El pasado 11 de abril, Netflix estrenó en su catálogo la miniserie española El jardinero, un thriller de seis episodios protagonizado por Álvaro Rico (28) y la actriz mexicana Cecilia Suárez (53), que sigue la historia de Elmer y de su controladora madre, la China Jurado, gestora de un vivero que funciona como tapadera de un próspero negocio clandestino de asesinatos por encargo. Para Elmer, matar es la cosa más fácil del mundo, ya que un accidente que tuvo a los seis años le quitó la capacidad de sentir emociones. Sin embargo, todo cambia cuando planea el asesinato de la encantadora Violeta, una maestra de guardería con la que descubre lo que es el amor.

Era importante que la serie no se nos fuera a una cosa muy dark y de asesino en serie, sino que se centrase en la historia de amor entre Elmer y Violeta”, remarcó Rico en diálogo con Esquire sobre la nueva apuesta de Netflix, que se convirtió en un éxito inmediato y al día de hoy continúa en el top 10 de lo más visto en la plataforma de streaming.

Para este actor oriundo de La puebla de Montalbán, Toledo, que cautivó al público con su interpretación cargada de gestos sutiles y movimientos cuasi robóticos, uno de los grandes desafíos a la hora de componer este personaje fue alejarse lo máximo posible del “cliché fácil” de psicópata. “Estaba enamorado de este personaje al que yo describo como maravillosamente extraño. Dentro de esa extrañeza, me enamoraba que tuviera eso de que a veces te puede dar rechazo y a veces lo quieres abrazar”, dijo a GQ España.

Álvaro Rico es el protagonista de El jardinero

Y si bien aseguró que no le gusta buscar referencias a la hora de encarar un personaje porque prefiere evitar caer en la copia, en el caso de El jardinero sí tuvo que acudir a material de archivo que le sirvió de apoyo para darle el tono adecuado a Elmer, como los libros Almendra (2017, de la autora surcoreana Won-Pyung Sohn) y Desde el jardín (2006, Jerzy Kosinski), además de otras películas y series.

“También recurrí a ciertos pilares científicos en los que basarme”, agregó a GQ sobre el proceso de composición de su personaje. “Con una amiga psiquiatra descubrimos lo que es la alexitimia, una enfermedad que no es exactamente lo que le pasa a Elmer, porque hay mitad de verdad y mitad de ficción, pero que sí es lo más cercano a lo que contamos en esta historia. Las personas con alexitimia no pueden reconocer sus propias emociones. No es que el cuerpo no las sienta porque sí pueden tener reacciones físicas, pero el individuo no sabe definirlas, no sabe lo que está sucediendo, no sabe poner nombre a esas respuestas físicas. Entonces, saber cómo son este tipo de personas en la vida real me permitió llevármelo a Elmer”.

A más de dos semanas de su estreno, la serie se sigue ubicando como una de las más vistas en la Argentina y el mundo

El fenómeno de Élite

En 2017, Álvaro Rico debutó en televisión con dos pequeñas participaciones en Velvet Colection y en Centro Médico. Solo un año después conoció la fama internacional de la mano de Élite, la segunda creación original de Netflix en España y uno de los grandes éxitos de la plataforma, que finalizó en julio pasado después de ocho temporadas.

Allí, durante los primeros tres años, el toledano integró el elenco principal como Polo Benavent, un joven de clase alta que con su arrogancia intenta ocultar su ansiedad y sus inseguridades, y que comienza a experimentar su bisexualidad durante su relación con Carla (Ester Expósito, con quien fue pareja en la vida real), su novia desde los 12 años. “A mi madre lo que menos le puede sorprender a día de hoy es que salga su hijo en una serie haciendo un trío. Con mis padres tengo una relación muy sana. No es que les cuente toda mi vida íntima, pero en mi casa nunca han existido muchos tabúes, nunca ha sido incómodo hablar de sexo. Y a eso hay que añadirle que tengo muy poca vergüenza”, reconoció el actor durante una entrevista con Esquire en 2019.

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Sobre la fama meteórica a la que tanto él como sus compañeros se vieron expuestos repentinamente, Rico reflexionó: “Cuando te viene todo este fenómeno, lo vives y lo gestionas como puedes. Hay momentos en los que te lo pasas genial y otros en los que no entiendes nada y juegas a ser una estrella. Y luego piensas que mejor te quedas en casa porque te da todo mucho miedo. Éramos muy jóvenes”.

Hoy, en retrospectiva, el intérprete dice que recuerda esa experiencia con nostalgia porque lo hace pensar en la camaradería que tuvo con sus compañeros, “esos chiquillos salvajes” que, al igual que él, “querían ser actores y comerse el mundo”. “Hace tiempo que supe quedarme con un agradecimiento a lo que pasó aquellos años. Cada vez lo recuerdo más como un cuento que voy rellenando de manera un poco imaginaria porque tampoco tengo tanta consciencia de lo que pasó, de lo que hice, de lo que no”, explicó a El periódico.

Después de Élite, cuyo final no vio, el actor continuó su carrera en proyectos como El Cid (2020), Alba (2021), La caza. Tramuntana (2021), Sagrada familia (2022), Hasta el cielo: la serie (2023) y Las abogadas (2024), mientras que para la pantalla grande integró los elencos de Invasión (2024) y La buena suerte, que el mes pasado se presentó en el Festival de Málaga.

De Toledo al mundo

Aunque se crio arriba de un escenario y toca la guitarra desde los cinco años, de chico, Rico no soñaba con ser un actor profesional. “Yo no recuerdo un momento en el que dijera ‘quiero ser actor’. Desde que abrí los ojos estuve en un escenario porque vengo de familia flamenca. Estuve en una compañía de jotas y hacía teatro, pero nunca he sido un niño actor en cuanto a que se pensase que iba a dedicar mi vida a esto». Recién durante su adolescencia comenzó a formarse más seriamente, hasta que decidió viajar a Madrid y audicionar para la Real Escuela Superior de Arte Dramático. “Quién sabe qué hubiera pasado si no me hubieran elegido, pero lo hicieron y aquí estoy”.

Cultor del bajo perfil, Rico aseguró que, entre el éxito, la fama y la posibilidad de recorrer el mundo con su trabajo, el mayor lujo al que puede aspirar es que su vida privada siga siendo suya. “Quiero poder hacer una vida normal y que la gente, si me reconoce, sea muy respetuosa”.

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Por eso, su pueblo es ese hogar que lo mantiene con los pies sobre la tierra, donde vuelve cada vez que el cuerpo se lo pide y donde sigue siendo el mismo Álvaro de siempre. Al igual que en su familia, donde tampoco se habla del éxito, sino de a quién le toca ir a comprar el pan. “Mis padres son muy ajenos a todo esto y yo también he hecho un trabajo para que siga siendo así. Internamente, nos reímos de todo. Había dos opciones. La primera, que todo el mundo esté en un continuo estado de ‘guau, Álvaro’ y que todo eso se convierta en una flipada constante. La segunda opción era reírnos de todo lo que está pasando, que es el verdadero secreto”, reveló a la revista ¡HOLA!

Y así como estar con los suyos es su cable a tierra, Álvaro también disfruta de otras actividades que le permiten desconectarse del ruido exterior, como cocinar, bucear, hacer running y pasear con su perra Roma. “Siempre estoy haciendo deporte”, aseguró en una entrevista.

El actor junto a su perra Roma. Álvaro Rico junto a los actores Jason Fernández y Pol Hermoso, sus compañeros de elenco en la serie Alba

Poco y nada se sabe sobre su vida amorosa después de su ruptura con Ester Expósito (25) en 2019. “Ya no estamos juntos, pero la quiero muchísimo”, había dicho a ¡HOLA!, en ese momento. “Sigo teniendo una buena relación con ella y nunca la voy a perder, aunque la prensa pueda decir muchas cosas. Pero todo lo que he vivido en Élite ha sido maravilloso, conocer a todos mis compañeros. Me llevo más que una serie, me llevo amigos, me llevo relaciones y me llevo amor. Y seguirá siendo así siempre».

Ester Expósito y Álvaro Rico se conocieron en el set de Élite y su romane en pantalla traspasó la ficción y se volvió real. Terminaron su relación a mediados de 2019