Los osos pandas eran considerados animales en peligro de extinción por lo que su cautiverio es pieza fundamental para su conservación sin embargo, no es una tarea fácil y no tan positiva (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los pandas gigantes son animales que se encuentran en estado vulnerable por lo que en muchos países se busca su preservación y reproducción de los ejemplares, pues más allá de llamar la atención, son una de las principales especies provenientes de China.

Su conservación fuera del país de origen, es complicada pues se trata de animales delicados que necesitan estar en constante observación por los cambios geográficos y las costumbres que adquieren en los centros de cautiverio.

Algunos retos para la conservación de pandas fueron estudiados en el Reino Unido, en el que obtuvieron descubrimientos desalentadores y otros que abren una luz de esperanza para hacer que el cautiverio sea positivo para el ejemplar.

Los pandas de los zoológicos son menos activos

Algunos de los ejemplares demostraron pasar mucho tiempo en un estado de letargo y algunos otros presentan actividad al menos unas tres veces al día lo que es una señal positiva (REUTERS/Mario Anzuoni)

Kristine Gandia, estudiante de doctorado de la Universidad de Stirling, junto con su equipo se dedicaron a observar 11 osos de cinco zoológicos del Reino Unido por medio de “cámaras panda”, para conocer cómo era su vida en cautiverio.

Gandia explicó para National Geographic que “Básicamente, intentamos captar todo el repertorio de comportamientos del panda. Hubo mucho dormir y mucho comer bambú”.

Algo que llamó la atención fue que los pandas experimentaban letargo y eran propensos a conductas anormales cuando se encontraban en latitudes similares a las de su hábitat natural.

Mientras que otros tuvieron tres periodos de máxima actividad física, algo similar como actúan en la naturaleza “Fue sorprendente y agradable que este patrón se observara en todos los zoos, independientemente de la latitud en la que se encontraran” señaló Hannah Buchanan-Smith, coautora del estudio.

La explicación del comportamiento sedentario es por el cautiverio, según Buchanan-Smith “en cautividad son menos activos que sus congéneres salvajes, lo que puede repercutir negativamente en su salud a corto y largo plazo, afectando a la fuerza muscular, la densidad ósea, la salud cardiovascular y el gasto energético”

Gandia ha mencionado que al publicarse el estudio en la revista científica Frontiers in Psychology y mantener el anonimato de los Zoológicos, es posible que más sedes se vean dispuestas a participar en más estudios.

El cautiverio de los pandas y sus comportamientos

Los zoológicos tratan de mejorar sus políticas con respecto al cuidado de los osos sin embargo, es complicado que regresen a su hábitat natural o tengan comportamientos que normalmente tienen en la naturaleza (REUTERS/Tyrone Siu)

Los pandas son animales diurnos y con ritmos circadianos, pero también actúan de formas diferentes dependiendo de la estación en la que se encuentren.

Mientras realizaba la investigación, Gandia descubrió un comportamiento anormal en los pandas cautivos en latitudes desiguales y que de alguna forma iban relacionados con su actividad sexual.

“Uno de los comportamientos sexuales más divertidos de los pandas es hacer el pino”, afirmó para National Geographic. “Los machos hacen el pino y orinan. Es una forma de competir con otros machos”.

En el cautiverio, los pandas tratan de tener comportamientos similares a los que tendrían en la naturaleza, incluyendo el que intenten migrar aunque no puedan hacerlo.

Otro de los factores que influyen en su energía es la temperatura exterior al zoológico, pues según el estudio aquellos pandas que viven en ambientes cálidos y con menos luz parecían más letárgicos.

Los zoológicos son sitios que se consideran de conservación, concientización y educación sobre las especies, sin embargo no siempre cumplen con las necesidades que requieren los animales.

Según Marc Bekoff, catedrático de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Colorado, aseguró para National Geographic que “Los pandas no deberían mantenerse y criarse en zoológicos y esta investigación ofrece otro ejemplo de por qué. Pues por mucho que lo intenten, nunca podrán ofrecerles lo que es normal para su especie. Los pandas cautivos no son ‘embajadores’ de sus parientes salvajes”.

Hasta el momento National Geographic afirma que hay más de 600 pandas en cautiverio en todo el mundo, la mayoría se encuentran en programas de cautividad pero estos no han tenido la respuesta deseada en cuanto se busca la reintroducción de los animales a su hábitat natural.