Al menos 36 personas murieron y 207 resultaron heridas en Gaza durante los operativos de distribución de ayuda humanitaria de este martes, según informaron autoridades de salud palestinas.
En el sur de Gaza, cerca de la ciudad de Rafah, al menos ocho civiles fallecieron cuando intentaban recibir asistencia alimentaria en las inmediaciones del sitio de distribución, de acuerdo con informes del Hospital Nasser, mientras que en el norte del enclave, dos hombres y un niño perdieron la vida y al menos 130 personas resultaron heridas, sumó Nader Garghoun, portavoz del Hospital al-Awda.
Garghoun indicó que la mayoría de las víctimas en esa zona estaban siendo atendidas por heridas de bala, una muestra de la magnitud de los episodios violentos que se han vuelto imágenes habituales, con miles de residentes desesperados intentando acceder a suministros básicos en medio de la aguda crisis.
Según corroboró The Associated Press con vecinos del lugar, las fuerzas israelíes abrieron fuego con drones y tanques pasadas las 2:00 horas de la madrugada, cuando numerosas personas ya esperaban a varios cientos de metros del sitio central de entrega de ayuda.
El horario, explicaron las personas consultadas, responde a que la gente suele congregarse durante la noche y primeras horas del día para intentar evitar la aglomeración habitual y aumentar sus posibilidades de recibir alimentos.
“Las fuerzas israelíes abrieron fuego indiscriminadamente mientras miles intentaban alcanzar el sitio de reparto alimentario. Todos los días, la gente muere solo por intentar conseguir comida para sus hijos”, lamentó Abed Haniyah.
Asimismo, en esta última jornada, tres paramédicos palestinos murieron en un ataque israelí en Ciudad de Gaza, según informó el Ministerio de Salud local, mientras brindaban socorro tras un bombardeo contra una vivienda ubicada en la calle Jaffa.
Durante sus labores, un segundo ataque impactó el edificio donde se encontraban, de acuerdo con el reporte del Ministerio.
El Ejército israelí evitó referirse a estos casos y sostuvo en un comunicado que había realizado disparos de advertencia contra personas a las que calificó como “sospechosas”, que se aproximaron a sus posiciones antes de la apertura oficial del punto de distribución, en un intento por tomar distancia de la versión de los locales.
A su vez, mencionó que en las últimas horas se habían atacado “docenas de objetivos” presuntamente relacionados con la infraestructura terrorista de Hamas, incluidos lanzaderas de cohetes, aunque sin brindar mayores detalles.
Por su parte, la Fundación Humanitaria de Gaza afirmó que no se han registrado incidentes violentos dentro o cerca de los puntos de entrega de ayuda en sí, pero insistió en que la población debe circular únicamente por rutas de acceso designadas, para procurar las mejores condiciones de seguridad en los operativos.
Desde que Israel reinició los operativos de entrega de ayuda humanitaria, al menos 163 personas han perdido la vida y 1.495 han resultado heridas en varios tiroteos registrados cerca de los sitios de distribución, de momento gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza.
Estas instalaciones operan en sectores bajo control militar y las propias Fuerzas de Defensa han admitido anteriormente la ejecución de disparos de advertencia hacia personas que, según sus reportes, se aproximaban de manera inusual.
Expertos internacionales y trabajadores involucrados en la ayuda social alertan que el bloqueo impuesto por Israel y la operación militar que lleva a cabo en el enclave, que ya se extiende por más de 20 meses, han empujado a Gaza hacia el umbral de la hambruna.
Israel y Estados Unidos defienden la implementación del nuevo sistema de distribución de alimentos argumentando que así se previene que Hamas se apropie de la ayuda humanitaria y la utilice para financiar actividades armadas; sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), responsable durante años de una red logística capaz de entregar asistencia a todos los sectores de Gaza, sostiene que no existe evidencia de desvíos sistemáticos de ayuda hacia fines ajenos al destinatario original.
De hecho, tales son las críticas que ni la ONU ni las principales ONG humanitarias han optado por colaborar con el nuevo esquema de entrega, por considerar que vulnera los principios humanitarios al permitir que Tel Aviv determine a quién se asiste y obligue a los palestinos a desplazarse hacia solo tres centros de reparto operativos.