El santuario erigido por las fans de Liam frente al Hotel CasaSur, dos días después de su muerte (REUTERS/Tomás Cuesta)

Este 16 de octubre se cumple un año de la muerte de Liam Payne, el cantante del grupo One Direction que cayó al vacío desde su habitación en el tercer piso del Hotel CasaSur de Palermo, en medio del estupor provocado por una supuesta crisis de salud mental, alimentada por el consumo de cocaína y alcohol.

Había bebido whisky, comprado a las apuradas en un supermercado chino, y champagne, que mezcló con sertralina, un potente antidepresivo que consumía para tratar su adicción. La combinación, había advertido una psiquiatra que lo trató en Estados Unidos, podía causarle alucinaciones, ideaciones suicidas.

Liam, según determinó la Justicia, no estaba al momento de su muerte en poder de decidir sobre su vida.

Entonces, cayó, con 2,7 gramos de alcohol por litro en su sangre, más de cinco veces el viejo límite legal para conducir. Un fuerte traumatismo de cráneo provocado por el impacto fue la herida que le provocó la muerte, de acuerdo a la autopsia posterior.

En su habitación quedaban rastros de cocaína y una televisión destruida. Dos prostitutas que Payne había seleccionado por un conocido sitio web, madres solteras de El Talar de Pacheco e Isidro Casanova, habían dejado el lugar horas antes, lo mismo Rogelio Nores, empresario argentino y su amigo, su contacto local.

El fiscal Andrés Madrea, encargado de esclarecer el hecho, luego de tomar la posta de su colega Marcelo Roma, llevó adelante la investigación. Analizó 800 horas de videos de cámaras de seguridad, ordenó pericias toxicológicas que probaron que Payne fumó cocaína antes de perder la vida y que también lo había hecho en los días previos. También peritó su teléfono.

Liam Payne, la víctima

Así, el experimentado investigador identificó a Braian Paiz, un mesero de un restaurant de Puerto Madero que le vendió droga al inglés horas de su llegada al CasaSur. El fiscal, además, señaló a Ezequiel Pereyra, un trabajador del hotel, al que Liam trató de manera agresiva para que le consiga más droga.

Madrea acusó a ambos por el delito de entrega de estupefacientes a título oneroso.

En tanto, para Nores y dos empleados de jerarquía del CasaSur reservó la imputación más grave: abandono seguido de muerte, luego transformada en homicidio culposo por la jueza Bruniard.

Cheryl Cole, la madre de Bear, hijo de Liam, se convirtió en querellante en el caso a través de un poderoso estudio de abogados local.

El padre de Liam, Geoff Payne, fue un testigo clave en la causa: en Buenos Aires, a través de un traductor, apuntó directamente contra Nores. El empresario, supuestamente, rodeó al cantante en su tratamiento de desintoxicación en Florida.

Braian Nahuel Paiz junto a Liam Payne

La acusación contra Nores -defendido, entre otros, por Rafael Cúneo Libarona- y los gerentes del CasaSur fue desarticulada por la Sala IV de la Cámara Criminal y Correccional, que determinó que Payne era un hombre de libre voluntad, a pesar de su reconocida adicción y de que Nores controlaba sus gastos: la Justicia falló a favor del empresario sin que su celular sea peritado.

La querella de la madre del hijo de Payne no se opuso a que le entreguen su iPhone al empresario, que todavía espera ser abierto por forenses, tal como la computadora Apple de Payne.

Así, solo quedan Paiz y Pereyra por ser juzgados por el caso de Liam Payne; en cuanto a las mujeres que contrató el cantante, permanecen como testigos.

El debate, todavía sin fecha, estará a cargo del Tribunal Oral N°30, presidido por el juez Sergio Paduczak. Graciela Gils Carbó será la fiscal acusadora.

Ambos permanecen detenidos hasta hoy. Paiz permanece en una alcaidía de la Policía de la Ciudad en Chacarita. Pereyra, en tanto, está preso en la cárcel de Marcos Paz.

Por lo pronto, el magistrado notificó el 8 de septiembre pasado a todas las partes.

Paduczak, por otra parte, pidió que Paiz -representado por los abogados Fernando y Juan Pablo Madeo Facente– sea trasladado a un penal federal lo antes posible.

Es improbable que Geoff Payne declare en el proceso; su testimonio, que podrá ser incorporado por lectura, no apunta en ninguna forma al mesero y al ex empleado de Casa Sur.

Idas y vueltas

La causa tuvo sus idas y vueltas: regresó a la Justicia nacional luego de que la parte del expediente que investiga a Paiz -representado por los abogados Fernando y Juan Pablo Madeo Facente– y a Pereyra, hoy con defensor oficial, fuera devuelta desde el fuero porteño, que investiga delitos de narcomenudeo.

Fernando Madeo Facente, por su parte, aseguró en diálogo con Infobae, que será un proceso “corto”, de pocas audiencias, y que existe la posibilidad de que ocurra durante la feria de verano.

Juan Pablo y Fernando Madeo Facente, abogados de Braian Paiz

La defensa de Paiz

Él quiere ser trasladado a la cárcel de Ezeiza”, expresó su hermano Juan Pablo. “En la alcaidía anterior donde estuvo detenido había hacinamiento, situaciones de peleas y demás. La actual es más amplia, mejor”, continuó Juan Pablo.

En su encierro, Paiz, sin antecedentes penales, experimentó los problemas típicos de una celda: sus defensores aseguran que tuvo discusiones con otros detenidos y que fue testigo de peleas.

La Justicia le quitó la prisión domiciliaria en marzo pasado cuando, representado por otros abogados, no reportó un cambio de domicilio al regresar de un departamento en CABA a la casa de su madre en Berazategui, “porque perdió su trabajo en el restaurant”. Una transgresión, quizás, menor.

“Nos resulta extremadamente llamativo que esté en una celda. Es una persona sin antecedentes, de una familia trabajadora, humilde, que jamás ha tenido ningún inconveniente penal y por un delito que no cometió. A él se le imputa la comercialización de estupefacientes, cuando no está probado que haya habido ánimo de lucro ni que haya cobrado“.

El patio del hotel CasaSur, donde Payne perdió la vida

Los abogados defensores no niegan que Paiz, que idolatraba al cantante en su adolescencia y que fue filmado junto a su ídolo en el hotel, le haya entregado cocaína al cantante. Sin embargo, afirman que lo hizo “para consumilar juntos” en el CasaSur.

“En el caso de Braian, no hay pruebas de venta”, insistió el abogado. Es un planteo inteligente. La pena por entrega gratuita es menor a la venta.

Se necesita culpables. Es una causa que ha tenido muchísima trascendencia nacional, pero por sobre todo internacional. El poder judicial necesita mostrar una apariencia de funcionalidad al exterior”, añadió.

Y concluyó: “Braian no siente que tenga que pedir disculpas a la familia de Liam. Lo que ocurrió fue algo consentido entre adultos”.

De vuelta a Paiz, indicó: “Él está bien, dentro de todo lo que se puede estar en la cárcel. Está convencido de que es inocente, al igual que estamos convencidos todos nosotros. No te diría que se lo ve más desganado, pero ya con el paso del tiempo, la expresión le cambió. Más que nada los problemas que está teniendo en la alcaidía».

Paiz tiene mucha ganas de salir, o en todo caso, estar en domiciliaria para esperar el juicio”, finalizó Madeo Facente.