Alexander Zverev coronó una brillante semana en el Masters 1000 de París-Bercy al derrotar al francés Ugo Humbert con un sólido 6-2 y 6-2 en la final. Esta victoria no solo representó el séptimo título de esta categoría en la carrera del alemán, sino que además le aseguró el número 2 del ranking ATP, en detrimento del español Carlos Alcaraz.
Para Zverev levantar el trofeo en el pabellón parisino fue la culminación de un recorrido de superación que comenzó tras una dura lesión en Roland Garros en 2022, cuando se rompió el tobillo en semifinales frente a Rafael Nadal. Desde entonces, el camino fue arduo, marcado por la rehabilitación y una lenta vuelta a la competencia. Con su victoria en París, Zverev no solo reafirma su regreso a la élite del tenis, sino que también le puso un broche de oro al torneo en su sede histórica, que en 2025 se trasladará a la moderna La Défense Arena, en Nanterre, al norte de la capital gala.
El partido final entre Zverev y Humbert fue un claro reflejo de la diferencia en nivel y experiencia entre ambos jugadores. A pesar del fuerte apoyo del público local, Humbert, número 18 del ranking ATP, no pudo resistir el dominio del alemán, quien mostró su mejor versión en cada faceta del juego. Zverev se mostró sólido en el servicio, rápido en sus desplazamientos y eficaz en los puntos de ataque, cerrando el primer set en solo 30 minutos. Al final del primer set, Humbert pidió una pausa médica, buscando recomponerse tras una semana de partidos intensos y emocionantes. Sin embargo, al regreso, Zverev mantuvo su intensidad y no le dio margen al francés, quien perdió su saque en el primer juego del segundo set, marcando el inicio del fin.
A lo largo del torneo, Humbert había mostrado gran tenacidad, eliminando a jugadores de la talla de Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, quien lo había vencido en Roland Garros y que había sido su verdugo en la final de otro torneo este año. No obstante, el desgaste acumulado terminó afectando el rendimiento del francés en la final, especialmente tras una extenuante semifinal ante el australiano Jordan Thompson, que se extendió por casi tres horas. Aunque Humbert logró ganar algunos puntos en el segundo set, el resultado parecía ya sellado, y el marcador final de 6-2 y 6-2 reflejó la superioridad de Zverev durante los 75 minutos que duró el encuentro.
Zverev, de 27 años, continúa demostrando que está listo para seguir compitiendo al más alto nivel. Después de su lesión en 2022, el alemán había tenido una temporada discreta en 2023, con victorias en torneos menores como Hamburgo y Chengdu. Sin embargo, este año, Zverev logró reencontrarse con su mejor nivel en los grandes escenarios, llevándose el título en Roma y ahora en París. Al sumar su séptimo Masters 1000, Zverev se posiciona en la elite del tenis mundial, quedando solo por detrás de los torneos de Grand Slam en cuanto a prestigio y puntos para el ranking.
Después del partido, Zverev habló en conferencia de prensa y fue consultado sobre sus objetivos. Al preguntarle si preferiría alcanzar el número 1 del mundo o ganar un título de Grand Slam, el alemán fue pragmático: “Creo sinceramente que ambos están relacionados; es muy difícil llegar a ser número 1 sin ganar un Grand Slam”, dijo, dejando en claro que sigue enfocado en alcanzar ambos hitos. Zverev, quien será número 2 en la próxima actualización del ranking, tiene una desventaja de 3000 puntos respecto del actual líder, Jannik Sinner, otro joven que ha demostrado ser un rival formidable y que actualmente ostenta el número 1 del mundo. Sin títulos en los torneos grandes, el alemán cuenta con dos finales de Grand Slam; este año, en Roland Garros, y en el US Open 2020.
La victoria de Zverev en Bercy también trae a colación la historia del torneo, ya que es el último que se disputó en el icónico pabellón parisino antes de mudarse a La Défense Arena. Esta sede histórica ha sido testigo de algunos de los momentos más memorables del tenis en superficie dura y ha albergado grandes enfrentamientos a lo largo de los años. Como un guiño al pasado, es interesante recordar que el primer campeón del torneo en Bercy, en 1986, fue otro alemán: Boris Becker. También hubo un campeón argentino: David Nalbandian, en 2007.
Zverev cierra así un ciclo y se convierte en el último campeón del Palais Omnisports, dando paso a una nueva era en Nanterre, en la que se espera que el torneo siga creciendo en relevancia dentro del calendario del tenis profesional. La nueva sede, la mayor sala polivalente de Europa, promete una capacidad de espectadores y una infraestructura acorde con las necesidades de un torneo que continúa ganando relevancia y seguidores en todo el mundo.
Para Ugo Humbert, esta final marca un hito en su carrera, al haber llegado por primera vez a una final de Masters 1000. Aunque el resultado no fue el que el francés esperaba, su actuación en el torneo fue motivo de orgullo y le valió el reconocimiento del público y los expertos. Humbert no pudo lograr el primer título de Masters 1000 para el tenis francés desde que Jo-Wilfried Tsonga ganó en Canadá en 2014, pero su recorrido en París es una señal de que tiene el potencial para avanzar y competir en los grandes torneos.