La muerte de David Lynch caló muy profundo en la comunidad artística de Hollywood y el mundo. Numerosos artistas de distintos rubros volcaron en sus redes sociales diferentes mensajes en homenaje al enorme director de El hombre elefante. Algunas de esas figuras solo conocieron al realizador a través de sus obras, pero otros tuvieron la suerte de trabajar bajo sus órdenes. Y ese es el caso de Laura Dern, que actuó para Lynch numerosas veces, y que compartió un mensaje muy especial dedicado al renombrado autor.
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La actriz trabajó en cuatro oportunidades para Lynch. Primero en el film Terciopelo azul, de 1986, una pieza que aun hoy se mantiene como uno de los picos más altos en la carrera del realizador. Luego protagonizó Corazón salvaje, en 1990, y en el 2006 actuó en Inland Empire. Por último, en 2017 tuvo una participación en la última temporada de Twin Peaks, uno de los ejercicios formales más extremos del autor.
Este 20 de enero, Lynch hubiera cumplido 79 años, y ante una fecha tan importante Laura Dern escribió: “Feliz cumpleaños, tidbit. Te amaré y te extrañaré cada día del resto de mi vida” (el uso de la palabra tidbit, es una expresión cariñosa con la que el director llamaba a la actriz, cuando la conoció con poco menos de veinte años, y la eligió para su film Terciopelo azul).
En los últimos días, quien también despidió con un mensaje muy emotivo al director fue Kyle MacLachlan, el intérprete a quien Lynch descubrió, y le otorgó importantes roles a lo largo de su obra. MacLachlan trabajó en Duna, luego en la mencionada Terciopelo Azul y también en Twin Peaks, convirtiéndose en el actor fetiche del director. En el extenso texto que redactó, el intérprete destacó: “Hace 42 años, él vio algo en mí que ni siquiera yo reconocí. Y le debo toda mi carrera, y de hecho mi vida, a su visión. Lo que yo vi en él fue a un hombre enigmático e intuitivo dueño de un océano creativo estallando en su interior”.
Más adelante, MacLachlan agregó: “David estaba en sintonía con el universo y con su propia imaginación a un nivel que parecía ser la mejor versión del ser humano. No estaba interesado en las respuestas porque comprendía que las preguntas eran el motor que nos hacían ser quienes somos. Y mientras el mundo perdió a un artista notable, yo perdí a un querido amigo que imaginó un futuro para mí y me permitió viajar hacia mundos que jamás hubiera podido concebir por mi cuenta”.
En el último tramo del texto, el actor concluyó: “Lo extrañaré más allá de aquello que los límites de mi lenguaje pueden expresar, y mi corazón puede soportar. Mi mundo es mucho más vasto gracias a que lo conocí, pero mucho más vacío ahora que él ha partido. David, para siempre seré tu Kale. Gracias por todo”.
El pasado jueves, el anuncio de la muerte de Lynch marcó un verdadero quiebre. “Con profundo pesar, nosotros, su familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y artista David Lynch. Agradeceríamos un poco de privacidad en este momento. Hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él decía: ‘Mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero’. Es un hermoso día con sol dorado y cielos azules a lo largo de todo el camino”, rezó el texto que informó la triste noticia.
“Damas y caballeros. Sí, tengo enfisema debido a mis muchos años de fumar”, escribió Lynch oportunamente cuando se refirió a su salud, pocos meses atrás. Y en ese escrito agregó: “Debo decir que disfruté mucho de fumar y me encanta el tabaco: su olor, encender cigarrillos, fumarlos, pero este placer tiene un precio, y para mí el precio es el enfisema”, culminó.