Una maestra y sus estudiantes en una escuela de Guayaquil en Ecuador. (Foto: Jorge Guzmán/ El Universo).

El Ministerio de Educación presentó en Guayaquil el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia en el Contexto Educativo, una estrategia que busca fortalecer la prevención, protección y restitución de derechos de los estudiantes frente a diversas formas de violencia. La iniciativa responde a un diagnóstico realizado en 28 cantones del país, incluyendo la provincia de Galápagos, con el apoyo de Unicef. Los resultados revelaron altos índices de violencia física, psicológica, sexual, ciberacoso y discriminación racial en el entorno escolar, con efectos nocivos como depresión, deserción y problemas de socialización, según el Ministerio de Educación.

El plan surge como respuesta a la creciente preocupación por la seguridad de los estudiantes y la necesidad de transformar las escuelas en espacios de aprendizaje libres de violencia. Según el Ministerio, este documento se construyó con la participación de docentes, familias, autoridades educativas y representantes de instituciones de salud, protección y seguridad.

El estudio diagnóstico que fundamentó la creación de este plan identificó la violencia psicológica como la más común en las instituciones educativas, manifestándose a través de insultos, exclusión social y amenazas. También se registraron casos de violencia física y sexual, que en muchos casos permanecen ocultos por el miedo de las víctimas a denunciar. Asimismo, el ciberacoso ha aumentado de manera preocupante, afectando especialmente a adolescentes que son hostigados a través de redes sociales y plataformas digitales. La violencia racial también fue un factor identificado, con estudiantes de comunidades indígenas y afroecuatorianas señalando experiencias de discriminación por parte de sus pares y, en algunos casos, del personal docente.

FOTO DE ARCHIVO. El plan busca proteger los derechos de los niños y niñas en las aulas. REUTERS/Santiago Arcos

Con base en estos hallazgos, el Plan Nacional establece estrategias para la prevención, detección, atención y reparación de la violencia en las aulas. Entre las principales acciones, se contempla la capacitación de docentes y personal educativo en protocolos de actuación ante situaciones de violencia, la mejora de la articulación entre el Ministerio de Educación y otras entidades como la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos y los Consejos para la Igualdad. También se promoverán campañas de concienciación dirigidas a la comunidad educativa y a las familias.

Uno de los puntos clave del plan es la implementación de mecanismos de denuncia accesibles y seguros para los estudiantes. Según el Ministerio de Educación, muchas víctimas de violencia escolar no reportan los casos por miedo a represalias o por la falta de confianza en las instituciones. Para abordar esta problemática, se fortalecerán los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) y se trabajará en la creación de rutas de atención claras y efectivas. “Queremos garantizar que ningún estudiante se sienta solo o sin apoyo ante una situación de violencia”, afirmó un representante del Ministerio.

En el caso de las Islas Galápagos, el Ministerio definió estrategias específicas considerando las características particulares del territorio. Entre estas, se reforzarán las acciones de sensibilización en comunidades más pequeñas y se promoverá un enfoque intercultural en la prevención de la violencia escolar.

La portada del Plan Nacional lanzado por el Ministerio de Educación.

El lanzamiento del plan también se enmarca dentro de una política de “cero tolerancia a la violencia” que el Ministerio de Educación ha impulsado en los últimos años. No obstante, su implementación efectiva dependerá de la cooperación entre las distintas entidades involucradas y del compromiso de la comunidad educativa. Especialistas en derechos de la infancia han señalado que si bien este tipo de iniciativas son positivas, su éxito radica en la aplicación efectiva de los protocolos establecidos.

El plan también hace un llamado a las familias a involucrarse activamente en la prevención de la violencia en las aulas. La corresponsabilidad entre el hogar y la escuela es un factor determinante en la construcción de ambientes seguros para los niños y adolescentes. En este sentido, el Ministerio de Educación planea realizar campañas dirigidas a padres y representantes, orientadas a promover el diálogo, el respeto y la resolución pacífica de conflictos.

A nivel internacional, Ecuador sigue los pasos de otros países que han implementado estrategias similares para enfrentar la violencia escolar. Organismos como Unicef y la Unesco han alertado sobre el impacto negativo que la violencia en las aulas tiene en el desarrollo académico y emocional de los estudiantes. Según datos de la Unesco, el acoso escolar afecta a uno de cada tres estudiantes en el mundo.