Corrado Barazzutti es uno de esos personajes sabios y pintorescos que transitan el circuito de tenis desde hace décadas (más de seis, en su caso) sin perder la pasión ni el fuego en la mirada. Nacido en Údine, cumplirá 72 años en pocos días. Como jugador fue una pieza de la histórica camada de italianos que ganó la Copa Davis por primera vez, en 1976, en Chile y bajo el régimen de Augusto Pinochet, con Adriano Panatta, Paolo Bertolucci y Nicola Pietrangeli como capitán. Fue número 7 del mundo y ganador de cinco títulos, además. Como entrenador se encumbró como el director de orquesta de las mujeres, en la por entonces Fed Cup (con cuatro títulos mundiales), y de los hombres, en la Copa Davis.

No pierde la chispa ni las ocurrencias, Corrado. Está, una vez más, en Buenos Aires, aunque ahora acompañando como segundo coach a Lorenzo Musetti, el 16° del ranking y uno de los favoritos del ATP porteño (el principal es Simone Tartarini). Barazzutti ya perdió la cuenta de las veces que visitó el país. “Aquí mismo jugué, sí, hace mucho tiempo”, sonríe ante LA NACION, señalando el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club. En 1978 jugó el Abierto de la República: perdió en las semifinales con el paraguayo Víctor Pecci (el torneo lo ganó José Luis Batata Clerc). Como capitán italiano de la Copa Davis venció al equipo argentino en 2014, en Mar del Plata, y 2017, en el Parque Sarmiento. En 2019, incluso, colaboró con Franco Davín en la conducción de Fabio Fognini.

Barazzutti fue capitán italiano de la Copa Davis durante muchos años y tuvo un vínculo especial con Fabio Fognini

“Me gusta Argentina. Mi nonna, abuela materna, y otros parientes vinieron aquí después de la guerra, cuando Buenos Aires estaba floreciente”, cuenta, combinando palabras en español e italiano. Barazzutti tuvo un estrecho vínculo con Guillermo Vilas: oficialmente se enfrentaron ocho veces, entre 1975 y 1983 (el europeo sólo logró derrotarlo en los cuartos de final de Montecarlo 1983). “Con Guillermo pasamos mucho tiempo juntos. Éramos muy jóvenes, jeje. Recuerdo que una vez, con él y Panatta, jugamos varios torneos seguidos en Canadá y en Estados Unidos y estuvimos juntos en una casa de familia. Dormimos juntos por cuatro semanas; Guillermo se pasaba todas las noches escribiendo un libro, jeje. Ahora sé que no la está pasando muy bien de salud. Está en Montecarlo, ¿no? Es triste. Creo que la última vez que lo vi fue en Roma, hace muchos años”, describe, con evidente afecto por Vilas.

“¿En qué lugar de la historia del tenis lo pongo a Vilas? Fue uno de los campeones más importantes de la historia. No sé en qué ranking, pero fue un campeón dentro de la pista y afuera también. Fue un campeón que inspiraba a los jóvenes por cómo trabajaba y luchaba en cada punto. Un gladiador. Uno de los mejores jugadores de la historia, sin dudas”, sentencia Barazzutti.

El saludo entre Guillermo Vilas (de espaldas) y Corrado Barazzutti tras el triunfo del italiano en Montecarlo 1983

En 1976, el equipo italiano de la Copa Davis ganó la Ensaladera al vencer por 4-1 a Chile (con Jaime Fillol y Patricio Cornejo), en el estadio Nacional. En ese momento, el movimiento político de izquierda de Italia no le quería permitir a los jugadores que viajaran a Santiago porque, entendían, la competencia serviría de propaganda para Pinochet. Los jugadores recibieron presiones, pero viajaron y triunfaron. Nada de lo que ocurrió en Chile pasó inadvertido. Panatta, en un acto de repudio al gobierno de Pinochet, utilizó una camiseta roja en los partidos y la acción fue tan simbólica que en 2009 se presentó el documental “La maglietta rossa” (La camiseta roja) sobre aquella serie.

Corrado Barazzutti, número 7 del mundo en 1978, jugando la Copa Davis para Italia: ganó 39 de los 60 singles que disputó

“Fue una época difícil. No querían que viniéramos. Pero lo hicimos y no pasó nada, la gente fue gentil; nosotros sabíamos lo que pasaba en Chile, pero quisimos enfocarnos sólo en el deporte. Y ganamos una Copa Davis que en ese tiempo era muy difícil. Ahora Italia la ganó dos veces más (en 2023 y 2024) y podrá ganar más, porque tenemos, creo, el equipo más fuerte del mundo. No tenemos sólo cinco jugadores: tenemos más. Pero no es lo normal. Cuando la ganamos por primera vez fue difícil porque se jugaba al mejor de cinco sets cada partido en tres días seguidos, en casa o fuera, en pistas diferentes”, rememora.

Los

-Italia hoy domina el tenis. ¿Cuál es el secreto?

-Hay varias cosas. Tenemos muchas escuelas para las bases en las que se trabaja bien. Hay buenos profesores. Después, tenemos buenos entrenadores para los profesionales. Entrenadores que viajan por el mundo con los jugadores que conocen desde chicos. Por ejemplo, Flavio Cobolli (36°): su papá, Stefano, lo entrenad. Tartarini con Musetti. Vincenzo Santopadre lo hizo con Berrettini. Simone Vagnozzi con (Jannik) Sinner. Son entrenadores buenísimos. Después hay una federación que tiene mucha plata y puede dar apoyo al jugador. Hay preparadores físicos o fisioterapeutas pagados por la federación en ayuda del equipo privado del jugador. También se necesita suerte, jeje. Porque si tienes el material, trabajas y no hay resultados… Son ciclos. Hay muchos torneos internos, algo que es importante porque los jóvenes pueden jugar con wild card. Pero Estados Unidos también tiene muchos torneos, mucha gente que juega tenis, pero no salen tantos. La federación sueca, antes, tenían un jugador detrás del otro; ahora, nada. Francia tiene más plata que Italia; con Roland Garros hace 150 o 200 millones de euros cada año, y no tienen nuestros resultados. Italia tiene la condición ideal: material, entrenadores, una federación fuerte para ayudar, infraestructura, todo junto. Y tenemos al número 1 del mundo por primera vez en la historia, algo que es increíble.

-¿Cómo lo describe a Sinner?

-En este momento es un extraterrestre. No es bueno, ¡es buenísimo! Juega a un nivel de Djokovic joven, de un Nadal joven, de un Federer joven. El tema, además, es que los otros jugadores no están a su nivel. Alcaraz, cuando juega bien, es el único que puede competir contra Sinner, que no tiene altibajos; esa es su fuerza. Gana hasta cuando no juega bien. Juega el mejor tenis del mundo. Medvedev y Tsitsipas ya no están jugando tan bien. A Rune lo estamos esperando, es joven. Djokovic se va yendo. Los jóvenes que pueden acercarse son Musetti, Rune, Shelton, los checos Mensik y Machac, el brasileño Fonseca; son los nuevos jugadores que le van a sacar el puesto a Tsitsipas, Rublev, Medvedev, Ruud. Veremos si los jóvenes llegan al nivel de Sinner; si no lo hacen Jannik va a ganar de aquí hasta… Tiene una mente muy fuerte.

Barazzutti fue capitán de Italia en la Fed Cup en una época dorada, de 2002 a 2016, ganando los títulos en 2006, 2009, 2010 y 2013, con figuras como Pennetta, Schiavone, Errani y Vinci

-Lo demuestra ganando, incluso, mientras espera que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) se expida en abril por su caso de dopaje.

-Sí, tiene la cabeza está fuerte. Siguió jugando y no parece afectarle nada. Pudo haber dejado de jugar mientras espera la sentencia o seguir jugando; eso hizo y siguió ganando. No está fácil, ninguno sabe qué pasará (con la resolución del TAS). Algunos dicen que no pasará nada, otros que lo sancionarán uno o dos años. Sinner es el número 1 del mundo porque tiene una cabeza muy fuerte. Tiene la capacidad para poner al costado una posible interferencia muy fuerte en su carrera y jugar pensando sólo en el mejor tenis. Parece que Alcaraz juega un tenis mejor y más vistoso, pero Sinner hace que todo parezca fácil, cuando en realidad no es así. Tiene una testa muy fuerte. Es una persona tranquila; es empático, humilde. No quiere ser un personaje súper famoso; le gusta la familia, los amigos, no busca la notoriedad. Es el anti-divo.

-En Italia, como en la Argentina, el fútbol es lo máximo…

(Interrumpe)-¡Sí, como siempre!

-Pero el tenis…

(Se apresura a responder)-Ahora el tenis es tan popular como el Calcio. Ahora todo el mundo en Italia quiere jugar al tenis; es un fenómeno mediático. Sinner está en todos lados: en la televisión, en las publicidades, en todos lados. Es el fenómeno más grande de la historia. Es un campeón de tenis que le gusta a la gente por cómo habla, por cómo se maneja; es muy gentil. Es una persona de bien. Imagino que estará esperando con miedo la resolución del TAS, porque no se sabe qué pasará. Yo lo conozco bien y tengo confianza a él.

Barazzuti sobre Musetti, ante LA NACION:

Barazzutti es una leyenda en la Copa Davis: ganó 39 de 60 singles disputados en la emblemática competencia. Dos de esos reveses fueron ante Vilas y Clerc, en el histórico 5-0 argentino en 1983, por los cuartos de final del Grupo Mundial, en el Foro Itálico romano. Hoy, una de sus obsesiones es ayudar a Musetti a seguir creciendo: “Juega uno de los mejores tenis del circuito. Está mejorando mucho, tiene que trabajar en la regularidad. Puede ser uno de los mejores cinco del mundo”. Afirma que Sinner tiene todo para llenar el espacio vacío que deja el Big 3 en el tour. Vive en Roma, donde tiene una academia de tenis para chicos y grandes; escucha el “rock de antes”, como Led Zeppelin, AC/DC, Redbone.

Apasionado, confiesa: “Con Musetti viajo quince semanas al año. Y cuando estoy en Italia no tengo tiempo libre: trabajo todos los días, en la academia. Me gustaría descansar los domingos (sonríe), pero tengo tres nietos, de 11, 8 y 6 años, todos juegan al tenis y cuando me visitan siempre quieren que les enseñe. El tenis es cultural, es mi vida y lo seguirá siendo hasta el último día”.