Unas barritas con semillas de amaranto (Adobe Stock).

Las semillas de lino, chía y sésamo son las más conocidas a nivel español, pero existen otras que poco a poco van ganando terreno gracias a sus espectaculares valores nutricionales. Un claro ejemplo de ello es el amaranto, un pseudocereal que es uno de los cultivos más antiguos del mundo. De hecho, se han encontrado plantaciones que se remontan a hace al menos 4.000 años.

Pero ¿cuáles son los beneficios de estas semillas? Según una revisión de estudios científicos realizada por los investigadores Neelesh Kumar Maurya y Dr. Pratibha Arya (Amaranthus grain nutritional benefits: A review), este grano, ofrece una cantidad de proteínas superior a la de los cereales tradicionales. La investigación, publicada en enero de 2018, concluye que el amaranto podría ayudar a reducir los niveles de colesterol malo, ejercer una actividad antitumoral, disminuir los niveles de glucosa en sangre y tratar la anemia, entre otros beneficios.

El amaranto, utilizado históricamente por civilizaciones como los incas, mayas y aztecas, ha ganado interés en las últimas décadas gracias a su elevado valor nutricional y a su potencial agronómico destacado por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos en los años 80. Este grano ha sido objeto de diversas investigaciones que resaltan sus propiedades dietéticas y medicinales, lo que ha llevado a su cultivo y consumo en países como India, Nepal, China e Indonesia, así como en toda Centroamérica y partes de África.

Grasas buenas y más proteínas que otros cereales

El valor nutricional del amaranto es notable, ya que no solo presenta un contenido proteico elevado, sino que también ofrece grasas ricas en ácidos grasos insaturados, importantes para nuestra nutrición. En comparación con el contenido de proteínas de otros cereales, el grano de amaranto contiene lisina, un aminoácido esencial en el que muchos cereales son deficitarios. Además, la grasa del amaranto es principalmente insaturada y alta en ácido linoleico, fundamental para la dieta humana.

El impacto potencial del amaranto en la salud se debe a la combinación de sus componentes beneficiosos. Entre los factores que contribuyen a la disminución de los niveles de colesterol, se sugiere su contenido en ácidos grasos insaturados y fibra soluble, así como la presencia de fitoquímicos como los tocotrienoles y los fitosteroles.

En su potencial como antitumoral, diversos estudios han investigado el impacto de las lectinas del amaranto en el crecimiento de células malignas, sugiriendo que podría tener un papel en la inhibición de tumores. Además, el grano de amaranto ha demostrado poseer actividad antioxidante, lo que podría ser valioso para contrarrestar el daño oxidativo en las células del cuerpo.

Los hallazgos actuales sobre el amaranto se centran principalmente en estudios realizados en animales, llamando a la atención futura hacia estudios epidemiológicos que consoliden los entendimientos sobre sus efectos en la salud humana. Así, su potencial como alimento funcional y sus numerosos beneficios para la salud podrían hacerlo esencial en dietas que prioricen una alta densidad nutricional.

Los beneficios del Amaranto

Semillas de Amaranto (Adobe Stock).

Presentamos a continuación en detalle los principales beneficios para la salud atribuibles al amaranto:

  • Efecto hipocolesterolémico: el amaranto puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL y total. Este efecto se atribuye a varios componentes, incluyendo ácidos grasos insaturados, fibra total y soluble, y fitoquímicos como tocotrienoles, fitosteroles, tocoferoles y escualeno.
  • Efecto antitumoral: estudios indican que la lectina de amaranto puede tener propiedades antiproliferativas en células malignas del sistema gastrointestinal. El aislamiento de proteínas del amaranto también ha mostrado inhibir la adhesión celular y provocar apoptosis en células tumorales.
  • Mejora de la función hepática: el consumo de grano de amaranto y su aceite ha mostrado una reducción en los niveles de enzimas AST y ALT en ratones, que son marcadores de la función hepática. También se observó una reducción en la peroxidación de lípidos.
  • Actividad antioxidante: contiene compuestos fenólicos que presentan actividad antioxidante, lo cual puede ayudar a reducir el estrés oxidativo.
  • Reducción de la glucosa en sangre: la mejora en las funciones hepáticas y la actividad antioxidante podrían contribuir a un mejor manejo de los niveles de glucosa en sangre.
  • Proteína de alta calidad: el amaranto es una excelente fuente de proteínas con un perfil aminoacídico de alta calidad, lo que podría favorecer el metabolismo en general y satisfacer las necesidades proteicas del cuerpo. Asimismo, esta alta cantidad de proteínas y de fibra da lugar a una sensación de saciedad, algo clave para bajar de peso.
  • Mejora la salud intestinal y previene el cáncer de colon: según señala Clínica Baviera, la alta concentración de fibra mejora las deposiciones, el tránsito intestinal, reduce la hinchazón y previene el estreñimiento y el cáncer de colon.
  • Fuente de ácidos grasos poliinsaturados: el grano de amaranto es rico en ácidos grasos poliinsaturados que son beneficiosos para la salud cardiovascular.