JP Morgan destacó un cambio de escenario financiero para el Gobierno de Javier Milei de cara al período electoral. El banco estadounidense estimó que el salto en el precio del dólar durante julio llevó el tipo de cambio a inicios de agosto a niveles similares a los del primer mandato de Cristina Kirchner, 21% más alto que el promedio de Mauricio Macri y 32% por encima del promedio de la convertibilidad, aunque ahora con un marco macrofinanciero considerado más favorable por la política de déficit fiscal cero de la gestión libertaria.
La medición del banco respalda la opinión de analistas que señalan que la flexibilidad del esquema cambiario, aplicada desde abril tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), brindó al equipo económico de Milei mayor margen para afrontar una etapa de inestabilidad antes de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, en septiembre, y las nacionales, en octubre. Se espera que los recientes movimientos en la cotización de la divisa estadounidense tengan un impacto en los precios considerablemente inferior al registrado durante episodios similares en los últimos quince años.
JP Morgan subrayó que el inicio del tercer trimestre estuvo marcado por un entorno financiero donde el riesgo político era elevado, especialmente ante la proximidad de las elecciones intermedias de octubre. El banco precisó: “Sin embargo, antes de que este evento nacional concentre plenamente la atención del mercado, el foco estará en las elecciones intermedias locales en la provincia de Buenos Aires. Una victoria de La Libertad Avanza (LLA) de Milei y sus aliados el 7 de septiembre podría mitigar rápidamente la prima de riesgo político”.
El informe destacó que agosto comenzó con un tipo de cambio considerablemente más alto, en contraste con los meses anteriores, que estuvieron marcados por un atraso cambiario a lo largo de 2024 y principios de este año. Se trata de una observación similar a la que arrojó el Índice Big Mac, que realiza The Economist. El precio del dólar saltó 13,22% durante julio, el mayor movimiento mensual desde la devaluación de diciembre de 2023, con la que Milei inició su mandato.
Según la entidad financiera, “el tipo de cambio ha experimentado una corrección significativa, volviendo a niveles que recuerdan al promedio del primer mandato de Cristina Kirchner, o un 21% más competitivo que el tipo de cambio real promedio observado durante el gobierno de Macri, antes de la crisis. Para quienes prefieren compararlo con la era de la convertibilidad, el nivel actual se sitúa un 32% por encima del promedio de 1992-2001. En nuestra opinión, el marco macrofinanciero actual, sustentado por la restricción fiscal, es más constructivo que los períodos antes mencionados”.
Más allá de las métricas del tipo de cambio real, JP Morgan destacó que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) adoptó condiciones monetarias más restrictivas al elevar los encajes en 10 puntos porcentuales, hasta el 40%. Según el banco, esta medida contribuirá a evitar una depreciación adicional de la moneda en igualdad de condiciones. Además, anticipó que se reducirá la extrema volatilidad que afectó a las tasas de interés, especialmente en el segmento de corto plazo, conocido como “cauciones”.
En cuanto a la inflación, el banco explicó: “A corto plazo, nos concentraremos en la trayectoria de la inflación. Somos optimistas respecto a que el pass-through será notablemente menos marcado que en los últimos 15 años, aunque una depreciación acelerada de la moneda seguirá repercutiendo en los precios de los bienes transables. Hasta el momento, mantenemos la previsión mensual del 1,8% para julio y aguardamos nuevos acontecimientos”.
En la primera revisión del programa con el FMI, que habilitó un desembolso de USD 2.000 millones, el organismo consideró que “la flexibilidad cambiaria es otro pilar clave de la política monetaria, y la reconstrucción de las reservas es una prioridad clave. El personal técnico celebra la transición a un tipo de cambio más flexible, que ya está ayudando a Argentina a afrontar un contexto externo más complejo”. Sin embargo, el staff del Fondo pidió que el Banco Central desempeñe hacia adelante un papel más activo en la compra de reservas.
“La corrección del tipo de cambio real (subió 10,7% en julio y acumula 23,6% desde la salida del cepo) mejoró significativamente la competitividad de la economía, sin una respuesta inflacionaria inmediata. En el frente externo, el nuevo equilibrio cambiario podría reducir el déficit de cuenta corriente hacia niveles más sostenibles. No obstante, la contracara podría verse en la actividad económica, afectada por la volatilidad de tasas y la incertidumbre cambiaria”, dijo la consultora GMA Capital en un informe reciente.