Un cierre de temporada ideal. No desde el juego, pero sí desde el resultado. La selección argentina culminó un 2024 inolvidable con una victoria por la mínima diferencia ante Perú en la Bombonera, que le permite estirar su supremacía como único líder de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial Estados Unidos-México-Canadá 2026. El único gol del partido fue convertido por Lautaro Martínez, que llegó a los 32 tantos con la camiseta albiceleste, misma cantidad que Diego Armando Maradona.

Fue una fecha FIFA con varios apartados para analizar. Primero el relacionado estrictamente con la parte física, porque hubo cuatro bajas por lesión, dos apenas se publicó la lista de convocados (Lisandro Martínez y Nicolás González) y otros dos luego de la derrota ante Paraguay (Cristian ‘Cuti’ Romero y Nahuel Molina). Un tema a resolver debido a que los suplentes de cada uno de ellos que, por cierto, son titulares en el once inicial ideal del cuerpo técnico, no están claros o necesitan levantar el nivel.

Para jugar ante el seleccionado incaico, Leonardo Balerdi, con apenas 37 minutos con la camiseta albiceleste antes de esta doble jornada, reemplazó al ‘Cuti’. Gonzalo Montiel, de casi nula actividad en Sevilla en esta temporada (sumó 11 minutos repartidos en tres compromisos, lo que apenas representa el 1% del tiempo que estuvieron en cancha los Nervionenses), jugó en lugar de Molina y salió a los 75′ para que ingrese Nehuén Pérez, central natural que minutos más tarde pasó a conformar una línea de tres defensores por el debut de Giuliano Simeone como carrilero derecho. ¿Improvisación? ¿Falta de nombres rutilantes para darle profundidad a la plantilla? La respuesta no está clara pero, evidentemente, habrá que buscar más alternativas a partir de 2025.

Giuliano Simeone fue citado a último momento por la lesión de Nahuel Molina y debutó como carrilero derecho

A ‘Licha’, quien se ganó el puesto en la Copa América, lo sustituyó Nicolás Otamendi, un baluarte de la vieja guardia que aún brilla en Europa como capitán de Benfica, pero que ya tiene 36 años. Por último, la ausencia del futbolista de Juventus se intentó tapar con la presencia de Julián Álvarez como extremo izquierdo, pero el tándem con Nicolás Tagliafico falló. Se pisaron más de lo que se encontraron y a la Argentina le faltó profundidad por ese sector, algo fundamental a sabiendas de que en el otro costado juega Lionel Messi, quien se cierra para ubicarse más cerca del área y también para asociarse con los mediocampistas. Por otro lado, Alejandro Garnacho, quien se perfila para pelear un lugar como ‘11′ en los próximos años tras el retiro de Ángel Di María, aún no demostró estar a la altura de lo que exige la selección, por lo que necesita mostrar lo mismo que en Manchester United lo antes posible.

El funcionamiento también está en deuda. A lo largo de este año, los pasajes de buen fútbol del seleccionado nacional fueron mucho más aislados. Se vio un equipo irregular, aunque todavía con hambre de gloria, motivo por el cual se consagró bicampeón de América aún a pesar de sufrir para resolver prácticamente todos los partidos. Los mediocampistas están en un bajo nivel y eso afecta directamente al juego. Arriba, en tanto, prevaleció la ineficacia -salvo excepciones, como el 6 a 0 vs. Bolivia-. Y cuando no están Messi, Lautaro o Julián, no hay un delantero suplente confiable. Paulo Dybala ya casi no forma parte de los planes de Scaloni al igual que Ángel Correa, y Valentín ‘Taty’ Castellanos comenzó a sumar minutos con la esperanza de abrir el arco albiceleste.

Las exigencias son cada vez mayores porque este plantel se ganó la confianza del hincha. Lleva años siendo la mejor selección -y uno de los mejores equipos- del mundo. Pero las necesidades obligan a mover algunas piezas para mantener el nivel. Contra Perú, que se limitó a replegarse para evitar una goleada en contra, la Argentina no jugó bien. En una noche de actuaciones deslucidas, los pocos aprobados fueron Messi y Lautaro Martínez, autor de un golazo tras una pirueta excepcional luego de un centro medido del capitán. Balerdi y Enzo Fernández también dejaron una buena impresión y Emiliano ‘Dibu’ Martínez no tuvo participación. El resto quedó en deuda o, al menos, no deslumbró.

El triunfo, de todas maneras, alcanza y sobra. La ventaja para con el escolta, Uruguay, es de cinco puntos. Y será el primer rival de la próxima doble fecha FIFA de marzo de 2025. ¿El otro? Brasil, probablemente en el estadio Monumental. Dichos escollos serán los más complicados de superar en lo que resta del certamen. Tras ellos, con la ilusión de obtener buenos resultados, la diferencia con el resto quizá permita probar variantes sin relajarse, tanto en intérpretes como en esquemas.

Resumen Argentina 1 – 0 Perú