Lo que comenzó como una investigación por el robo de un celular en la estación de subte Plaza Miserere terminó con el hallazgo de 137 teléfonos móviles, notebooks, tablets y cientos de chips escondidos en los lugares más insólitos dentro de una galería comercial en el corazón del barrio porteño de Once.
La causa se originó a partir de la denuncia de una mujer, quien reportó el robo de su celular el 13 de junio. Se lo sustrajeron en una de las bocas de acceso de la Línea A del subte. A través de la geolocalización del dispositivo, la víctima indicó que el aparato se encontraba activo en inmediaciones de una galería ubicada sobre la avenida Pueyrredón.
Fue entonces cuando la Policía de la Ciudad inició tareas de campo que derivaron en la identificación de ocho locales dentro de la galería, supuestamente, dedicados a la venta y reparación de celulares.
Durante las observaciones previas, los policías advirtieron que en la vía pública se encontraban personas ofreciendo “reparaciones”, pero en realidad, según relataron, se dedicaban a la venta de celulares por encargo, acordando la entrega del modelo solicitado para el día siguiente y en un horario que el vendedor definía.
Con estos datos, la Justicia autorizó el allanamiento de los ocho locales, lo que permitió descubrir un panorama inesperado. En medio de la inspección, los agentes encontraron teléfonos ocultos dentro de pavas eléctricas, mochilas de inodoros, tachos de basura, detrás de heladeras, en el suelo bajo el lavamanos y hasta en una bolsa de residuos en la escalera de acceso a una planta superior.
También detectaron una oficina en el primer piso, donde se halló una notebook con un celular conectado ejecutando un software de hackeo, junto a más dispositivos sin documentación.
En total, fueron secuestrados 137 celulares, entre ellos 53 iPhone, 45 Samsung, 28 Motorola, 3 Huawei, 2 LG, 1 Xiaomi, 4 Redmi y 1 TCL, además de seis tablets, dos notebooks (una Samsung y otra Elitebook), tres dispositivos POSNET de cobro electrónico y 600 tarjetas SIM de dos compañías de telecomunicaciones.
El operativo fue encabezado por la División Investigaciones Comunales 3 (DIC3) de la Policía de la Ciudad, se desarrolló en la galería “La Juanita”, ubicada en la avenida Pueyrredón, casi esquina Rivadavia, y contó con la orden del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº41, a cargo de Edmundo Rabbione.
Durante el procedimiento fueron identificadas 17 personas, entre ellas J.L.Q.M., J.P.C.G., de nacionalidad peruana y con pedido de paradero vigente emitido por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 4, a cargo de Ariel Lijo; y R.G., señalado como el encargado de la galería, cuyo nombre surgió vinculado a una denuncia previa por la venta de un iPhone robado mediante una operación en la aplicación de compra y venta.
En todos los casos, la Justicia resolvió no adoptar medidas restrictivas de libertad y limitarse a informar a los involucrados sobre las actuaciones en curso.
Durante el despliegue, se presentó en el lugar otra víctima, quien había aportado una denuncia realizada días atrás por el robo de su iPhone 15. Al cotejar el IMEI proporcionado, los oficiales confirmaron que el dispositivo se encontraba entre los secuestrados.
Otro caso similar ocurrió con un teléfono hallado encendido que llevaba una etiqueta escrita a mano: “Robado +54 1126467592”. Al comunicarse con ese número, respondió una mujer, quien afirmó que el celular pertenecía a su hermano, a quien también se lo habían sustraído.
La galería fue clausurada con fajas de seguridad, y todos los aparatos incautados fueron remitidos a disposición del juzgado interviniente.