Entre el lunes y el martes de la semana próxima, el río Uruguay alcanzará sus niveles más altos en las ciudades de Concordia y Salto, mientras que ese mismo repunte se registrará un día después en Colón y Concepción del Uruguay.
Así lo anticipó el ingeniero Guillermo Collazos, titular del Área de Hidrología de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, quien explicó que el fenómeno hidrológico continúa desarrollándose y que, aunque por el momento se mantiene en los parámetros de una creciente ordinaria, se esperan niveles superiores a los observados a comienzos de junio.
“El nivel del río aguas abajo no superaría los umbrales de evacuación”, aseguró Collazos en diálogo con medios locales, quien al mismo tiempo recomendó mantenerse atentos a los partes oficiales, ya que la situación puede variar de un día a otro.
Actualmente, el fenómeno es monitoreado en tiempo real por el equipo técnico del complejo binacional, que ejecuta maniobras para reducir el nivel del embalse, intentando atenuar el impacto aguas abajo.
Las lluvias registradas en la zona de Santo Tomé, en la provincia de Corrientes, donde cayeron más de 240 milímetros en apenas cuatro días, representan uno de los principales factores que sostienen el caudal elevado. El especialista precisó que se espera un período sin lluvias de tres a cuatro días en la cuenca media, pero advirtió que las precipitaciones podrían continuar en la cuenca alta del río Uruguay, lo que prolongaría el ingreso de caudales.
“Es una crecida que se está desarrollando todavía, por lo que no está exactamente definida la situación o hasta dónde podría progresar”, indicó Collazos en declaraciones recogidas por el medio Diario Río Uruguay, al tiempo que destacó la dinámica del sistema hidrológico. “Lo que hoy pensamos que sucedería puede modificarse un poco, o bastante, de un día para el otro”, remarcó.
En este contexto, desde el organismo recomendaron a la población interesada que consulte diariamente el comunicado hidrológico oficial, ya que las previsiones se actualizan cada día en función de las condiciones meteorológicas y los niveles de los distintos tramos del río.
Mientras tanto, el nivel del embalse de Salto Grande no descenderá de los 32,70 metros, según las proyecciones más recientes. “Se está disminuyendo el nivel del embalse para atenuar esa crecida, que por ahora tiene carácter de ordinaria”, detalló el funcionario. Esta acción, si bien no detiene el incremento del nivel en las ciudades ubicadas aguas abajo, permite amortiguar parte de la presión que ejerce el caudal acumulado.
Consultado sobre si este escenario podía ser comparable con la crecida registrada el año pasado, el especialista fue categórico: “Lo del año pasado fue superior, sin lugar a dudas”. Aquella crecida fue consecuencia de lluvias de gran magnitud en el estado brasileño de Río Grande do Sul, lo que provocó una situación extraordinaria en toda la cuenca. En cambio, lo que se espera para la próxima semana continúa, hasta el momento, dentro de los parámetros de un evento habitual.
A pesar de que la situación se mantiene bajo control técnico, el impacto podría sentirse en actividades vinculadas al río, como la navegación o el uso recreativo, especialmente si se sostienen los niveles elevados durante varios días. Desde la Comisión Técnica Mixta reiteraron que la crecida sigue su curso y que el monitoreo constante permitirá tomar medidas preventivas en caso de que los niveles superen los márgenes previstos.
En Concordia, los antecedentes recientes de evacuaciones masivas ocurridas en mayo, cuando el nivel del agua superó los 13,50 metros y obligó a evacuar a más de 160 familias, siguen frescos. Aquella situación derivó en el traslado de cientos de personas a domicilios particulares y centros de evacuación, con apoyo logístico de las autoridades locales, fuerzas de seguridad y organismos provinciales.
Por eso, aunque la actual crecida no reviste por ahora el mismo nivel de gravedad, las autoridades insisten en mantener una actitud preventiva y seguir las actualizaciones oficiales.