La inminente llegada de Beto Casella a América TV ha generado un movimiento significativo en la grilla televisiva argentina, según revelaciones recientes de Ángel de Brito en su ciclo de streaming Bondi Live.
El conductor, una de las figuras de América, anticipó que el desembarco de Casella se produciría en febrero, acompañado por casi todo su equipo, y que este cambio implicaría una reconfiguración en la conducción de Bendita, su histórico programa de El Nueve, que lleva dos décadas en el aire.
Durante una de sus emisiones de Ángel responde, el conductor de LAM aseguró que Casella llevaría a sus panelistas salvo a Edith Hermida, quien permanecería en El Nueve para asumir la conducción del programa. La locutora, que forma parte del programa desde 2010, es quien suele reemplazar a Beto ante cada eventualidad. Ahora, quedaría oficialmente al frente del ciclo: «Edith sería a partir del primero de enero la nueva conductora de Bendita”, sentenció de Brito en Bondi Live.
La posibilidad de que Jorge Rial ocupara el lugar de Casella en Bendita también fue objeto de especulación. Tras la difusión de esta versión por parte del periodista Gustavo Méndez, Pablo Layus se comunicó directamente con Rial y compartió su respuesta en el programa Intrusos de América TV. Layus relató: “Le consulté si había una posibilidad y la respuesta fue tajante: ‘Ni en pedo. No me puedo bajar de un éxito como Argenzuela y tengo muchísimo trabajo’. No sé si lo llegaron a tentar”.
En el mismo espacio, Rodrigo Lussich opinó sobre la situación, señalando que le resultaba poco probable que Jorge Rial aceptara conducir un formato ajeno, considerando su agenda actual. Lussich expresó: “A mí me sonaba insólito que agarrara una marca televisiva que no es suya. Él ya hace radio a la mañana, Argenzuela y el streaming… En Bendita, para mí, Edith Hermida es el reemplazo natural”.
Mientras tanto, la continuidad de Bendita en El Nueve está asegurada, aunque con una nueva etapa bajo la conducción de Edith Hermida, un secreto a voces al que solo le falta la confirmación. Luego, habrá que ver quiénes la acompañan en el desafío de seguir adelante con un producto instalado sin el sello de su creador.
El comienzo menos pensado
El inicio de la carrera televisiva de Beto Casella estuvo marcado por un hecho inesperado: la publicación de un libro de chistes que no solo le permitió adquirir su primer departamento, sino que también lo catapultó al mundo de los medios. El propio Casella relató que, en 1994, gracias a una propuesta de Luis Majul, entonces su jefe, logró concretar ambos hitos en su vida profesional y personal.
Beto Casella recordó en el programa La noche perfecta (emitido por El Trece y conducido por Sebastián Wainraich) cómo surgió la oportunidad que cambiaría el rumbo de su carrera. Explicó que, en aquella época, la editorial Planeta tenía un éxito rotundo con libros de chistes de gallegos, impulsados por el periodista Ricardo Parrotta, conocido como Pepe Muleiro. Mientras tanto, la editorial Sudamericana, competencia directa, se había quedado rezagada en ese segmento.
Según relató Casella, Majul, quien era asesor de Sudamericana y compañero suyo en la redacción de Somos, le propuso el desafío: “Betito, ¿te animás a hacer un libro de chistes para Sudamericana?”. Ante la consulta sobre el plazo, la respuesta fue contundente: “Un mes”. Casella subrayó la dificultad de la tarea en una época sin acceso a internet, donde la recopilación de chistes dependía de la memoria y de preguntar a colegas. Además, debía encontrar un enfoque original, ya que el mercado estaba saturado de chistes de gallegos.
Así nació Los últimos y más terribles chistes de judíos, gallegos, argentinos e italianos, que, según sus palabras, fue el libro más vendido de 1994. Consultado por Wainraich sobre si realmente había comprado un departamento con las ganancias de ese libro, Casella confirmó: “Sí, con ese librito me compré el PH en Haedo”. Detalló que, durante la elaboración del libro, clasificaba chistes de distintos tipos de personajes, como cancheros y fanfarrones, lo que le permitió estructurar el contenido de manera atractiva para el público.