El sociólogo Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), investigador del Conicet y del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se refirió este martes en LN+ a la relación entre las estadísticas de pobreza y los indicadores de consumo y explicó por qué, cuando se comparan esos números, la cuenta “no da”.

Además, consideró que la Argentina está dividida en “tres velocidades”, en la que hay un grupo al que el modelo económico ya no necesita.

El presidente Javier Milei marcó como un hito de su gestión la bajada de la pobreza que, según difundió el INDEC en marzo de este año, se ubicó en 38,1% en el segundo semestre de 2024. Cuando asumió la actual administración, la cifra había trepado a 52,9%.

La inflación, en tanto, se ubicó en la última medición en un 3,7%. Salvia destacó las mejoras que muestran las estadísticas, aunque analizó que hay complejidad detrás de los números. Resaltó la poca capacidad de consumo de las familias, el incremento de ingresos a través de programas sociales y la imposibilidad de un tercio de la sociedad de progresar.

La pobreza fue de 38,1 por ciento

Luego de afirmar que hay un incremento de un fenómeno de marginalidad, no solo por los ingresos, sino también por una “marginalidad social y cultural”, Salvia consideró que un tercio del país tiene capacidad de invertir en su propio capital humano, desarrollo, “con buenos empleos y proyectos”. Mientras que, en la otra punta, hay un sector “postergado, que el modelo económico no los necesita”.

Además, el sociólogo indicó que hay una “segunda Argentina”, de sectores medios, aspiracionales, que “la viene remando”. Su rol fue decisivo en las elecciones de los últimos 15 años, aunque son “vulnerables a la pobreza, de acuerdo a los ciclos económicos», con poca capacidad de consumo e inversión.

La Pobreza Estructural, El Gran Drama De La Argentina; Hoy Alcanza Al 38% De La Población

A su entender, el problema de la población con menos recursos es la dependencia que tienen por los programas sociales para no caer en la indigencia o sufrir una pobreza extrema. “No hay una demanda para esa población”, analizó.

Y continuó: “El crecimiento económico en la Argentina viene estancado en los últimos años y, además, cuando se proyecta está apuntado a ese tercio superior, más dinámico, productivo. Pero, hacia abajo no termina de llegar o llega de manera muy marginal, muy miserable, reproduciendo la pobreza estructural de esos segmentos».

La pobreza estructural

Consultado acerca de la ruptura del ascenso social, Salvia indicó que cada crisis produce una nueva capa de segmentos que “arañan y se desprenden de la posibilidad de recuperarse”. A la vez, señaló que, ”por mucho que hayan bajado los indicadores de pobreza por ingreso», quedó una capa de crisis por la liberación de precios, la devaluación y los últimos dos o tres años de agotamiento de un modelo.

Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA

Tras destacar la labor del titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Marco Lavagna, el investigador enfatizó: “Hay procesos que son muy sensibles y que vienen cambiando” e insistió en que hay una mejor estadística en términos de medición de los ingresos, pero no de la capacidad de consumo.

“Por eso, cuando comparás el indicador de pobreza con respecto al indicador de consumo, no te da… la capacidad de consumo no está creciendo como tendría que ser”, planteó.

La recuperación de los sectores

Para Salvia, hay un sector que se está recuperando más rápidamente y otro que está mucho más postergado. En esa misma línea, remarcó que este último consiguió aumentar un 70% en términos reales sus ingresos gracias a programas sociales, pero no tienen más trabajo. “Tienen más ingresos, pero no por trabajo”, afirmó.

“Incluso, tienen menos changas porque las clases medias, vulnerables, demandan menos servicio doméstico, menos jardineros, menos servicios personales”, detalló, al tiempo que completó: “Ese segmento sigue estando cristalizado, en una marginalidad extrema”.

Agustín Salvia también es investigador del Conicet

En una franja central, de acuerdo a sus palabras, los sectores del “medio” encontraron paz socioeconómica vinculada a la caída de la inflación, que les permite planificar.

El empleo formal

Salvia expresó que el empleo formal viene creciendo “muy lentamente” y que todavía no está dado el cambio: “Estamos en la transición de una crisis sistemática”, contrapuso. “Más allá de que algunos celebren de que estamos en lo nuevo, todavía no estamos en lo nuevo. Estamos desarmando lo que se tenía y, mientras algunos segmentos empiezan a progresar, otros siguen cristalizados abajo y los del medio están esperando», reflexionó.

“Los del medio están esperando un proceso de crecimiento, genuino, sostenible, con mejoras”, aseguró. Sobre el final de la entrevista, subrayó que en la actualidad los datos de la pobreza no miden adecuadamente las capacidades de consumo porque no contemplan factores como gastos fijos, que sufren aumentos.