad de Magdalena del Mar, el lugar fue fundado en 1955 y en sus primeros años era frecuentado por pescadores y trabajadores de la zona. Con el tiempo, familias provenientes de Apurímac y Ayacucho llegaron en busca de una oportunidad para establecerse, transformándolo en un asentamiento más consolidado que, con los años, se extendió hasta los acantilados de la Costa Verde.
“Cuando llegamos, esto era pura tierra y piedras. No había caminos ni espacios planos. Cavamos con nuestras propias manos para poder vivir aquí”, cuenta un vecino en el video. Aunque hoy el barrio cuenta con algunas mejoras, muchas zonas aún carecen de infraestructura adecuada.
Casas levantadas con lo que tienen a la mano
Las primeras viviendas de Medalla Milagrosa se construyeron con lo que los vecinos podían conseguir: madera reciclada, calaminas, cartón y cualquier material reutilizable. Con los años, muchas casas han sido reemplazadas por construcciones de concreto, pero aún hay familias que viven en estructuras frágiles.
“Aquí todo se aprovecha. Si alguien donaba algo, lo usamos. Entre todos nos ayudábamos, explicó otro residente. Las calles del barrio siguen sin asfaltar, y durante la temporada de lluvias, los accesos se vuelven casi intransitables debido al lodo y los deslizamientos.
Al inicio, Medalla Milagrosa no contaba con agua potable ni electricidad. Con el tiempo, algunas familias lograron acceder a conexiones de luz, aunque los cortes de energía siguen siendo frecuentes y muchas instalaciones son informales. El agua potable sigue siendo un desafío: los vecinos dependen de camiones cisterna que venden el recurso a precios elevados.
Con el paso de los años, el barrio ha conseguido avances en infraestructura y hoy cuenta con servicios básicos como agua y electricidad. Sin embargo, persisten problemas como la falta de saneamiento adecuado y calles sin pavimentar, lo que dificulta el acceso y la movilidad dentro de la comunidad.
Medalla Milagrosa: un barrio en transformación y en medio de disputas
Medalla Milagrosa es un lugar que ha evolucionado con el tiempo, pasando de ser un asentamiento humilde a convertirse en un barrio con identidad propia dentro de Magdalena del Mar. Al cruzar su arco de entrada, se percibe un contraste con el resto del distrito: casas de hasta cuatro pisos, fachadas coloridas y una dinámica que refleja el esfuerzo de sus pobladores.
El crecimiento del barrio no solo se nota en su infraestructura, sino también en su actividad comercial. Tiendas, bodegas y autos estacionados en las calles son parte del día a día. Desde sus puntos más altos, la vista hacia la Costa Verde se vuelve más imponente, marcando el límite de este espacio que, pese a los cambios, mantiene su esencia de comunidad.
Aun así, la historia de Medalla Milagrosa también está ligada a un antiguo conflicto territorial. Por más de 50 años, los distritos de Magdalena del Mar y San Isidro han disputado el control de una zona de 42 manzanas, delimitada por las avenidas Salaverry, Juan Aliaga y Sánchez Carrión. Este desacuerdo ha generado enfrentamientos entre agentes de serenazgo de ambas municipalidades y confusión entre los vecinos sobre la jurisdicción real del área. Mientras el barrio sigue creciendo, la disputa territorial sigue sin resolverse del todo.
El ‘barrio hundido’ de Lima
La residencial Limatambo, ubicada en el distrito de Surquillo, enfrenta una grave amenaza: las viviendas están experimentando hundimientos. Al caminar por sus calles, se observa que muchas casas están inclinadas, con paredes agrietadas y veredas deterioradas.
Los habitantes del ‘barrio hundido’ de Lima explican que las casas se levantaron sobre una antigua cantera, que fue rellenada con materiales de construcción. Esto ha provocado que el terreno se vuelva inestable.