En el último tiempo, gran parte de la población mundial comenzó a tener una alimentación más consciente, en la que no solo prima el deseo de cumplir con un objetivo físico, sino también entender que se necesita de alimentos ricos en nutrientes que contribuyan al buen funcionamiento del organismo. Cada año que pasa hay más información al respecto; pero, ¿qué es lo que dice la Inteligencia Artificial al respecto?

La alimentación saludable crece a pasos agigantados (Foto: iStock)

Como a muchos, la curiosidad los lleva a buscar respuestas en esta tecnología. Por ello, en esta ocasión quisimos saber qué indicaban dos de las IA más consultadas en todo el mundo sobre los alimentos que se pondrán de moda en 2025.

Según Gemini, la Inteligencia Artificial de Google, habrá muchas novedades para el año que está por comenzar. Entre estas tendencias alimentarias se encuentran:

  • Alimentos de origen vegetal: la demanda de opciones vegetarianas y veganas seguirá creciendo, con un enfoque en proteínas alternativas como las provenientes de legumbres, tofu, tempeh y productos a base de plantas que imitan la carne.

La alimentación saludable contribuye al buen funcionamiento de la memoria y preserva la salud del cerebro a medida que avanza la vejez

  • Ingredientes funcionales: los consumidores buscarán alimentos que no solo sean sabrosos, sino que también ofrezcan beneficios para la salud. Se espera un aumento en la demanda de productos con probióticos, prebióticos, antioxidantes y otros nutrientes.
  • Sostenibilidad: la conciencia ambiental seguirá siendo un factor importante al elegir alimentos. Se priorizarán productos locales, de temporada y con prácticas agrícolas sostenibles.
  • Experiencias culinarias mundiales: los consumidores se volverán más aventureros y buscarán sabores exóticos y cocinas internacionales.
  • Personalización: habrá un mayor enfoque en la personalización de los alimentos, con opciones diseñadas para satisfacer las necesidades y preferencias individuales.

Según la IA, los consumidores se volverán más aventureros y buscarán sabores exóticos y cocinas internacionales.

Algunas tendencias un poco más específicas que podrían destacarse en 2025:

  • Insectos comestibles: aunque aún no son muy comunes en la dieta occidental, los insectos se consideran una fuente de proteína sostenible y nutritiva.
  • Algas: estas plantas marinas son ricas en nutrientes y se utilizan cada vez más en la cocina.
  • Fermentados: los alimentos fermentados como el kimchi, el kefir y el kombucha seguirán siendo populares por sus beneficios para la salud intestinal.

Por su parte, la IA de Meta también se anticipó a lo que vendrá en cuestión de alimentación para el próximo año e indicó lo siguiente:

  • Proteínas alternativas: los insectos y las algas son fuentes proteicas sostenibles y ricas en nutrientes.
  • Productos lácteos con nuevas texturas y sabores: los consumidores buscan productos indulgentes pero saludables, como yogures griegos y quesos cremosos.
  • Carne cultivada: en Estados Unidos y Singapur ya está autorizada la producción de carne cultivada, y esto podría llegar a la Unión Europea, Suiza y Gran Bretaña.
  • Ingredientes en nanopartículas: estos ingredientes permiten mejorar el color, el sabor y la textura de los alimentos.
  • Fitosteroles: se obtienen de los vegetales y permiten disminuir el colesterol ingerido.
  • Aceite rico en DHA y EPA: se obtiene de microalgas.

Otras tendencias en alimentación para 2025 son: la agricultura vertical e hidroponía, los alimentos funcionales, la nutrición personalizada, la reducción de residuos y la alimentación flexible e indulgente.

Según la IA de Meta, entre los cambios que se esperan en la alimentación se encuentran:

  • Reducir el consumo de sal: menos de cinco gramos diarios para prevenir la hipertensión y disminuir el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
  • Limitar el consumo de azúcares libres: menos del 10% de la ingesta calórica total para reducir el riesgo de caries dental y enfermedades cardiovasculares.

Aumentar el consumo de frutas y verduras: al menos 400 gramos diarios para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles

  • Aumentar el consumo de frutas y verduras: al menos 400 gramos diarios para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles.
  • Fomentar la lactancia materna: exclusiva durante los primeros seis meses de vida y continua hasta los dos años para promover un crecimiento saludable.
  • Reformular productos alimenticios: reducir grasas saturadas, grasas trans, azúcares libres y sal/sodio en alimentos procesados.
  • Promover entornos alimentarios saludables: incentivar la producción y venta de alimentos saludables, y educar a los consumidores sobre nutrición y prácticas alimentarias saludables.