En la renovación anual de celulares, hemos sido testigos de varios productos que han arribado al mercado local. Desde celulares premium y de alta gama que no escatiman en velocidad de procesamiento y capacidad fotográfica, hasta teléfonos plegables de diversos tipos, modelos y marcas.

Las empresas también se han ocupado de reforzar la gama media, que es donde usualmente los usuarios ponen el ojo, dado que se trata de productos muy bien equilibrados entre precio y prestaciones. Entre nuevas marcas que han llegado a la Argentina y firmas con un largo recorrido local, varias se han encargado de fortalecer sus filas. Una de ellas ha sido Samsung, que lanzó nuevos modelos de la popular serie Galaxy A: el A36 y el A56. Este último fue el que probamos en LA NACION, y que tiene un precio actual de 929.999 pesos.

Primer contacto

A decir verdad, la caja del Galaxy A56 dice poco y nada. No resulta tan atractiva como el packaging de la familia Galaxy S o del Z Flip, que destacan por su caja de cartón duro y de color negro. En este caso, nos encontramos con una caja de cartón blando, blanca, con una imagen del teléfono en la tapa y algo de información en la parte trasera.

El primer contacto con el celular es simple, pero efectivo: al abrir la caja encontramos el dispositivo, y debajo de él, un cable con conector USB-C en ambos extremos. Como es costumbre, no se incluye el cargador, que deberá ser adquirido por separado, o bien utilizar alguno que el usuario ya tenga para cargar su batería de 5000 mAh. Eso sí: se recomienda un cargador de al menos 45W que soporte carga rápida para aprovechar esta característica del equipo.

Ya recorriendo el celular, encontramos la principal diferencia respecto de la generación anterior: el módulo de cámaras. Mientras que el A55 mantenía a raya la protuberancia integrando dicho módulo al cuerpo, el A56 opta por un diseño distinto, donde las cámaras principales se alojan en un módulo que sobresale bastante. Este detalle no desentona, sobre todo por el contraste de color. La unidad que recibimos para reseñar era blanca, y el módulo negro generaba un contraste que resulta atractivo. Esta diferencia puede disimularse agregando una funda que unifique el diseño y le dé una apariencia más compacta.

Por otra parte, recorriendo los bordes del dispositivo, encontramos lo clásico: teclas para subir y bajar el volumen, el botón del asistente Bixby y la bandeja para la SIM física.

Los nuevos Galaxy A56 suman herramientas de inteligencia artificial a la gama media

Características técnicas

El Galaxy A56 se ubica en lo más alto de la gama media. No resigna potencia ni rendimiento, siendo un teléfono con muy buenas prestaciones, capaz de correr prácticamente cualquier app. Es ideal para redes sociales, gaming o producción de contenido.

Incluye un procesador Exynos 1580 que alcanza los 2.9 GHz, acompañado por 8 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento interno. En comparación con su versión anterior, mejora al incorporar un procesador más moderno y una pantalla ligeramente más grande (6,7” vs. 6,6”), que además ofrece un brillo superior (1200 vs. 1000 nits).

La pantalla es un panel Super AMOLED de 6,7 pulgadas, con resolución Full HD y tasa de refresco de 120 Hz, lo que garantiza una experiencia fluida al hacer scroll. También incluye el lector de huellas integrado, útil tanto para desbloquear el equipo como para acceder a determinadas aplicaciones.

Luz, cámara, acción

Lo primero que quise probar del celular fue su renovado módulo de cámaras. Incluye un sensor principal de 50 megapixeles (MP), un gran angular de 12 MP y un lente macro de 5 MP. Para tener una mirada objetiva, le di el Galaxy A56 a mi esposa, quien venía usando un Galaxy S21 Ultra —un equipo con algunos años, pero que aún ofrece excelentes capturas.

“Probalo unos días”, le dije. Ella le saca unas 400 fotos por día a nuestros hijos y tiene un ojo clínico para este aspecto. Si las imágenes no hubieran estado a la altura, habría vuelto al S21 Ultra en un abrir y cerrar de ojos. Pero no fue el caso. Se quedó con el A56 sin dudarlo. Dijo estar muy conforme con los resultados, especialmente con el desenfoque automático de fondo y la estabilización de imagen en video.

Ya con el equipo en mis manos, confirmé que todo era cierto: el Galaxy A56 toma excelentes fotos, con buena temperatura de color y una calidad de imagen destacable.

Una función de IA que llega a los Galaxy A56, A36 y A26 está en poder combinar rostros de fotos grupales para mejorar el resultado final

Una de las áreas donde el A56 muestra mayores avances es en fotografía con poca luz. Gracias a mejoras en el procesamiento de imagen y al uso intensivo de inteligencia artificial, el equipo logra capturar escenas nocturnas con mayor detalle, brillo y fidelidad de color. El modo Noche se activa automáticamente en ambientes con poca iluminación, o bien puede activarse de forma manual para un control más preciso.

También se destaca la cámara frontal para selfies, de 12 MP, que incluye la tecnología Super HDR.

El dispositivo permite grabar video en resolución 4K a 30 cuadros por segundo (fps), y ofrece también grabación en Full HD a 60 fps, ideal para capturar movimientos fluidos, como en escenas deportivas o tomas con desplazamiento.

Una función destacada es la estabilización digital de video (VDis), que reduce considerablemente los temblores al grabar en movimiento. Esto se nota especialmente al caminar o filmar sin trípode.

La inteligencia artificial también cumple un rol clave: el Galaxy A56 optimiza automáticamente el enfoque y la exposición durante la grabación, adaptándose a los cambios de luz en tiempo real. Además, cuenta con Auto Framing, una herramienta que detecta y sigue los rostros para mantener el encuadre correcto incluso cuando las personas se mueven dentro de la escena.

Experiencia de uso y conclusiones

Utilizo principalmente los celulares para crear contenido. Se han convertido en mi cámara principal de estudio, y parte de la posproducción de video también la realizo, en su mayoría, con apps. Además, disfruto tomar fotografías; como fotógrafo amateur, me gusta ajustar ciertos parámetros de forma manual.

Tanto en rendimiento general como en fotografía, el Galaxy A56 aprobó el examen con creces, coqueteando incluso con lo que ofrecen teléfonos más caros (este cuesta 999.000 pesos). En el apartado productividad, el celular también se desempeñó muy bien. He respondido mails, grabado entrevistas, y todo funcionó de maravilla.

Merece un párrafo aparte el ecosistema de soluciones con IA de Samsung (algunas aplicadas a la cámara, como ya mencionamos), como la desgrabación de notas de voz, la posibilidad de borrar elementos de las fotografías y la búsqueda de información mediante Circle to Search.

Para cerrar la reseña, es necesario hablar del sistema operativo. Al actualizar a Android 15 con la capa de personalización One UI 7, el teléfono alcanza su mejor versión, mejorando sustancialmente el centro de control, las notificaciones y, sobre todo, la visualización de actividades y apps en uso. Quienes vengan de versiones anteriores deberán adaptarse a algunos pequeños cambios de usabilidad, pero el apartado estético realmente le sienta muy bien.

En resumen, el Samsung Galaxy A56 es un excelente teléfono de gama media, que conformará incluso a quienes buscan un poco más. Tiene un muy buen desempeño fotográfico y es ideal para realizar casi cualquier tarea. En futuras ediciones, sería deseable que Samsung mejore el diseño de la caja y la experiencia de unboxing. Salvo eso, se trata de uno de los mejores teléfonos de gama media que pueden conseguirse actualmente en el mercado argentino.