El Ministerio de Economía informó que la licitación de deuda en pesos de este miércoles -la última de relevancia antes de las elecciones bonaerenses- finalizó con un porcentaje de renovación superior a los vencimientos de esta semana, que por distintas medidas del Gobierno habían pasado de casi $14 billones a unos 7,7 billones de pesos.
El secretario de Finanzas Pablo Quirno informó que en la licitación de deuda en pesos de este martes se adjudicaron $7,67 billones, sobre un total de ofertas por $8,3 billones, por lo que en términos netos el Gobierno absorbió $700.000 millones. El resultado implicó una refinanciación del 114,66% respecto de los vencimientos del día, lo que refleja que el Tesoro no solo logró refinanciar sus compromisos sino que consiguió financiamiento adicional. En las últimas operaciones de este tipo el roll over había sido insuficiente para la cobertura de todos los vencimientos.
Según precisó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, la colocación se concentró en Lecap y Tamar, mientras que las alternativas dollar linked quedaron desiertas. En el caso de las letras a tasa fija, se adjudicaron $1,59 billones en la Lecap con vencimiento al 30 de septiembre de 2025, $0,9 billones en la Lecap a enero de 2026 y $0,54 billones en la Lecap a febrero de 2026. En paralelo, los bonos ajustados por la TAMAR absorbieron la mayor parte de la demanda: $3,34 billones con vencimiento a enero de 2026 y $1,28 billones a febrero de 2026.
A través de distintas medidas, el Gobierno había preparado el terreno para evitar una colocación de deuda por debajo de los vencimientos y tener que salir luego a absorber pesos sobrantes que puedan presionar al tipo de cambio, en un momento clave político por la cercanía de las elecciones legislativas bonaerenses.
En los informes previos a la última licitación de agosto, las consultoras coincidieron en remarcar la importancia de los cambios recientes en la política monetaria y la estrategia del Tesoro para despejar vencimientos inmediatos.
Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) se destacó que, en la víspera de la subasta, “se registraron volúmenes operados inusuales en el BONCAP con vencimiento en febrero (T13F6)”. Según el informe, el monto nominal alcanzó $474 mil millones, casi el triple del máximo previo de $160 mil millones observado la semana pasada. “Este salto sugiere una posible intervención por parte del BCRA en la curva”, advirtieron, y explicaron que la maniobra podría haber estado orientada a “contener los rendimientos en la previa de la licitación”.
En la misma línea, PPI recordó que el Banco Central había anunciado una modificación en la composición de los encajes que comenzó a regir de manera automática, además de una suba que entrará en vigor el 1° de septiembre. “Ahora 2 puntos porcentuales adicionales podrán ser integrados como encajes remunerados para cuentas corrientes, cajas de ahorro y adelantos”, mientras que desde septiembre “los encajes para todos los depósitos se elevarán en 3,5 puntos porcentuales, integrables con títulos públicos”.
Por su parte, Cohen describió que la oferta del Tesoro en esta licitación se concentraba en “una única alternativa de corto plazo con la Lecap S30S5” (al 30 de septiembre), mientras que el resto de los instrumentos estaban orientados a plazos más largos: reaperturas de Lecaps a enero y febrero de 2026 (S16E6 y S27F6), un dollar linked de corto plazo (D30S5) y dos TAMAR con vencimientos en enero y febrero de 2026 (M16E6 y M27F6).
Para la consultora, con la última suba de encajes de 3,5 puntos —integrables con títulos públicos a más de 60 días en suscripción primaria— “todo sugiere que la estrategia del Gobierno apuntaría a estirar duration y despejar los vencimientos más inmediatos”.
En cuanto al mercado secundario, Cohen subrayó que, tras la fuerte caída del lunes, la renta fija en pesos tuvo una rueda positiva: “Los bonos CER fueron los más destacados, con subas del 1,3 por ciento”. Al mismo tiempo, la curva a tasa fija avanzó 0,9%, con una compresión de rendimientos de 3,7 puntos porcentuales hasta un promedio del 51% TNA.