Con la llegada del frío las personas suelen pasar más tiempo en su casa y mantenerlas en orden se vuelve algo fundamental para disfrutar a pleno la estancia. La gurú japonesa Marie Kondo posee una serie de pautas para que “la magia del orden” llegue a cada espacio. Si bien la técnica más conocida es la que refiere a la ropa, su método para la cocina también es una gran herramienta.

El método de Marie Kondo, gurú del orden

‘La magia del orden. Herramientas para ordenar tu casa, ¡y tu vida!’, el libro de la japonesa Marie Kondo ha transformado la forma de planificar y ordenar los placares en todo el mundo. Aunque menos difundidas, sus pautas para la cocina son una gran solución y se basan en la misma filosofía: comenzar por eliminar el exceso de cosas y aprender a desprenderse de lo que no se utiliza.

Cómo ordenar la vajilla y ganar espacio en la cocina

Los expertos de La Cuisine Internacional han recopilado la técnica de Marie Kondo a modo de mandamientos para que en una serie de simples pasos todos puedan alcanzar el sueño de tener una cocina ordenada y funcional.

  • Guardar solo lo que realmente se usa es la base del método, por lo que antes de ponerse a intentar meter todo en espacios donde no entra ya nada, es fundamental hacer el ejercicio de regalar o donar aquello que no se utiliza. Luego de desprenderse, lo necesario que se guardó se debe agrupar por categoría de objetos. “Si bien esto no garantiza que la cocina esté siempre perfecta, permitirá tenerla ordenada, despejada y hacerla funcional porque siempre se sabrá donde están las cosas”, detallan desde LCI.
  • Hacer todo de una vez. Aunque puede parecer difícil desprenderse y categorizar para iniciar la nueva etapa ordenada es un proceso de un solo día. Según explican desde LCI, la gurú es taxativa en este punto: “destinar un día (y solo uno) para acometer la labor”.
  • Sacarlo todo. Nada de ir por partes, por zonas o por muebles. Para que la cocina se renueve se debe sacar todo de una vez y, nuevamente, reunirlo por categorías luego de desechar los que no se volverá a guardar. El criterio aquí es simple: frente al cúmulo hay que preguntarse “qué, de todo eso, se ve formando parte la vida y cuáles son los objetos que ya no se desea que sean parte de ella de ahora en adelante”. Hacer el ejercicio por categorías ayuda mucho en la tarea.
  • Electrodomésticos, alimentos y vajilla. Ningún elemento debe quedar fuera del huracán del orden. Los electrodomésticos que no se usan se pueden donar, los alimentos vencidos se deben desechar y la vajilla rota también. No hay excusas para volver a poner en la alacena ese plato cachado que fue un obsequio de boda. El recuerdo siempre estará, pero del plato hay que despedirse.
  • Arriba y abajo. Antes de volver a colocar las cosas en la alacena, con independencia de cuál haya sido el criterio elegido hasta hoy, implementar la siguiente técnica: Los armarios altos son para lo que no se utiliza regularmente, como la vajilla de fiesta, por ejemplo. Las cosas de uso cotidiano deben ir abajo, para tenerlas accesibles cuando se las requiere.

Las categorías son la clave de una alacena ordenada. Canva

  • Todo vertical. Al igual que con la ropa, nada de pilas horizontales de tuppers. Todo se debe almacenar dispuesto de manera vertical, para ahorrar espacio y ubicar de un solo golpe de vista aquello que se necesita. Si se van a comprar nuevos, para una renovación completa, según Kondo los cuadrados y los rectangulares son los que se debe elegir porque “dan más sensación de orden y permiten aprovechar mucho mejor el espacio”.
  • Como cajas chinas. Las ollas van una dentro de la otra, sin excusas. Esto es fundamental para ganar espacio.
  • Alimentos categorizados. Como en las góndolas del súper, la idea es que los alimentos estén ordenados por categorías, el café, las infusiones, la leche larga duración, por un lado. Las pastas, las harinas, por otro. Los condimentos agrupados.
  • La nevera es parte del orden. El refri no puede quedar afuera, los estantes superiores son para lo que menos se usa y los alimentos siempre por categorías.
  • Solo lo imprescindible visible. Una tabla, el cuchillo de uso habitual, pero pocas cosas más merecen estar visibles en la encimera. “El orden y la armonía visual” son conceptos ligados para Kondo por lo que las encimeras deben estar lo más despejadas posible.