La Classic 6633 Arctic Ultra es una prueba que pone al límite las capacidades humanas, una carrera donde enfrentarse a temperaturas de hasta 35 grados bajo cero, extensas soledades y terrenos extremos es el reto principal. Este desafío se desarrolla en el Yukon, en Canadá, un lugar inhóspito donde únicamente los más preparados logran avanzar. Este año, la alavesa Begoña Alday, de 28 años, consiguió inscribir su nombre en la historia al ser la primera española en completar la versión de 195 kilómetros de esta competición, conocida como una de las más duras del mundo.
Desde el inicio, el reto al que se enfrentaba Alday superaba cualquier prueba física o mental previa en la que hubiese participado. Aunque el plan inicial preveía realizar varios tramos divididos entre caminatas largas y descansos cortos, las demandas del terreno y el peso imprevisto de su trineo complicaron su estrategia. El recorrido, que se extiende en gran parte a lo largo de la Dempster Highway, un camino completamente helado, incluye además desniveles que ponen a prueba a los participantes. Begoña, cuyo trineo terminó pesando 25 kilos en lugar de los 20 planificados, se encontró con un desnivel acumulado de 3.000 metros, una dificultad adicional que no había contemplado.
El 25 de febrero, junto con otros 21 competidores, Alday comenzó esta exigente travesía. La organización, consciente de la dureza del evento, cuenta con protocolos de seguridad exhaustivos, incluyendo dispositivos de localización para alertar cualquier emergencia. Pero para quienes se atreven a participar, el verdadero reto no es solo físico, sino emocional. Begoña enfrentó una de sus mayores crisis en el segundo día, cuando un ataque de ansiedad, causado por el frío extremo y problemas con la máscara que debía proteger su nariz, casi la llevó a abandonar. “Me faltaba el aire. Estuve a punto de presionar el botón para que me rescataran”, comentó desde Canadá tras completar la carrera.
Sin embargo, la preparación mental que había trabajado durante meses fue crucial para superar este momento crítico. A medida que avanzaba, los obstáculos físicos no parecían disminuir. Las rodillas y los tobillos de Alday comenzaron a resentirse, en parte debido al esfuerzo constante durante las largas bajadas. A pesar del dolor, logró mantener el enfoque en su meta inicial: cruzar la línea de llegada. “Sabía que si paraba no iba a terminar, era continuar o nada”, afirmó.
La Classic 6633 Arctic Ultra no es una carrera lineal. Los imprevistos y las condiciones cambiantes del entorno obligan a los participantes a adaptarse constantemente. Aunque Begoña planeaba intercalar descansos con tramos específicos de 50 kilómetros, la realidad fue otra: recorrió las últimas 21 horas sin detenerse. Este esfuerzo colosal le permitió terminar los 195 kilómetros en un tiempo total de 60 horas, doce menos que el límite establecido por los organizadores.
Las consecuencias del desgaste físico
El desgaste físico tras finalizar la carrera fue considerable. Esa primera noche, ya en la meta, los intensos dolores le impidieron descansar aunque recibió medicamentos. “No podía soportarlo, lloré toda la noche dentro del saco”, relató. Pese a ello, la satisfacción de haber cumplido su objetivo superó cualquier sufrimiento.
Con su logro, Alday se convierte en una referencia en el ámbito de las carreras de ultrafondo y expediciones extremas, un espacio dominado mayoritariamente por veteranos. En esta edición, la alavesa no solo fue la participante más joven, sino una de las pocas en completar el trayecto más corto (tan solo tres participantes lo lograron este año). Mientras otros cinco competidores permanecen en competición en los tramos más largos de 403 y 613 kilómetros, Begoña ya reflexiona sobre futuros desafíos aún más ambiciosos.
Ahora, mientras se recupera en Canadá y se prepara para regresar a su hogar el próximo 10 de marzo, la deportista mira hacia adelante, con la mente puesta en nuevos proyectos. Su experiencia en la Classic 6633 Arctic Ultra es un testimonio de superación personal, resistencia mental y fortaleza física, cualidades que la han llevado a conquistar una de las pruebas más frías y extremas del planeta.