El aire acondicionado en modo calor requiere mayor inversión inicial pero sirve todo el año (Foto: Shutterstock)

Mantener la casa caliente durante el invierno representa un desafío especial para quienes no cuentan con acceso a gas natural o no pueden usar estufas a gas. La calefacción segura a gas sigue siendo más eficiente y económica para grandes ambientes, pero muchos argentinos recurren a dispositivos eléctricos para atravesar los días más fríos. Ante temperaturas bajo cero y un consumo energético que repercute en el costo de las facturas, elegir el artefacto correcto resulta clave para optimizar el gasto.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipó una semana especialmente fría en gran parte del país, con mínimas por debajo de 0 °C y heladas marcadas en provincias del centro y el sur. La Ciudad de Buenos Aires registró -1,4 °C al inicio del día de hoy, la temperatura más baja del año hasta el momento, lo que obligó a miles de personas a encender artefactos eléctricos durante la noche.

En este contexto, se destacan cuatro opciones principales para calefaccionar un dormitorio o un ambiente mediano sin gas: el panel calefactor eléctrico, el caloventor, la estufa eléctrica (en versiones halógenas, cerámicas o convectoras) y el aire acondicionado en modo calor. Cada alternativa presenta diferencias notorias en consumo eléctrico, capacidad de calefacción y facilidad de instalación.

Comparativa de alternativas eléctricas para calefaccionar

Panel calefactor eléctrico

  • Consumo: 0,6 kWh por hora.
  • Ventajas:
    • Bajo consumo.
    • No requiere instalación profesional.
    • Saludable: no vicia el aire ni genera polvo.
    • Compacto y liviano.
  • Desventajas:
    • Calienta menos que otras opciones.
    • Necesita buena aislación del ambiente.
    • Requiere permanecer encendido varias horas en lugares muy fríos.

Caloventor

  • Consumo: 2 kWh por hora.
  • Ventajas:
    • Bajo costo inicial.
    • Calienta rápido espacios pequeños.
    • Fácil de transportar.
  • Desventajas:
    • Alto consumo eléctrico.
    • Costoso para uso prolongado.
    • No apto como fuente principal de calefacción.

Estufas eléctricas (halógenas, cerámicas, convectores)

  • Consumo: entre 0,8 y 2 kWh por hora.
  • Ventajas:
    • Costo inicial moderado.
    • Modelos con termostato para controlar consumo.
    • Aptas para ambientes medianos.
  • Desventajas:
    • Consumo elevado en modelos más potentes.
    • Requieren supervisión en ambientes con niños o mascotas.

Aire acondicionado en modo calor

  • Consumo: aproximadamente 1 kWh por hora (a 20 °C).
  • Ventajas:
    • Sirve todo el año (frío/calor).
    • Eficiente con tecnología inverter.
    • Calienta ambientes grandes bien aislados.
  • Desventajas:
    • Mayor inversión inicial.
    • Instalación profesional obligatoria.
    • Aumento de consumo por cada grado extra en el termostato.

Los paneles calefactores eléctricos funcionan mediante resistencias que convierten energía eléctrica en calor sin utilizar ventiladores, por lo que se consideran de bajo consumo. Su potencia típica ronda los 600 watts por hora, consumo que resulta aproximadamente tres veces menor al de un caloventor y casi la mitad de un aire acondicionado en modo calor. Estos paneles no requieren instalación profesional, suelen fijarse a la pared o incluir soportes móviles y son aptos para ambientes bien aislados. Entre sus ventajas se encuentran el bajo peso, la facilidad de traslado y la posibilidad de ahorrar hasta un 70 % en la factura eléctrica respecto de otras opciones. Además, al no viciar el aire, se consideran saludables, ya que evitan la proliferación de ácaros, hongos y bacterias.

El caloventor es la opción más económica para comprar, pero la más costosa en consumo eléctrico prolongado (Freepik)

Sin embargo, su capacidad de calefacción está limitada: en habitaciones con muchas ventanas o filtraciones de aire frío requieren permanecer encendidos varias horas para alcanzar un balance térmico adecuado. Algunos modelos incorporan termostatos automáticos para evitar consumos innecesarios y mejorar la eficiencia.

Por otro lado, los caloventores eléctricos destacan por ser dispositivos baratos y muy accesibles al momento de la compra. Son pequeños, livianos y fáciles de transportar, ideales para usos puntuales como calentar un baño antes de la ducha o un sector reducido de la casa. Sin embargo, son los menos eficientes en consumo eléctrico. Su potencia estándar es de 2.000 watts por hora, más del doble del consumo de un aire acondicionado y más de tres veces el de un panel calefactor. Su gasto eléctrico los convierte en la alternativa más costosa para un uso prolongado.

Las estufas eléctricas tradicionales abarcan modelos halógenos, cerámicos y convectores. Tienen un costo inicial moderado y suelen venderse en el rango de 800 a 2.000 watts por hora de potencia. En el extremo inferior del rango pueden servir para calentar ambientes pequeños con un consumo relativamente moderado, pero los modelos más potentes se asemejan a los caloventores en términos de gasto energético. Se recomienda revisar el tamaño del ambiente para evitar sobredimensionar la potencia y encarecer el consumo.

Los convectores eléctricos funcionan al calentar el aire mediante resistencias internas y distribuirlo por convección natural. Tienen potencias variables entre 1.000 y 2.000 watts por hora. Calientan más rápido que algunas estufas eléctricas y pueden incluir termostatos para controlar el consumo. Su instalación es sencilla, aunque algunos modelos se fijan a la pared. El consumo energético puede ser alto en usos prolongados, especialmente en espacios mal aislados.

El aire acondicionado en modo calor representa una alternativa cada vez más popular para calefaccionar. Aunque implica la inversión inicial más alta y una instalación profesional obligatoria, tiene la ventaja de servir tanto para calefaccionar en invierno como para refrigerar en verano. En modo calor, su consumo promedio ronda 1 kWh por hora si se configura en 20 °C. Es importante tener en cuenta que por cada grado que se sube el termostato, el consumo eléctrico puede aumentar entre 7 % y 9 %. Los modelos inverter mejoran la eficiencia, reduciendo picos de consumo. Un equipo split de 2.200 calorías (clase A o superior) puede calefaccionar un ambiente de entre 50 y 60 m² bien aislado, sin filtraciones de aire.

Las comparaciones de consumo eléctrico sobre una semana (8 horas por noche durante 7 noches) permiten dimensionar los costos relativos de cada alternativa. Para un dormitorio de 10 m², el panel calefactor consume cerca de 0,6 kWh por hora, mientras que un caloventor gasta 2 kWh por hora. En el mismo lapso, un radiador eléctrico o un aire acondicionado inverter rondan entre 0,9 y 1 kWh por hora. Estos valores muestran diferencias significativas en la factura eléctrica, sobre todo si se prolonga el uso durante noches frías consecutivas.

El Servicio Meteorológico Nacional informó la llegada de una masa de aire polar que genera mínimas extremas y sensaciones térmicas muy bajas, impulsando la demanda de artefactos eléctricos para calefaccionar. En ciudades como Rosario se registraron temperaturas comparables a las de San Carlos de Bariloche, consolidándose como la localidad más fría de Santa Fe durante los últimos días. Este fenómeno meteorológico resalta la necesidad de contar con un sistema de calefacción seguro y eficiente para atravesar el invierno.

Especialistas explicaron que es clave diferenciar consumo y eficiencia. Un panel calefactor consume menos electricidad pero calienta menos que un aire acondicionado, por lo que su elección depende del tamaño del ambiente, su aislamiento y el uso previsto. Además, destacaron la importancia de medidas complementarias para mejorar la eficiencia, como sellar puertas y ventanas con burletes, colocar cortinas gruesas o doble vidrio y calentar solo los espacios en uso.