A los 20 años, Ruslana Korshunova era una de las promesas más destacadas del modelaje internacional. Su carrera despegó a una velocidad inusual para alguien de su edad, apareciendo como rostro de firmas como Marc Jacobs, DKNY y Vera Wang. La joven nacida en Kazajistán y de ascendencia rusa se trasladó rápidamente a las pasarelas de Nueva York, donde su distintiva imagen de cabellos largos y rasgos delicados la convirtió en una figura única en el mundo de la moda.

Sin embargo, el 28 de junio de 2008, el prometedor futuro de la modelo se vio truncado cuando fue hallada muerta en la calle tras caer desde el balcón de un noveno piso en Manhattan. Los detalles en torno a su fallecimiento señalaron rápidamente un aparente suicidio, ya que se descubrió que la modelo había cortado la malla de seguridad del balcón antes de precipitarse al vacío.

Testigos en el edificio describieron el impacto de su caída como una “explosión” y relataron el caos posterior. A pesar de las evidencias iniciales, este trágico suceso pronto se rodeó de teorías y especulaciones, que relacionaban la vida personal de Ruslana y ciertos eventos ocurridos en su entorno laboral.

Una vida en conflicto

En junio de 2008, Ruslana murió tras caer desde un balcón en Manhattan, rodeada de especulaciones sobre un aparente suicidio (The Grosby Group)

Algunos testimonios, como el que le hizo a medios como The New York Post su exnovio Artem Perchenok, revelaron detalles de la vida de Korshunova antes de su muerte, describiéndola como una persona con conflictos internos y bajo una presión constante.

En los días previos a su fallecimiento, la modelo había confesado en mensajes escritos que extrañaba a su familia y que tenía dificultades para equilibrar su exigente carrera y su vida personal. Perchenok indicó que Korshunova era crítica consigo misma y que se castigaba cada vez que algo no salía bien, lo cual, sumado a su baja de peso y el aislamiento, revelaba signos de una vida en profundo conflicto.

La modelo también había tenido contacto con una secta que promovía la superación personal. Se informó que asistía a estos grupos en busca de guía para manejar sus problemas personales, pero su relación con la secta terminó por levantar sospechas sobre su bienestar emocional y la presión psicológica que podía estar enfrentando.

Un viaje controvertido a la isla de Jeffrey Epstein

Documentos desclasificados retomaron el nombre de Ruslana tras vincularla con la investigación de Epstein (REUTERS)

Entre los factores más comentados en torno a la vida de Korshunova se encuentra su viaje en junio de 2006 a la isla Little St. James en las Islas Vírgenes, propiedad de Jeffrey Epstein, el fallecido financista condenado por tráfico de menores y abuso sexual.

De acuerdo con documentos desclasificados, Ruslana viajó a la isla a bordo del jet privado conocido como el “Lolita Express”, en un vuelo donde estuvo acompañada por Epstein, su guardaespaldas Igor Zinoviev, su chef Lance Calloway y su asistente Sarah Kellen, entre otros.

Aunque no se sabe con precisión lo que ocurrió durante su estancia en la isla, los registros del vuelo y su presencia en la isla de Epstein generaron sospechas sobre posibles abusos. Epstein era conocido por atraer a jóvenes a su complejo, donde, según se ha documentado, eran explotadas sexualmente, tanto por él como por otros invitados influyentes.

La modelo también había tenido contacto con una secta que promovía la superación personal (Grosby Group)

Testimonios y el entorno cercano

Quienes rodearon a la joven modelo sugirieron que los problemas emocionales y la presión de su vida profesional pudieron contribuir a su trágico final. Perchenok declaró que Ruslana enfrentaba problemas personales que trataba de ocultar, pero que dejaban huella en sus comportamientos y estado de ánimo.

Su lucha por mantener el equilibrio entre su vida laboral y personal, según él, fue uno de los factores que más le afectó. A esta presión se sumaban las duras exigencias del modelaje, que afectaron su salud física y mental.

En medio del escándalo mediático que rodea al caso Epstein, el nombre de Ruslana Korshunova resurgió tras la reciente desclasificación de documentos judiciales, autorizada por la jueza Loretta Preska, en la que se revelaron los nombres de 177 personalidades vinculadas a la investigación.

El viaje a la isla de Epstein generó sospechas de posibles abusos debido a la reputación del empresario (REUTERS)

Entre los nombres de personas que visitaron la isla se encuentran figuras de la talla de Leonardo DiCaprio, Cameron Diaz, Oprah Winfrey y Naomi Campbell. Aunque no todos enfrentan acusaciones específicas, algunos, como el príncipe Andrés, sí han sido mencionados en denuncias legales. La inclusión de Ruslana en esta lista no necesariamente prueba un vínculo directo con las acusaciones de Epstein, pero revive interrogantes sobre la naturaleza de su visita a la isla y el impacto que esta experiencia pudo haber tenido en su vida.

En Estados Unidos, existe la Red Nacional de Prevención del Suicidio para pedir ayuda, puedes llamar al 1-888-628-9454 o al 1-800-273-8255, la línea del Servicio Nacional de Prevención del Suicidio, para hablar con alguien que te brindará apoyo gratuito y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana. Los CDC también recomienda sus propias políticas, programas y prácticas de prevención.

Línea de prevención del suicidio en Argentina: el Centro de Asistencia al Suicida ofrece orientación y apoyo. Tienen una línea de prevención del suicidio disponible al teléfono 135 (línea gratuita) o al (011)5275-1135 y 0800 345 1435 para llamadas desde todo el país.

En México, para aquellos que buscan ayuda o asistencia en relación al suicidio, existe la Línea de la Vida: 800-911-2000, este servicio es gratuito y está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

En Colombia, la Línea de la Vida brinda apoyo emocional a individuos que enfrentan crisis de suicidio o angustia. Este servicio está disponible en varias ciudades del país. En Bogotá, se puede contactar a través de la línea 106 o vía WhatsApp al 3007548933. Barranquilla cuenta con la línea 339 99 99, mientras que en Medellín se dispone de la Línea Amiga al 444 44 48.

En Cali, al igual que en Bogotá, la línea de atención es el 106. Estas líneas ofrecen una respuesta inmediata a quienes necesitan ayuda en momentos críticos.

En Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) ofrece apoyo emocional a través de la Línea 113 Salud, accesible nacionalmente por teléfono, WhatsApp o Telegram en los números 955557000 y 952842623.

En España, el Ministerio de Sanidad ha establecido la Línea 024 para la atención a la conducta suicida.