23 de marzo de 2013, Resistencia. Ese día, Abel Pintos brindó un show en la capital chaqueña. Hasta ahí, nada era raro para él; estaba acostumbrado a tocar frente a su público desde que era joven.
Sin embargo, para Mora Calabrese sí fue un día especial: estaba entre las primeras filas de aquel recital, como una fanática más. Por ese entonces, tenía 25 años, vivía en su ciudad natal y era madre de Guillermina, de cinco años.
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Así se conocieron Mora y Abel. Por eso, consideran que esa noche, 12 años atrás, comenzó todo. Pero aunque celebran su aniversario ese día, fue recién siete años después cuando decidieron formalizar su relación. ¿Qué pasó mientras tanto? Él sostiene que se enamoró en ese instante. Ella, en tanto, estaba casada. “Así que me guardé”, recordó el artista tiempo después.
Dos años más tarde -cuando la empresaria ya había finalizado su vínculo anterior- volvieron a comunicarse y tuvieron un encuentro. Y si bien Mora estaba dispuesta a darlo todo, Abel no estaba convencido. O bien, no estaba preparado para dar ese paso, para mantener una relación estable.
“Un barrilete”
En un principio, el artista nacido en Bahía Blanca en mayo de 1984 usó su agenda de excusa. Si bien es cierto que sus compromisos musicales no eran compatibles con la vida que Calabrese llevaba en su Resistencia natal, y para ese entonces con su niña de siete años, también admitió que fue “tóxico” y que le hizo “daño” a su actual esposa en los primeros momentos de su vínculo.
“Tuvimos muchas idas y vueltas porque yo estaba en una etapa muy distinta a la que estoy ahora. Era un barrilete, barriletísimo”, le dijo él a Andy Kusnetzoff en 2022 en PH – Podemos Hablar.
Y una vez que el intérprete de “Sin principio ni final” se dio cuenta de que quería una relación estable, que estaba enamorado y que Mora era la mujer de su vida, volvió a buscarla. Fue en 2018. “Yo siempre estuve acá”, le respondió la mujer sin titubear, segura y convencida de que había valido la pena esperar durante todas esas idas y vueltas.
Abel fue por todo. Se mudó a Resistencia, y aunque va y viene por sus compromisos musicales, esa es su ciudad. Allí “echó raíces”, sostiene. Le propuso casamiento a Mora, adoptó y le dio su apellido a Guillermina y agrandaron su familia con la llegada de Agustín (el 21 de octubre de 2020) y Rosario (el 12 de septiembre de 2024).
Durante años, Abel fue muy cuidadoso y celoso de su intimidad. Un poco porque no quería blanquear nada ni a nadie y otro poco porque buscaba resguardar a su compañera de vida. Sin embargo, una vez que la eligió para siempre, decidió dejar de ocultarse.
“El amor nos abre el cielo”
En junio de 2017, le hizo su primera declaración pública de amor al ganar su tercer Gardel de Oro, una estatuilla que ya había obtenido en 2013 y 2014. En aquella entrega, le dedicó el premio a su “leona”. Sorprendió a sus fans y a la prensa, que comenzó un recorrido para ponerle nombre y cara a aquella mujer.
Fue recién dos años después, en septiembre de 2019, cuando aparecieron las primeras imágenes robadas. El músico fue captado por una revista de actualidad que lo encontró sonriendo al lado de una mujer. Era la primera vez que se le veía la cara a Mora Calabrese, a quien por ese entonces presentaban como dueña de una marca de indumentaria para adolescentes. Hoy es joyera: tiene su propio emprendimiento en el que confecciona cada accesorio con sus propias manos, y también es socia fundadora de un almacén de alimentos saludables.
Luego de aquella foto de revista, en ese entonces Abel Pintos decidió blanquear su relación a través de sus redes sociales. “¿Es verdad que tenés novia?”, se leyó en una de las preguntas que recibió en su Instagram y que él decidió compartir. “Sí”, afirmó y agregó el emoji de un corazón rojo.
Pese a aquella confirmación, la pareja no se mostró públicamente hasta enero de 2020, cuando Mora lo acompañó en una gira a Uruguay. Meses más tarde, llegó Coco -como apodan a Agustín- y se casaron un año después, en septiembre de 2021.
Al principio, a la empresaria le costó la exposición. Por caso, al momento de su casamiento tenía privado su perfil Instagram. Por ese entonces, solo permitía que 126 personas, entre familiares y amigos más íntimos, pudieran ver su contenido. “El amor nos abre el cielo”, había escrito Mora en su biografía, letra de “Nosotros”, canción que Abel Pintos le dedicó.
Sin embargo, después se amigó con la idea de ser una figura pública, o al menos estar al lado de una, y le quitó el candado a la red social permitiendo que cualquiera tuviera acceso a su contenido. Además, aprovechó la oportunidad para promocionar sus diferentes proyectos laborales.
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También interactúa con sus seguidores y publica fotos de la intimidad de su familia. Por caso, hace unos días, fue ella misma quien hizo referencia a su aniversario con su marido. Y también quien destacó el tiempo que pasó desde que se conocieron hasta que decidieron formalizar la relación.
“A 12 años del día que la vida nos cruzó. Siete años juntos y yo te amo más”, escribió la empresaria en su Instagram, red social en la que tiene más de 100 mil seguidores.
El intérprete de “Oncemil”, por su parte, eligió saludar a su esposa remarcando el tiempo transcurrido desde que se vieron en aquel show de Resistencia. Es que para él, años más, años menos, ese día comenzó su historia de amor. “Cuando te encontré me perdí, en cuanto te vi me enamoré”, recordó el músico homenajeando la canción “A primera vista”, que interpretó con Pedro Aznar en 2013, un año después de haber conocido a quien hoy es su esposa. “12 años de ese instante y para toda la vida”, agregó el artista en la red social en la que tiene casi dos millones y medio de seguidores.