La presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, durante la ceremonia de toma de posesión de Claudia Sheinbaum como primera presidenta de México. (AP Foto/Eduardo Verdugo)

Durante la discusión en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre el proyecto de sentencia del proyecto sobre la validez parcial de la reforma judicial, la ministra presidenta Norma Piña Hernández consideró inaceptable “creer que la Constitución da las herramientas para destruir la democracia y la propia Constitución”.

“Para mí es inaceptable que una Constitución democrática como la nuestra permita que un conjunto de órganos creados por ella misma se sirvan de mecanismos democráticos para destruir a la propia democracia”, afirmó la ministra.

Esto luego que tres ministras apuntaron que la Corte no tiene facultad para revisar los cambios constitucionales que el Poder Legislativo lleva a cabo, y más aún con la reciente reforma de “supremacía constitucional”.

Durante el debate, la ministra Norma Piña expresó su preocupación por el uso de la Constitución como herramienta para debilitar la democracia.

Aún cuando las reformas constitucionales se han justificado por “mandato popular”, Piña Hernández consideró fundamental que los órganos involucrados en las reformas, en este caso las Cámaras del Senado y Diputados, respeten los principios democráticos que sustentan el sistema político del país.

La ministra subrayó que cualquier cambio que ponga en riesgo estos valores no puede ser justificado.

En su intervención, Piña cuestionó el concepto de “constituyente permanente”, un término que, según ella, ha sido utilizado para otorgar al Congreso un poder absoluto sobre la Constitución.

La ministra argumentó que este enfoque es erróneo, ya que el Congreso no posee un poder ilimitado. Incluso al modificar la Constitución, debe respetar los principios democráticos que definen al Estado mexicano.

Piña enfatizó que ninguna institución tiene el derecho de utilizar mecanismos democráticos para atacar la democracia misma. La Constitución establece ciertos límites, como el respeto a la división de poderes y a los derechos humanos, que no pueden ser vulnerados, ni siquiera por el Congreso, sostuvo ante el Pleno.

La ministra también destacó que la Constitución no puede permitir cambios que comprometan su propia existencia. Cualquier reforma debe adherirse no solo a los procedimientos formales, como los estipulados en el artículo 135, sino también a límites sustantivos que protejan la esencia de la democracia mexicana.

En medio de un intenso debate, la presidenta de la Corte propuso a los integrantes tomar un receso para discutir de fondo el proyecto del ministro Juan Luiz González sobre la validez parcial de la Reforma Judicial, esto luego que siete de los once ministros votaron por la procedencia.