Este martes 14 de enero de 2025, desde la 1 p.m., se celebran las exequias del destacado científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo en la iglesia Inmaculada Concepción, ubicada en el barrio Chicó de la capital colombiana.
Y a través de redes sociales se obtuvieron los primeros detalles del evento, al que asisten personalidades del mundo científico, académico y de la salud del país.
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Manuel Elkin Patarroyo, reconocido a nivel mundial por su trabajo pionero en el desarrollo de vacunas sintéticas, falleció el jueves 9 de enero a los 78 años.
Nacido el 3 de noviembre de 1946 en Ataco (Tolima), Patarroyo dedicó su vida a la investigación médica, y fue una de sus mayores contribuciones el avance en la lucha contra la malaria con la creación de la vacuna SPf66.
Según información obtenida por El Tiempo, el científico murió de causas naturales tras un paro cardiorrespiratorio ocurrido en su hogar en Bogotá, hacia el mediodía. Se reportó que en los días previos a su fallecimiento se encontraba en buen estado de salud.
Graduado como médico de la Universidad Nacional de Colombia en 1971, Patarroyo continuó su formación en inmunología en la Universidad de Yale y realizó estudios postdoctorales en el Instituto Karolinska de Estocolmo. En 1983, fundó el Instituto de Inmunología del Hospital San Juan de Dios en Bogotá, donde lideró investigaciones sobre enfermedades infecciosas.
Aunque su vacuna SPf66 contra la malaria, desarrollada entre 1986 y 1988, generó gran expectativa, la Organización Mundial de la Salud determinó posteriormente que no cumplía con los estándares de eficacia esperados.
No obstante, a lo largo de su carrera, recibió importantes reconocimientos, como el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y el Premio Robert Koch en 1994.
También fue galardonado con doctorados honoris causa de nueve universidades y perteneció a prestigiosas academias científicas. Es considerado el investigador más prolífico de Colombia, con numerosos artículos publicados en revistas de alto impacto. Ahora el país lo despide, y sus colegas y amigos le han dejado mensajes a través de redes sociales, o en entrevistas.
El doctor Carlos Francisco Fernández, amigo cercano de Patarroyo, lamentó su partida. “Despedimos al doctor Manuel Elkin Patarroyo, un grande de la ciencia y el padre de las vacunas sintéticas, cuyo legado en la lucha contra las enfermedades infecciosas ayudó a transformar la investigación en el país”.
Y agregó: “su incansable trabajo, su compromiso con la salud pública y su valentía para enfrentar críticas y desafíos dejan una huella imborrable en los campos académicos y sanitarios que lo reconocen a nivel internacional. No solo fue un pionero en la inmunología, sino también un ejemplo de entrega y pasión por el conocimiento. Su partida nos deja un vacío, pero su legado seguirá inspirando a quienes creen que la ciencia es el camino hacia un mundo mejor”, citó el diario nacional.
La críticas al científico colombiano
El reconocido científico colombiano, más allá de su vacuna contra la malaria, enfrentó a lo largo de su carrera una serie de críticas y polémicas que, en ocasiones, dejaron en entredicho tanto su legado como sus métodos de investigación.
Según reportó El Espectador, las controversias abarcan desde cuestionamientos sobre la eficacia de su vacuna hasta acusaciones por el uso de especies protegidas en experimentos científicos, pasando por declaraciones polémicas durante la pandemia de Covid-19.
El trabajo de Patarroyo, que se graduó como médico cirujano en la Universidad Nacional de Colombia en 1972 y continuó su formación en Yale y el Instituto Karolinska de Estocolmo, alcanzó notoriedad internacional en la década de 1980 con el anuncio de la SPf66.
Las acusaciones por el uso de especies protegidas
Uno de los episodios más controvertidos en la trayectoria de Patarroyo se relaciona con el uso de monos de especies protegidas en sus investigaciones.
Según detalló el medio, el científico y su equipo habrían empleado primates provenientes de la región amazónica de Colombia para probar dosis experimentales de vacunas.
Este hecho generó fuertes críticas por parte de organizaciones ambientalistas y defensores de los derechos de los animales, que lo acusaron de violar normativas internacionales sobre el uso de especies en peligro de extinción.
Pese a las acusaciones, Patarroyo defendió su trabajo argumentando que sus investigaciones eran éticas y necesarias para salvar vidas humanas.
Sin embargo, esta postura no logró calmar el debate. En 2011, el Consejo de Estado de Colombia decidió cancelar el permiso otorgado a la Fundación Instituto de Inmunología (Fidic), dirigida por Patarroyo, para capturar y utilizar primates con fines científicos.
A pesar de esta decisión, en 2015, la Sección Cuarta del Consejo de Estado suspendió el fallo inicial, alegando que se había vulnerado el derecho a la investigación científica de la fundación.