Un tribunal de Uganda ha condenado al excomandante y excoronel del grupo rebelde Ejército de Resistencia del Señor (LRA, en inglés) Thomas Kwoyelo a 40 años de cárcel tras ser acusado de 44 cargos por crímenes de guerra y de lesa humanidad tras su participación en las operaciones de los insurgentes entre 1994 y 2005 en el país africano.
La sentencia se ha anunciado este jueves por el juez que preside este caso en el Alto Tribunal de la División de Crímenes Internacionales en Gulu, una suerte de equivalente nacional al Tribunal Penal Internacional de La Haya, Michael Elubu, que le declaró en agosto culpable de 44 cargos, según la televisión ugandesa NBS.
Entre ellos, se encuentran delitos de crímenes contra la humanidad, de guerra y otros graves, incluidos asesinato, violación, esclavitud, tortura, encarcelamiento ilegal y saqueo.
Kwoyelo fue acusado inicialmente de 93 cargos. Sin embargo, en diciembre de 2023, el tribunal lo absolvió de 14 de ellos. Tras celebrarse un juicio, la Sala exoneró a Kwoyelo de 34 cargos y lo condenó por 44, que incluyen diez de delitos sexuales y de género.
En su cuenta de la red social X, el Poder Judicial de Uganda ha detallado en un resumen del caso que «Kwoyelo reconoció sus acciones y pidió clemencia al tribunal». «La Fiscalía solicitó cadena perpetua por asesinato y secuestro con intención de asesinar, destacando la gravedad de estos delitos (…) La defensa argumentó que los 16 años que Kwoyelo ha pasado en prisión preventiva deberían considerarse castigo suficiente», han explicado.
Así, según las cifras que ha arrojado la Justicia ugandesa, Kwoyelo pasará en la cárcel previsiblemente otros 24 años.
Kwoyelo, capturado por fuerzas ugandesas en 2005 en República Democrática del Congo y formalmente imputado en 2009 con 78 cargos, se ha pasado los últimos 14 años bajo detención hasta el juicio.
El comandante fue acusado de violar la Ley de los Convenios de Ginebra de 1964 de Uganda por cargos de asesinato premeditado, secuestro y destrucción generalizada de propiedad en las localidades ugandesas de Amuru y Gulu, así como ataques como el efectuado en 1994 contra la población de Abera, donde sus fuerzas asaltaron varios domicilios antes de proceder a torturar, mutilar y secuestrar a una decena de civiles.
La Fiscalía rechazó una petición de amnistía que sí fue concedida a casi 13.000 antiguos miembros del LRA, grupo fundado por Joseph Kony, actualmente a la fuga y que tiene una orden de detención en su contra emitida por el Tribunal Penal Internacional (TPI).
El LRA, formado en 1987, comenzó sus actividades como un grupo insurgente hasta convertirse en un movimiento extremista cristiano al que se le atribuyen los secuestros de más de 50.000 niños ugandeses para su reclutamiento forzado como sicarios y esclavos sexuales.
El grupo es una organización criminal que se caracteriza por su extrema violencia, con casos de asesinatos en masa, mutilaciones, violencia sexual y desplazamientos forzados. Aunque sus filas han quedado reducidas a unos pocos cientos de combatientes, sigue realizando ataques contra civiles. Kwoyelo es el primer miembro de alto rango del Ejército de Resistencia del Señor que ha sido juzgado, condenado y sentenciado.