El interés por los remedios naturales y por opciones alternativas en el cuidado de la salud impulsa a muchos a probar el romero, una planta cuyo perfil va más allá de su uso culinario. No solo se encuentra en platillos populares de la gastronomía, sino que también es valorada históricamente por sus aplicaciones medicinales. Con el nombre científico de Salvia rosmarinus, el romero pertenece a la familia botánica de las Lamiaceae y es originario de la región mediterránea, de donde se extendió a gran parte del mundo. En el Perú, puede encontrarse cultivado en diversos climas, desde la costa hasta la sierra y la selva, alcanzando hasta los 3.500 metros sobre el nivel del mar.

El biólogo del Instituto Nacional de Salus del Ministerio de Salud (Minsa), Jorge Cabrera, detalló que las propiedades y beneficios de este arbusto que, más allá de su aroma y sabor, ha ganado un lugar en la medicina tradicional.

Explica que las hojas del romero cuentan con propiedades analgésicas, digestivas y que pueden aliviar problemas articulares y reumáticos. Además, asegura que el romero es útil en el manejo de la ansiedad, el insomnio y la memoria, lo que lo convierte en un aliado versátil en el autocuidado y la medicina natural.

Propiedades medicinales del romero

Pertenece a la familia Lamiaceae y es originario de la región mediterránea. En Perú, puede cultivarse en diversas regiones hasta los 3,500 metros de altitud.

El romero se destaca por su diversidad de usos, que incluyen aplicaciones tópicas y consumo en forma de infusión. Según el experto, “para aprovechar sus beneficios al máximo, el romero puede macerarse y usarse en frotaciones para calmar dolores articulares, y también puede prepararse como té, proporcionando efectos relajantes y digestivos”. La frotación con romero es común en casos de golpes y dolores musculares, mientras que el consumo de sus hojas en infusión resulta en un tónico cerebral y nervioso, según prácticas tradicionales.

El romero cuenta con una variedad de nutrientes esenciales, entre los que destacan las vitaminas A, B6, C y E, así como minerales como calcio, hierro y magnesio. Estos nutrientes aportan al organismo antioxidantes que ayudan a combatir el daño celular y a fortalecer el sistema inmunológico. Además, el romero contiene flavonoides y ácidos fenólicos, que favorecen la flexibilidad arterial y reducen la inflamación en el organismo.

Esta composición nutricional muestra la eficacia del romero en su papel preventivo frente a diversas enfermedades. Además, los antioxidantes del romero ayudan a proteger las células y tejidos del organismo frente al estrés oxidativo, lo cual resulta relevante para la prevención de enfermedades crónicas.

  • Enfermedades cardiovasculares y diabetes

Los beneficios del romero para la salud cardiovascular son respaldados por estudios que sugieren que sus antioxidantes pueden reducir el daño oxidativo y la inflamación en el sistema circulatorio. Los flavonoides y ácidos fenólicos contribuyen a mantener la elasticidad arterial y, con ello, a reducir el riesgo de aterosclerosis. En cuanto a su efecto en el metabolismo de la glucosa, algunos estudios han encontrado que los compuestos del romero mejoran la sensibilidad a la insulina, lo que resulta beneficioso en la regulación de los niveles de azúcar en sangre.

  • Cáncer y enfermedades neurodegenerativas

Los compuestos antiinflamatorios del romero, como el ácido rosmarínico y el carnosol, muestran potencial en la inhibición del crecimiento de células cancerígenas. Aunque la investigación continúa, los datos preliminares apuntan a que su consumo regular podría reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Por otro lado, el romero es asociado con efectos neuroprotectores. Según el experto del Minsa, el consumo de esta planta podría mejorar la memoria y reducir la incidencia de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, gracias a su capacidad para minimizar el daño celular y reducir el estrés oxidativo en el cerebro.

  • Trastornos digestivos y enfermedades inflamatorias

El romero se utiliza para tratar problemas digestivos como la indigestión, los gases y los espasmos intestinales. Cabrera resaltó sus propiedades carminativas y antiinflamatorias, que son conocidas en la medicina natural por contribuir a una mejor salud gastrointestinal. Los aceites esenciales del romero tienen propiedades antimicrobianas y antifúngicas, lo que apoya su aplicación en la prevención de infecciones bacterianas y fúngicas.

En el caso de enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis, el romero también muestra beneficios al reducir la inflamación en las articulaciones, mejorando la calidad de vida de quienes lo utilizan como parte de sus prácticas de cuidado personal.