No son tiempos fáciles para la industria televisiva. En una nota con LAM habló Alejandro Fantino de las dudas sobre la continuidad de Por amor o por dinero, el reality show que encabeza en la pantalla de El Trece. El conductor se refirió a la batalla del rating y cómo hoy elige tomarse cuál será el destino del programa que debutó el 30 de septiembre.

“En el reality estamos todos luchándola para recuperar terreno y que se genere otro número. Tratando de encontrar un camino que hasta ahora uno está buscando. A uno le encantaría hacer 15 puntos, pero no se puede. Así que el programa viene en la búsqueda de un intento para que esto tenga una mejoría. Siempre en televisión soñamos y sobre todo en el mundo de los realities se espera que pase algo”, afirmó, sobre algunas modificaciones que preparan en el formato. “Vamos a ver si cambiamos algo con los chicos de producción que puede llegar a generar”, señaló.

“Son las reglas del juego. Pasa esto en la televisión. Te puede ir bien o mal, pero tampoco es que estás esperando un resultado médico que define tu vida biológica”, relativizó el periodista al ciclo de Ángel de Brito. Allí también se refirió a que el ciclo termine a fin de mes. “No lo sé, honestamente. Se lo dije a Ángel. La idea central del reality era que terminara entrando diciembre. Además con todo lo que pasé yo en el embarazo el año pasado…”, comenzó diciendo Fantino, antes de abrirse sobre un íntimo motivo por el que estaba estipulado que el programa termine en diciembre.

La llegada de Beltrán, su hijo junto a Coni Mosqueira fue un punto central. “Nosotros desde septiembre estuvimos embarazados y en noviembre ya la empezamos a pasar mal. Coni no sabía lo del reality. Después de que el bebé pasó por Neo y estaba increíblemente bien, le dije ‘gordita, en diciembre nos vamos a algún lado’. Tenía ganas de que nos vayamos los tres con el bebé a descansar, a desenchufar y a festejar que todo salió bien”, reveló.

Fantino contó en el ciclo el diálogo que tuvo con el productor del reality. “Cuando Martín Kweller me vino a hablar le dije que no era negociable el 10 de diciembre laburando porque yo se lo había prometido a mi señora y yo quiero irme unos días. Él me dijo que si entraba en diciembre era en los primeros días. Ahora se estaba comentando, lo leí por ahí, que sería el 20 de noviembre. Es algo que leo, escucho y puede ser. Si sale y se dice, seguramente puede ser que no entre ni siquiera en diciembre”, afirmó.

Sin embargo, el animador está contento con su trabajo y aseguró que no sentía amargura por su situación. “Nunca. Jamás. Las decisiones hay que analizarlas no con el resultado que se va dando. Hay que esperar, uno siempre tiene fe. Las decisiones hay que analizarlas en el momento que las tomaste. A mí me vino a buscar Kweller, Kuarzo y El Trece para un prime time. Yo estaba totalmente retirado de la tele abierta haciendo otra cosa. Yo hago política, actualidad y me moví en otro mundo. ¿Cómo le iba a decir que no?”, reflexionó.

“Me hubiese quedado con la duda permanente. Nunca había trabajado en prime time, es algo que yo nunca lo viví. No tenía otra que decir que sí. Me quería dar el gusto de correr en Fórmula 1, porque esto lo es. Después si hacés 2, 3 o 10, que ojalá lo hiciera, es otra cosa. Sino te vivís angustiando. Ganar, gana uno. No ganan todos. Cómo me voy a sentir amargado. Estoy agradecido por todo lo que me ha dado esto”, resaltó.

“Nunca voy a dejar de agradecer a El Trece, el canal que me dio la chance de estar acá y me dijeron ‘sí, pruébenlo y tráiganlo’. Sería mal tipo si no le agradeciera a Kweller y si me enojara porque levantan el programa. Son las reglas del juego porque parece que en esta industria hay una cuestión de que se hiere el ego del conductor al que se lo levanta. Me va bien en la vida, tengo un bebé hermoso, estoy sano y tengo un canal que es mío y me va bárbaro acá. No salió, en el caso de que no saliera, los voy a abrazar y les voy a agradecer. Así es la vida. Tengo 53 años, si no veo las cosas así, no aprendí nada”, concluyó.