En las últimas semanas, el mercado argentino mostró una marcada volatilidad que sorprendió a inversores, grandes y pequeños, a raíz de movimientos bruscos de precios y oscilación de cotizaciones. El contexto internacional aportó señales potentes: los Estados Unidos anunciaron un fuerte apoyo hacia el Gobierno que pocos actores esperaban con tanta contundencia y urgencia, y este aval intensificó los debates sobre el rumbo económico nacional, la influencia externa y el futuro de los instrumentos financieros.

En este contexto, y en el marco del 61° Coloquio de IDEA, la directora del Grupo Cohen y miembro del comité organizador de la entidad, Anna Cohen, analizó, en una entrevista con Infobae, los factores que explican el salto de volatilidad y las perspectivas abiertas por la situación local y global. Cohen enfatizó que la principal inquietud no proviene del sistema financiero sino del plano político.

Anna Cohen, directora del Grupo Cohen

En su visión, los actores económicos reaccionan frente a datos, tuits y declaraciones de funcionarios, cuyo efecto inmediato se refleja tanto en la cotización del dólar como en la reacción de los mercados de capitales. Cohen sostuvo que la difusión de información se democratizó y que esta tendencia incide en los mercados globales y locales. “La Argentina se abrió al mundo en términos mediáticos y, además, no tiene precedentes el apoyo de Estados Unidos al país”, explicó. Resaltó la magnitud del respaldo norteamericano, que consideró inédito, incluso frente al que México recibió en la crisis del Tequila.

Para la experta financiera, este alineamiento internacional modificó las expectativas sobre el futuro de la economía argentina y trasladó parte de la incertidumbre a la arena política. Cohen marcó que el riesgo más trascendente que observan los actores económicos y financieros se vincula con el desenlace político y las señales que pudieran surgir después de los próximos comicios, el 26 de octubre.

¿Cuál es el riesgo hoy?

En cuanto a la percepción predominante entre operadores e inversores, Cohen subrayó que “el riesgo hoy no es necesariamente financiero, sino político. La principal preocupación radica en si este rumbo se puede sostener después de las elecciones”. El calendario electoral local funciona como un eje sobre el cual giran las estrategias de portafolios, la dolarización de activos y la interpretación de cualquier dato o anuncio proveniente desde el exterior.

Durante su diálogo con este medio, Cohen diferenció los tipos de mercado que conviven en Argentina. Por un lado, destacó el segmento financiero puro, más orientado a la lógica del corto plazo y receptivo a reacciones inmediatas. Por otro, identificó el llamado “smart money”, flujos de capital orientados al largo plazo, proyectos de desarrollo e inversiones productivas. Cohen explicó que sólo después de las elecciones y con el nuevo reparto de bancas en el Congreso los responsables de este último perfil decidirán desembarcar de modo más sostenido en el país.

Las definiciones políticas, en especial la capacidad de construir consensos y avanzar con reformas estructurales, retienen un lugar central en el análisis de la empresaria. A su entender, sólo la composición del Congreso y la claridad respecto de qué fuerzas sostendrán las reformas determinarán el arribo de fondos externos con horizontes extensos. Cohen puntualizó que “la sensación generalizada es que nada definitivo ocurrirá hasta tener una lectura clara de los resultados políticos y la composición que surge de las elecciones”.

Dólar de equilibrio

La volatilidad, lejos de disiparse, permaneció en la escena incluso después de los anuncios estadounidenses. Cohen advirtió que la persistencia de oscilaciones dependerá de la percepción acerca del nivel de equilibrio del dólar, una variable que, en su parecer, constituye un instrumento político antes que técnico o financiero. El comportamiento de la demanda local de dólares demostró la tensión, donde los intentos de dolarización conviven con la intervención oficial que sostiene determinados valores, pero sin transmitir estabilidad de largo plazo.

En relación al precio actual del dólar, Cohen sostuvo que “no es el momento para ver cuál es el dólar de equilibrio en este momento, porque hay muchísima volatilidad”. El Tesoro opera como sostén de un rango que no logra tranquilizar a los actores económicos, y la población financiera busca dólares como refugio ante la inminencia de eventos binarios ligados a la agenda electoral. La empresaria subrayó que la demanda en el mercado responde menos a fundamentos económicos y más a la necesidad de cobertura frente a un futuro incierto.

Consultada sobre la viabilidad de las reformas, Cohen abordó los desafíos concretos que enfrenta el empresariado argentino. Destacó la necesidad de avanzar hacia una nueva estructura tributaria y una revisión de los costos laborales no salariales, que impiden que el esfuerzo real de las empresas repercuta en el ingreso de los trabajadores. Desde IDEA priorizaron la eliminación de tributos distorsivos y la corrección de la informalidad, fenómeno que genera competencia desleal y erosiona el tejido productivo. “Hace falta un escenario más favorable y consensos para avanzar, aunque los tiempos no serán inmediatos”, remarcó.

Entre los participantes del coloquio de IDEA predomina la visión de que las señales llegadas desde las elecciones provinciales pueden desencadenar un proceso de acuerdos. El empresariado expresó disposición para esperar procesos graduales, siempre que exista un horizonte de certidumbre y señales políticas. Cohen sintetizó: “Los empresarios estamos acostumbrados al largo plazo, pero hace falta eliminar impuestos distorsivos y revisar costos laborales no salariales, porque el esfuerzo no siempre llega al bolsillo de los trabajadores”.

Otro dato relevante del testimonio de la empresaria es la referencia al dilema sobre el destino de las inversiones en este contexto de incertidumbre. Cohen fue prudente al responder preguntas sobre estrategias recomendables, pero dio pistas sobre la preferencia por los instrumentos de bajo riesgo y aquellos que respaldan el valor en moneda local ante los crecientes costos e ingresos en pesos. Sostuvo que, para el corto plazo, “optaría por fondos comunes de inversión que protejan los gastos en pesos”. Si la posición del inversor permite asumir un mayor riesgo, los bonos Dollar Linked aparecen como una opción interesante dentro de la oferta local.

El fenómeno de la dolarización inundó al mercado durante las semanas previas al proceso electoral. Cohen lo atribuyó a la naturaleza binaria e incierta de los resultados que se avecinan, y no a la lógica especulativa de segmentos más sofisticados. La empresaria deslizó que el efecto del corto plazo se traducirá en intentos de refugio mientras los operadores aguardan definiciones en la nueva etapa política.