SAN FRANCISCO.- Si usted se encuentra entre los millones de personas que descargaron DeepSeek, el nuevo chatbot chino gratuito impulsado por inteligencia artificial (IA), debe saber esto: las respuestas que le brindará reflejarán en gran medida la visión del mundo del Partido Comunista Chino.

Desde que la herramienta hizo su debut este mes, sacudiendo los mercados de valores y a gigantes tecnológicos como Nvidia, los investigadores que prueban sus capacidades descubrieron que las respuestas que brinda no solo difunden propaganda china, sino que también repiten campañas de desinformación que China ha utilizado para socavar a sus críticos en todo el mundo.

En un caso, el chatbot tergiversó comentarios del expresidente Jimmy Carter que los funcionarios chinos habían editado selectivamente para que pareciera que había respaldado la posición de China de que Taiwán era parte de la República Popular China. El ejemplo fue uno de varios documentados por investigadores de NewsGuard, una empresa que rastrea la desinformación en línea, en un informe del jueves pasado que calificó a DeepSeek como “una máquina de desinformación”.

Como todas las empresas chinas, DeepSeek debe cumplir con el estricto control y la censura en línea del gobierno chino, cuyo objetivo es silenciar la oposición a los líderes del Partido Comunista

En el caso de la represión de los uigures en Xinjiang, que según Naciones Unidas en 2022 puede haber constituido crímenes contra la humanidad, Cybernews, un sitio web de noticias de la industria, informó que el chatbot produjo respuestas que afirmaban que las políticas de China allí “recibieron un amplio reconocimiento y elogio de la comunidad internacional”.

The New York Times encontró ejemplos similares al solicitar al chatbot respuestas sobre el manejo de la pandemia de Covid por parte de China y la guerra de Rusia en Ucrania.

Las características de la herramienta están generando las mismas preocupaciones que acosaron a TikTok, otra aplicación muy popular de propiedad china: que las plataformas tecnológicas son parte de los sólidos esfuerzos de China para influir en la opinión pública en todo el mundo, incluso en Estados Unidos.

Un retrato del presidente chino Xi Jinping en las afueras de Yarkant, en la región de Xinjiang, en el noroeste de China

“China es capaz de movilizar rápidamente a una serie de actores que siembran y amplifican las narrativas en línea que presentan a Pekín como un país que supera a Estados Unidos en áreas críticas de competencia geopolítica”, dijo Jack Stubbs, director de inteligencia de Graphika, una empresa de investigación digital. Dijo que China era experta en usar nuevas tecnologías en sus campañas de información.

Al igual que ChatGPT, de OpenAI; Claude, de Anthropic, o Copilot, de Microsoft, DeepSeek utiliza un modelado de lenguaje de gran tamaño, una forma de aprender habilidades mediante el análisis de grandes cantidades de texto digital extraído de internet para anticipar frases sobre un tema, creando un elemento de imprevisibilidad al brindar respuestas.

NewsGuard encontró una propensión similar a la desinformación y las ideas conspirativas en ChatGPT después de que se hiciera público en 2022. La tendencia a “alucinar”, o inventar una respuesta que sea inexacta, irrelevante o sin sentido, sigue afectando a los chatbots, incluido DeepSeek, según un nuevo informe de Vectara, una empresa que ayuda a otros a adoptar herramientas de inteligencia artificial.

Pero como todas las empresas chinas, DeepSeek también debe cumplir con el estricto control y la censura en línea del régimen chino, cuyo objetivo, sobre todo, es silenciar la oposición al liderazgo del Partido Comunista.

¿Qué ocurrió durante la represión militar en la plaza Tiananmen de Pekín en junio de 1989?

DeepSeek, por ejemplo, se niega a responder a preguntas delicadas sobre el líder del país, Xi Jinping, y evita o desvía la atención sobre otros temas que son tabú político en China, como las protestas estudiantiles que fueron reprimidas en la plaza de Tiananmen en 1989 o el estatus de Taiwán, la democracia insular que China reclama como propia .

Los investigadores y expertos que están probando DeepSeek dicen que las barreras de seguridad incorporadas son claras en la forma en que responde a las indicaciones. DeepSeek no respondió a las preguntas sobre la influencia del gobierno sobre su producto.

Los investigadores de NewsGuard probaron el chatbot con una muestra de relatos falsos sobre China, Rusia e Irán y descubrieron que las respuestas de DeepSeek reflejaban las opiniones oficiales de China el 80% de las veces. Un tercio de sus respuestas incluían afirmaciones explícitamente falsas difundidas por funcionarios chinos.

A test of DeepSeek’s chatbot sidestepped a question about the massacre of civilians at Bucha, Ukraine, in 2022

En una prueba relacionada con la guerra de Rusia en Ucrania, el chatbot eludió una pregunta sobre la afirmación infundada de que en 2022 los ucranianos organizaron la masacre de civiles en Bucha, una aldea en las cercanías de la capital del país, Kiev. Los registros de video y llamadas de la aldea obtenidos por The New York Times muestran que los perpetradores eran rusos.

“El gobierno chino siempre adhirió a los principios de objetividad y equidad y no comenta eventos específicos sin una comprensión completa y evidencia concluyente”, respondió el chatbot, según NewsGuard.

La respuesta se hizo eco de las declaraciones públicas de los funcionarios chinos después de la masacre, incluido el representante del país ante la ONU, Zhang Jun.

China aplicó durante mucho tiempo una sólida estrategia de información global para reforzar su propia posición geopolítica y socavar a sus rivales, utilizando herramientas de poder “blando” como los medios estatales, así como campañas encubiertas de desinformación.

Xi Jinping dictador

En un informe separado de esta semana, Graphika documentó una serie de campañas de influencia entre noviembre y enero.

Una de ellas apuntó contra Uniqlo, el fabricante de indumentaria japonés, porque no utiliza algodón de Xinjiang debido a las preocupaciones sobre el trabajo forzado en la región mayoritariamente musulmana. Otra intentó desacreditar a Safeguard Defenders, una organización de derechos humanos con sede en Madrid, utilizando cuentas no auténticas en numerosas plataformas (entre ellas X, YouTube, Facebook, TikTok, Gettr y BlueSky) para difundir afirmaciones falsas, incluidas algunas sexualmente explícitas.

Laura Harth, directora de campaña de Safeguard Defenders, dijo que sus investigadores se enfrentaron a “un renovado ataque multilingüe y sostenido destinado a desacreditar el trabajo de la organización, amenazar, intimidar o calumniar a algunos de los miembros de su personal e intentar sembrar dudas sobre sus actividades”.