El invierno de Chicago podría ser más frío y húmedo si se concreta la presencia de “La Niña”, un fenómeno climático que altera los patrones meteorológicos en distintas partes del mundo. Este evento ocurre cuando las aguas del océano Pacífico frente a las costas de Perú se enfrían, lo que provoca una variación en la corriente en chorro, la cual distribuye el aire frío y las tormentas a diferentes regiones.

La posibilidad de que La Niña se establezca en la región es de alrededor del 60%, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), y podría extenderse hasta marzo. Esto podría traducirse en un invierno con temperaturas más bajas y más precipitaciones, aunque la intensidad del fenómeno este año se prevé más débil de lo habitual.

En el norte de los Estados Unidos, incluido el Medio Oeste, este cambio suele traer inviernos más fríos y húmedos, mientras que el sur experimenta climas más secos y cálidos. Sin embargo, debido a la debilidad del fenómeno proyectada para este año, los efectos podrían ser menos predecibles.

La posibilidad de que La Niña se establezca en la región es de alrededor del 60% y podría extenderse hasta marzo (Foto Canva)

Pronósticos divididos sobre el invierno en Chicago

A pesar de que La Niña suele asociarse con inviernos fríos en Chicago, la versión debilitada de este año añade incertidumbre. Zachary Yack, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional, en una entrevista con Chicago Suntimes, advierte que, aunque las probabilidades de olas de frío son altas, también podrían registrarse temperaturas más cálidas de lo esperado en algunos periodos. “Cuando La Niña es débil, el comportamiento del clima puede volverse atípico”, señaló. En otras palabras, los residentes de Chicago deben estar preparados tanto para temperaturas frías como para posibles fluctuaciones que rompan con los patrones tradicionales.

El Old Farmer’s Almanac, conocido por su precisión en la predicción de tendencias climáticas, predice que, a diferencia del resto del país, Chicago podría enfrentar un invierno más frío debido a la influencia combinada de La Niña y la oscilación austral de El Niño. “Chicago no sigue necesariamente las mismas reglas que el resto de los Estados Unidos”, afirmó Sarah Perrault, editora en jefe del almanaque, al mismo medio. Según sus predicciones, los períodos más fríos llegarían a principios y finales de noviembre, principios de diciembre, y entre finales de enero y principios de febrero.

Aunque los pronósticos apuntan a la posibilidad de temperaturas por debajo de la media en Chicago, las predicciones sobre las precipitaciones son mixtas. El debilitamiento de La Niña podría reducir el número de tormentas invernales significativas, aun así, se recomienda a los residentes que se mantengan atentos a los pronósticos y preparados para el clima invernal, ya que incluso un fenómeno débil puede desencadenar tormentas intensas en determinados momentos.

El debilitamiento de La Niña podría reducir el número de tormentas invernales significativas, aun así, se recomienda a los residentes que se mantengan atentos a los pronósticos y preparados para el clima invernal (Foto Canva)

Recomendaciones para el invierno

Tanto Yack como Perrault coinciden en que la preparación es clave, independientemente de los pronósticos. “No esperes hasta la primera tormenta de nieve para abrigarte”, aconseja Perrault. En un invierno tan incierto como el que podría traer La Niña, los habitantes de Chicago deben asegurarse de contar con el equipo adecuado y estar preparados para enfrentar cualquier eventualidad climática.

Así, aunque el invierno de Chicago bajo la influencia de La Niña será menos duro de lo habitual debido a la debilidad del fenómeno, lo más seguro es que las temperaturas frías y las precipitaciones por encima de la media jueguen un papel importante. Los residentes deben mantenerse informados y listos para adaptarse a las condiciones cambiantes.