Tras semanas de negociaciones, Boca incorporó en el arco a Agustín Marchesín, un puesto que el técnico, Fernando Gago, había pedido reforzar. El arquero de 36 años, proveniente de Gremio de Porto Alegre, tuvo una destacada actuación en la temporada 2024, y ahora vuelve a la Argentina para convertirse en el uno del Xeneize. Su experiencia internacional y su pasado en la selección argentina lo convierten en una incorporación de peso para el plantel.
Las vueltas de la vida hicieron que Marchesín cumpla un viejo sueño. No sólo desde chiquito era hincha de Boca, sino que además hace tiempo se hicieron virales fotos de su ámbumes de la infancia atajando con el buzo de Navarro Montoya.
Luego de un año flojo de Sergio Chiquito Romero en el arco, sumado a que no podrá contar con él en el corto plazo por una lesión, ya que se encuentra recuperándose tras una operación en la rodilla derecha, y con un joven Leandro Brey que aún le falta para hacerse con el puesto indiscutidamente, Marchesín llega al conjunto de la ribera para adueñarse del arco. La negociación entre Boca y Gremio se cerró en 1.500.000 de dólares, aproximadamente, por todo el pase, superando la oferta inicial del club argentino, que había sido de un millón. La insistencia del arquero por unirse al Xeneize fue clave para que el club brasileño aceptara la propuesta. Según informan, firmará contrato por dos años, con la opción de extenderlo uno más.
Durante su estadía en el conjunto Gaucho, Marchesín se ganó el respeto de la afición gracias a su profesionalismo y rendimiento en el campo. En un comunicado reciente, que sacó el representante en voz del arquero ante el revuelo de los medios en brasil, expresó: “Siempre he respetado a las instituciones en las que he estado. Tengo contrato vigente y mantengo mi actitud profesional, independientemente de las especulaciones recientes”. Aunque destacaba que “no hay nada decidido todavía”, ahora se concretó su llegada a Boca.
En 2024 disputó 46 partidos oficiales, logrando 16 porterías invictas, destacándose por su regularidad y liderazgo bajo los tres palos. Según el medio brasileño Correio do Povo, medio de la ciudad de Porto Alegre, su desempeño fue fundamental para la estabilidad defensiva del equipo, lo que lo convierte en un refuerzo de alto impacto para el arco Xeneize.
Cuenta con experiencia en Europa, jugando para el Porto de Portugal, en el que jugó casi 100 partidos, y el Celta de Vigo de España, previo a arribar para Brasil. Además, en su paso por el América de México, se convirtió en y dejó un mensaje claro sobre su carácter competitivo: “Salir fue difícil, pero siempre busco lo mejor para mi carrera”, dijo en diálogo con TUDN.
Oriundo de San Cayetano, un pequeño pueblo al sur de la provincia de Buenos Aires, era conocido como “el hijo del médico”, ya que su padre ejercía dicha profesión en la comunidad. Curiosamente, su inclinación por el arco no provino de su padre, quien en una ocasión, durante sus años de estudiante en La Plata, decidió jugar como arquero y terminó con 13 goles en contra en un solo partido.
Desde temprana edad, Agustín mostró una notable pasión por el fútbol, especialmente por el puesto de arquero. Su tío Walter y un amigo de la familia, Gino, fueron fundamentales en su desarrollo futbolístico. Cuando era niño, lo colocaban frente a un paredón y le pateaban pelotas con fuerza. Les sorprendía su valentía y determinación, ya que nunca esquivaba la pelota, demostrando un carácter aguerrido desde sus inicios.
A los 17 años, Marchesín enfrentó una encrucijada que reflejaría su determinación y amor por el fútbol. Jugaba en Huracán de Tres Arroyos y tenía la oportunidad de asistir al viaje de egresados con sus compañeros de escuela. Sin embargo, las fechas coincidían con el inicio de la pretemporada del club. Decidido a no perderse esa experiencia única, se plantó frente a su entrenador, Oscar “Cachín” Blanco, y le expresó: “Si usted no me da el permiso, yo viajo igual. Dejo el fútbol y me dedico al estudio”, según contó en una nota de la revista El Gráfico. Su firmeza y convicción conmovieron al técnico, quien finalmente le permitió asistir al viaje, entendiendo la importancia de ese momento en la vida del joven arquero.
Estos episodios forjaron el carácter de Marchesín, preparándolo para una destacada carrera profesional que lo llevaría a defender el arco de varios clubes de todo el mundo, además de ser convocado a la selección argentina.
“Siempre soñé con desafíos importantes y Boca representa uno de los más grandes”, habría expresado el arquero cuando todavía estaba en Lanús. Pretendido en varios mercados, ya había estado cerca de jugar en la entidad de la Ribera, incluso hace algunos años contó: “Llegué a sentirme jugador de Boca cuando la posibilidad estuvo cerca, pero no se dio en ese momento”.
A pesar de que cuando se encontraba en Europa había comentado que si volvía al país lo haría a Lanús, donde inició su carrera y logró el Apertura 2007 y la Copa Sudamericana en 2013 junto a los Mellizos Barros Schelotto, finalmente eligió al Xeneize en su regreso a la Argentina, club del cual confesó ser hincha desde chico: “De chico era hincha de Boca, lo iba a ver. Admiraba a Riquelme, Guillermo, y Óscar Córdoba. Todo el mundo sabe que soy hincha de Boca”.
Marchesín también tuvo paso por la selección Argentina, aunque casi siempre como suplente. Al mando de Lionel Scaloni, fue parte del plantel que ganó la Copa América en 2021. Del actual plantel de Boca, compartió convocatorias con Chiquito Romero, Javier García y Marcos Rojo.
Con la llegada del nuevo arquero, Boca cuenta con 4 porteros, en principio, para afrontar la temporada: Agustín Marchesín; Sergio Romero, que tuvo que someterse a una intervención quirúrgica en su rodilla que le demandará, al menos, 2 meses de recuperación; Leandro Brey, que con apenas 22 años venía siendo el titular en el arco, dejando grandes actuaciones; y Javi García, que renovó por un año más su contrato.
Ahora tendrá que llegar y ponerse bajo las órdenes de Fernando Gago. La semana pasada, Gremio había informado en un comunicado que el arquero tenía una sobrecarga muscular, así que habrá que esperar a los primeros entrenamientos con la camiseta de Boca para saber su condición física actual.
El mercado de Boca
Con Agustín Marchesín, Boca suma su séptimo refuerzo, siendo un protagonista activo del mercado. Ya se reforzó en todas las posiciones, armando un plantel más amplio para Fernando Gago, de cara a una temporada que le espera competir a nivel local e internacional, con el foco en la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes, que se disputará a mitad de año.
A la llegada confirmada del nuevo arquero, se suman las incorporaciones de Carlos Palacios (4 millones de dólares), Ayrton Costa (3 millones de dólares) y el español Ander Herrera (libre), según Transfermarkt. También hay que sumar a Alan Velasco (10.000.000 de dólares), Rodrigo Battaglia (1.500.000 de dólares) y Williams Alarcón (2.800.000 millones de dólares más la suma por una deuda que tenía Huracán con Boca de US$ 1.200.000 por una vieja transferencia de Franco Cristaldo).
En cuanto a las bajas, se destacan las salidas de Pol Fernández, Nicolás Valentini– ambos libres, el primero a Fortaleza de Brasil y el segundo a la Fiorentina de Italia- y Cristian Medina, que ejecutó su cláusula, dejando 15 millones de dólares a Boca, para irse a Estudiantes de La Plata. Además, Aaron Anselmino, que había sido vendido al Chelsea por una cifra cercana a los 20 millones de dólares y estaba cedido hasta mitad de año, se marchó ahora gracias a la cláusula que tenían los Blues para repescarlo. A estas bajas se sumaron varias nuevas cesiones de juveniles que habían vuelto, como Maximiliano Zalazar a Tigre, Gabriel Vega a Banfield, Gonzalo Morales a Barracas Central, entre otros.