El 27 de mayo de 1996, Fabián Tablado, por entonces de 20 años, pasó a ser parte de la oscura historia criminal argentina: ese día, mató con alevosía de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló, de 16, en una casa de Tigre. Por el femicidio, la Sala III de la Cámara Penal de San Isidro lo condenó a 24 años de cárcel, aunque desde 2020 recuperó su libertad tras cumplir la condena. Hoy, el asesino vive a casi mil kilómetros del lugar donde le quitó la vida la adolescente.
El brutal crimen cometido por Tablado, que conmocionó a todo el país, fue juzgado como “homicidio simple”, debido a la ausencia por entonces de la figura de femicidio al Código Penal.
Tras estar casi 24 años encarcelado, gracias a beneficios legales y la derogación de la ley del “2×1”, el femicida fue liberado.
En aquellos años, los medios hablaron de drama pasional, crimen pasional o “la mató por celos”. Su defensa intentó demostrar que actuó sin pensarlo, cegado y con desesperación. Pero la Justicia determinó que fue un plan. Que iba a matarla.
Los peritos determinaron que Tablado pudo haberse arrepentido. Que no fue un acto inconsciente de locura. Se le rompía un cuchillo y en vez de parar, iba a buscar otro. Usó cuatro.
En la actualidad hubiese sido condenado a perpetua. No fue su único delito. En 2012 cumplió una condena de dos años y medio por amenazar a la mujer con la que tuvo mellizas.
La nueva vida de Tablado
Fue un crimen espeluznante, de acuerdo con la investigación. La mató con 113 puñaladas utilizando cuatro armas blancas distintas: dos cuchillos de cocina, una cuchilla y un formón.
Tablado decía que había perdido la cabeza. Por celos. O porque ella iba a dejarlo. Que sintió que algo maligno lo poseía en ese femicidio. Que estaba arrepentido.
Hace un par de años Infobae le preguntó si sigue pensando lo mismo. “Hablé varias veces. Y es un hecho lleno de horror del que me arrepentiré toda la vida. Haber matado a una chica llena de vida me sigue atormentando. Ahora busco reivindicarme y volver a la sociedad. En paz», dijo.
Tras varios intentos fallidos de establecerse en distintas localidades por la presión social y el repudio general, Tablado se asentó en la ciudad de Posadas, provincia de Misiones, donde vive y trabaja en la Fundación Filipos.
Según el diario Misiones Online, esta organización, liderada por el pastor Carlos Alberto González, ofrece asistencia a personas en situación de calle, y ha defendido el derecho de Tablado a una segunda oportunidad. El pastor González declaró: “Como cristianos, debemos abrir las puertas al que quiera cambiar. La ley dice que cumplió su condena”.
A pesar de ser declarado “persona no grata” por el Concejo Deliberante de Posadas, Tablado logró establecerse en la ciudad, aunque no sin controversias. Vive en una casa cedida por la fundación y realiza labores logísticas sin estar al frente de programas específicos.
Sin embargo, su presencia sigue generando rechazo social y ha habido reportes de problemas con el monitoreo de su tobillera electrónica, que han suscitado nuevas preocupaciones sobre su supervisión.
La palabra del padre de la víctima
La familia de Carolina vive un infierno desde que Tablado fue liberado. Edgardo Aló, el padre de la adolescente, recorrió desde el día del femicidio los tribunales y organizó marchas contra Tablado.
El día del hecho, recuerda, fue a buscar a su hija a la escuela porque no volvía a su casa.
“Hasta que fui a la casa de la hiena Tablado y me encontré con muchos patrulleros en la puerta y una ambulancia. Entré y vi a su madre. Le pregunté qué había pasado. ‘Nada, nada’, me respondió. Luego salió un hombre de sobretodo, me abrazó y me dijo: “Pasó una tragedia”. Pensé lo peor. Y no me equivoqué. Me di cuenta de que algo había pasado con Carolina. No me decían nada. Y un perito sin tacto dice: ‘Conté hasta 80′. Le pregunté qué quería decir. Se puso pálido. No sabía que era el padre de Carolina. Y ahí me enteré lo de las 113 puñaladas”.
“Esta lacra puede volver a matar.A una mujer, sin dudas. O a mí o a mi familia. Ya violó la perimetral en su momento y tuvo que alejarse 300 kilómetros de mí. Ando con botón antipánico», agregó en su diálogo con este medio.
Esta semana, en una entrevista concedida a la agencia NA, Edgardo habló al cumplirse un nuevo aniversario del femicidio. Dijo que su pedido de justicia no cede y contó cómo vive la jornada.
“Estos años fueron de demasiada lucha y con la Justicia sorda, muda y corrupta”, expresó. El Municipio de Rosario declaró el 27 de mayo el Día de la No Violencia en el Noviazgo en memoria de Carolina», añadió. La fecha se conmemoró con una reunión en una facultad para 300 personas.