Descender más de cien metros bajo la superficie de Kiev no es una experiencia cotidiana para la mayoría de los viajeros urbanos.
Sin embargo, quienes visitan la estación Arsenalna, en el corazón de la capital ucraniana, se sumergen en un trayecto que ostenta un récord mundial: con 105,5 metros de profundidad, esta estación de metro es la más profunda del planeta.
Desde su inauguración en noviembre de 1960, Arsenalna no solo ha sido un punto neurálgico del transporte público, sino también un atractivo turístico que despierta la curiosidad de miles de visitantes y locales cada día. Según el medio ABC Viajes, la estación se convirtió en un símbolo de la infraestructura urbana de Kiev y en un testimonio vivo de la historia reciente de la ciudad.
Un viaje subterráneo de cinco minutos: la experiencia de Arsenalna
El acceso a Arsenalna no se parece al de ninguna otra estación de metro convencional. El trayecto desde la superficie hasta los andenes implica un descenso de más de cinco minutos, un tiempo inusualmente largo para un sistema de transporte subterráneo.
Los pasajeros deben recorrer dos tramos de escaleras mecánicas que parecen interminables, flanqueados por decenas de carteles luminosos con publicidad de todo tipo. La longitud del trayecto es tal que resulta habitual ver a los usuarios leyendo libros o sentados en los peldaños para hacer más llevadero el descenso.
La estación forma parte de la línea que conecta las dos orillas del río Dniéper, el principal cauce fluvial que atraviesa Kiev. Esta ubicación estratégica en el centro de la ciudad convierte a Arsenalna en un punto de paso obligado para miles de personas.
Una estación con historia que se remonta a la Segunda Guerra Mundial
El nombre de la estación no es casualidad. Arsenalna debe su denominación a la emblemática fábrica Arsenal, situada a escasos metros de la entrada, que durante la Segunda Guerra Mundial se dedicó a la producción de armas para el Ejército Rojo de la Unión Soviética. La construcción de la estación se llevó a cabo en plena época soviética, un periodo en el que la infraestructura urbana de Kiev experimentó una profunda transformación.
La estación fue inaugurada en noviembre de 1960, en un contexto marcado por la reconstrucción y modernización de la ciudad tras los estragos de la guerra. La línea de metro a la que pertenece Arsenalna fue concebida para unir las dos orillas del Dniéper, facilitando la movilidad en una urbe en expansión.
El legado de la fábrica Arsenal y su papel durante el conflicto bélico se refleja en la identidad de la estación, que se ha mantenido como un referente histórico y cultural en la memoria colectiva de Kiev.
Refugio subterráneo y seguridad: la función estratégica de Arsenalna
La profundidad de Arsenalna y de otras estaciones del metro de Kiev no responde únicamente a razones técnicas o geográficas. Según detalla ABC Viajes, muchas de estas infraestructuras fueron diseñadas para servir como refugio en caso de ataques con bombas o catástrofes nucleares, una preocupación latente durante la Guerra Fría. La estación está equipada con sólidas puertas de metal y búnkeres construidos en esa época, destinados a proteger y acomodar a la población en situaciones de emergencia.
Uno de los aspectos más destacados de Arsenalna es la temperatura constante que se mantiene en su interior a lo largo del año. Esta característica convierte a la estación en un lugar idóneo para resguardarse del frío invierno ucraniano, que puede resultar especialmente riguroso en la superficie. Además, los túneles que conducen a la estación están preparados para ofrecer seguridad y comodidad a los usuarios en caso de necesidad, reforzando el papel estratégico que desempeña en la red de transporte de Kiev.
La existencia de centros comerciales subterráneos en la ciudad, con decenas de tiendas que ofrecen alimentos, ropa y otros productos, complementa la función de las estaciones como espacios multifuncionales. Estos complejos subterráneos forman parte del entramado urbano de Kiev y reflejan la adaptación de la ciudad a las condiciones históricas y climáticas de la región.
Un atractivo turístico y cultural en el corazón de Kiev
Más allá de su función como nodo de transporte y refugio, Arsenalna se ha consolidado como un atractivo turístico de primer orden. La sobria decoración de la estación, que combina bancos de madera, paredes de mármol color crema, techos de bóveda de yeso blanco, pilares grises y detalles de bronce, contribuye a crear un ambiente singular que atrae a visitantes y curiosos. Pese a la austeridad de su diseño, la estación se convirtió en un punto de interés para quienes desean conocer uno de los hitos de la ingeniería subterránea mundial.
La proximidad de Arsenalna a lugares emblemáticos de Kiev, como la plaza del Maidán, el Monasterio de las Cuevas de Kiev (Pecherska Lavra), el Monumento a la Madre Patria y el Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial, incrementa su atractivo para turistas nacionales e internacionales. La estación sirve como puerta de entrada a algunos de los principales referentes históricos y culturales de la ciudad, lo que explica la elevada afluencia diaria de pasajeros.
El diseño de las estaciones más antiguas del metro de Kiev, incluido Arsenalna, incorpora elementos decorativos que evocan el legado cultural de la Rus de Kiev, el antiguo Estado eslavo que unió a pueblos como el bielorruso, el ruso y el ucraniano. Mosaicos y otros detalles artísticos presentes en las instalaciones subterráneas rinden homenaje a la historia compartida de la región y refuerzan el valor patrimonial de la red de metro.
Arsenalna frente a otras estaciones profundas del mundo
El récord de profundidad que ostenta Arsenalna la sitúa por delante de otras estaciones emblemáticas a nivel internacional. Según el análisis hecho por CNN, la estación Admiralteyskaya, en San Petersburgo, ocupa el segundo lugar con 102 metros bajo tierra, seguida de Park Pobedy en Moscú, que alcanza los 84 metros.
En Asia, la estación Puhung, ubicada en Pyongyang, Corea del Norte, se encuentra a 100 metros de profundidad. Completando así el podio.