WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó el suministro de minas terrestres antipersonales a Ucrania, dijo a Reuters un responsable norteamericano, un paso que podría ayudar a frenar los avances rusos en el este -especialmente si se utilizan junto con otras municiones procedentes de Estados Unidos– pero que ha generado críticas por parte de grupos de control de armas.
Estados Unidos espera que Ucrania utilice las minas en su propio territorio, aunque se ha comprometido a no utilizarlas en zonas pobladas por sus propios civiles, dijo el funcionario. The Washington Post fue el primero en informar de la noticia.
Esta decisión sigue a la reciente autorización de la Casa Blanca para que Ucrania utilice un poderoso sistema de misiles de largo alcance para atacar dentro de Rusia, parte de una serie de acciones urgentes de la administración Biden antes de su salida. El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que Moscú tomará represalias por los recientes ataques con el Sistema Táctico de Misiles del Ejército (ATACMS).
Estados Unidos ha suministrado a Ucrania minas antitanque durante toda su guerra con Rusia, pero la adición de minas antipersona tiene como objetivo frenar el avance de las tropas terrestres rusas, añadió el responsable, que habló bajo condición de anonimato.
El envío de minas antipersonales es controvertido, ya que más de 160 países han firmado un tratado internacional que prohíbe su uso debido a los daños que pueden causar a civiles. Sin embargo, Ucrania ha solicitado estas armas desde que Rusia invadió hace casi tres años, y las fuerzas del Kremlin las han utilizado ampliamente en las líneas del frente, obstaculizando los esfuerzos ucranianos por recuperar su territorio.
Funcionarios norteamericanos dijeron que la administración Biden está profundamente preocupada por los recientes ataques rusos en el este de Ucrania y considera que las minas son una medida clave para frenar el avance enemigo.
Las minas antipersona son artefactos explosivos que están enterradas u ocultas en la tierra y explotan cuando una persona se acerca a ellas o entra en contacto con ellas.
Según uno de los funcionarios, las minas antipersonales que se enviarán son “no persistentes”, lo que significa que se desactivan automáticamente tras unos días o semanas, reduciendo el peligro para civiles. Además, Ucrania se comprometió a no utilizarlas en áreas densamente pobladas.
Polémica
Sin embargo, expertos en control de armas advierten que incluso estas minas representan un riesgo significativo. De hecho, el número de víctimas de este arma aumentó el año pasado, según un informe publicado el miércoles. Las minas y restos explosivos mataron o hirieron a 5757 personas en 50 países, un 20% más que en 2022, cuando hubo 4710 víctimas. El 84% fueron civiles.
Las minas antipersonales causaron 833 víctimas, frente a 628 el año anterior. Birmania registró más de 1000 víctimas, seguida de Siria (933), Afganistán (651), Ucrania (580) y Yemen (499).
Por su parte, la Casa Blanca enfrentó debates internos y presiones de activistas que consideran estas armas inaceptables. Biden había sido reacio a enviar minas antipersonales, pero el avance de Rusia en el campo de batalla en los últimos meses obligó a reconsiderar las medidas para ayudar a Ucrania, especialmente tras la victoria electoral de Donald Trump, quien prometió resolver rápidamente el conflicto.
Se espera que el uso de las minas se limite al territorio ucraniano, particularmente en el este, donde las tropas rusas han ganado terreno en la región de Donetsk, avanzando a un ritmo no visto desde 2022. Las minas ayudarían a reforzar las líneas defensivas ucranianas al ralentizar las tropas enemigas y dirigirlas hacia zonas controladas por artillería y cohetes.
Ni Rusia ni Estados Unidos son parte de la Convención de Ottawa, que prohíbe el uso y transferencia de minas antipersonales. Biden reactivó en 2022 una política de la era Obama que limita su uso fuera de la península coreana. Ucrania, por su parte, sí es signataria del tratado, lo que ha generado críticas hacia esta decisión.
Impactante, devastadora y terrible
Mary Wareham, subdirectora de la división de crisis y conflictos de Human Rights Watch, calificó la medida como “impactante y devastadora”, argumentando que incluso las minas no persistentes presentan riesgos para los civiles y complican los esfuerzos de limpieza.
La Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona (ICBL) tildó este miércoles de “terrible” la decisión tomada por la administración de Joe Biden.
“Ucrania debe afirmar claramente que no puede aceptar y que no aceptará esas armas”, escribió la organización en un comunicado enviado a AFP.
Estados Unidos cuenta con un arsenal de aproximadamente tres millones de minas antipersonales. Estas armas no se han utilizado desde la Guerra del Golfo en 1991, excepto por un incidente aislado en Afganistán en 2002. La administración Biden se ha comprometido a apoyar los esfuerzos de remoción de minas en Ucrania una vez que finalice el conflicto.
El conflicto en Ucrania también ha llevado a otros países a reconsiderar su posición sobre las minas antipersonales. Este año, los países bálticos de Lituania, Letonia y Estonia evaluaron retirarse de la Convención de Ottawa para fortalecer sus defensas contra Rusia, aunque finalmente optaron por reforzar sus arsenales con minas antitanque y otras herramientas menos peligrosas para civiles.
Agencias Reuters, AFP y diario The Washington Post