El Inpe indicó que no podían acceder a las llamadas de los internos sin mandato judicial - crédito composición Infobae Perú

El Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) admitió que un reo utilizó un teléfono de la cárcel para vender un arma de fuego, y que no pueden intervenir las llamadas, a menos que exista un mandato judicial.

A través de un comunicado, indicaron que los internos del régimen ordinario tienen derecho a hacer llamadas telefónicas mediante equipos conocidos como los ‘azulitos’, instalados por la empresa Prisontec. “Miguel Ángel Madueño Rojas, recluido en el penal del Callao, en el ejercicio de su derecho hizo uso de este servicio”, mencionan

Sin embargo, aclaran que no pueden acceder al contenido de esas llamadas, si es que no existe una disposición judicial. En consecuencia, Madueño incurrió en un acto ilícito, pero no en el delito de extorsión. Anuncian, además, que el individuo se encuentra en aislamiento y que será trasladado a otro centro penitenciario.

El Inpe difundió un comunicado sobre el uso del teléfono de la cárcel - crédito INPE

Trasladan a 13 internos

En un operativo reciente, se trasladaron a 13 internos de alta peligrosidad desde el penal El Milagro en Trujillo a otros establecimientos penitenciarios de régimen cerrado y ordinario. Esta acción se llevó a cabo bajo la supervisión del ministro Eduardo Arana, quien enfatizó la necesidad de mantener el orden y la seguridad en las instituciones penitenciarias, según informó Tv Perú.

Durante el operativo, se realizó una requisa exhaustiva en el pabellón 2 del penal, donde se descubrió que los internos continuaban cometiendo actos delictivos desde el interior. “Es fundamental garantizar la seguridad tanto de los internos como del personal y la comunidad”, declaró Arana, subrayando la importancia de no permitir que se perpetúen conductas delictivas dentro de las instituciones.

Este traslado es parte de una serie de acciones que el Ministerio ha estado llevando a cabo para combatir la criminalidad en los penales del país. Hace unas semanas, el Ministerio de Justicia realizó un megaoperativo simultáneo en 67 penales, donde se incautaron 244 armas blancas y otros objetos prohibidos. Además, se decomisaron 2.182 ketes de pasta básica de cocaína, 15 celulares y 9 unidades USB, según los reportes del Ministerio.

El presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) también estuvo presente durante el operativo, lo que refuerza el compromiso de las autoridades peruanas en la lucha contra el crimen organizado dentro de los penales. Estas acciones buscan no solo mantener el control dentro de los centros penitenciarios, sino también proteger a la sociedad de las actividades delictivas que se originan desde su interior.

Sobrepoblación del Inpe

Marisol Pérez Tello, exministra de Justicia, destacó la importancia de abordar la inseguridad ciudadana desde el sistema penitenciario. En ese sentido, subrayó que el hacinamiento en las cárceles es uno de los principales problemas del país, con una sobrepoblación que alcanzó el 136% en agosto de este año, de acuerdo con datos del Inpe.

La exministra expresó su apoyo a la reciente decisión del Gobierno de invertir 3.000 millones de soles en la construcción de nuevos penales y en la mejora del equipamiento logístico de la Policía Nacional. Según Pérez Tello, esta inversión es un paso crucial para enfrentar la inseguridad, ya que permite diseñar estrategias más efectivas al comprender mejor la dinámica carcelaria.

La política, quien también fue congresista, enfatizó que las cárceles son el lugar donde se concentran los delincuentes condenados, y que es esencial analizar qué internos pueden ser resocializados y entender las razones detrás de sus delitos. Sin embargo, señaló que algunos penales albergan hasta cinco veces su capacidad, lo que genera problemas en servicios internos como la alimentación y la educación.

La exministra del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski destacó que, además de la sobrepoblación, el sistema penitenciario enfrenta desafíos administrativos, proyectos inconclusos y políticas poco eficientes. A pesar de estos obstáculos, considera que tomarse en serio la situación carcelaria es fundamental para mejorar la seguridad en el país.