Al igual que los seres humanos, las plantas sufren enfermedades y las más frecuentes son los hongos. De hecho, las personas que tienen jardín saben que su cuidado es una tarea que exige, no sólo dedicación, sino también conocimiento. Afortunadamente, existe una solución natural para combatirlos.
Los hongos en las plantas suelen aparecer durante épocas de lluvias, alta humedad y temperaturas elevadas, ya que estas condiciones son óptimas para su desarrollo y proliferación. Los hongos fitopatógenos, como los del género Fusarium, Phytophthora y Botrytis, atacan inicialmente desde el suelo, lo que afecta principalmente la raíz y la base de los tallos. Este ataque compromete la capacidad de la planta para absorber nutrientes y agua, y resulta en síntomas visibles como el oscurecimiento, marchitamiento y pudrición de sus cimientos, lo cual puede llevar eventualmente a la muerte de la planta.
Además, algunas especies de hongos, como Botrytis cinerea, pueden causar el enmohecimiento gris en hojas y flores, mientras que otros generan el amarillamiento de las hojas, lo que afecta el proceso de fotosíntesis.
El fungicida ideal: es casero y natural
En este contexto, de acuerdo a un sitio especializado en huertas, se puede elaborar un fungicida casero a base de leche y bicarbonato de sodio. De esta manera, se produce un considerable ahorro en reemplazo de los productos químicos y, ni hablar, de la no contaminación hacia el medioambiente.
Por un lado, el bicarbonato de sodio presenta un pH alcalino, generalmente alrededor de 8,5, que modifica el ambiente ácido que necesitan los hongos para desarrollarse, e inhibe así su crecimiento y reproducción, según explican expertos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Este aumento del pH crea un entorno hostil para los hongos, ya que muchas especies fúngicas requieren un rango de pH entre 4 y 6 para prosperar.
Por otro lado, la leche de vaca, para un estudio publicado en Science Direct, tiene propiedades beneficiosas debido a sus componentes bioactivos, como sales ricas en potasio y fosfatos, aminoácidos y ácido láctico. Este último, actúa como un agente antimicrobiano que ayuda a combatir ciertos patógenos, mientras que los fosfatos y el potasio contribuyen al fortalecimiento de la planta.
¿Cómo preparar el fungicida?
- Para la preparación del fungicida, se necesitan (por litro) 800 mililitros de agua, 200 mililitros de leche y 20 gramos de bicarbonato de sodio. Todos estos ingredientes deben ser puestos en un pulverizador para luego agitarlos bien.
- Una vez producido, existen dos métodos para aplicarlo. El primero, mediante la pulverización, consiste en rociar la mezcla directamente sobre las hojas, tallos y flores afectadas por los hongos. Este método es ideal para infecciones superficiales y para prevenir la propagación de los hongos en la parte aérea de la planta.
- El segundo, consiste en el tratamiento del suelo, que se puede realizar cuando se sospecha que la afección del hongo es más profunda y ataca las raíces de las plantas. En este caso, se aplica la solución directamente en su base.
- Es importante destacar que este fungicida casero es adecuado para la mayoría de las plantas ornamentales y de jardín, pero no se recomienda su uso en plantas que sean sensibles a cambios de pH, como algunas especies de orquídeas y helechos. Además, siempre se debe probar el fungicida en una pequeña parte de la planta antes de realizar una aplicación completa.
Si bien, la aplicación de fungicida es cuando ya la planta fue atacada, según el sitio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, existen maneras de prevenirlos. En primer lugar, es necesario mantener una buena aireación entre las plantas para evitar que la humedad se concentre, y no regar la parte aérea de las plantas ni hacerlo en exceso.
Otros tipos de fungicidas caseros
El fungicida a base de bicarbonato y leche no es el único que existe. El sitio especializado Bioky comparte otras opciones naturales para cuidar las plantas del jardín.
- De ajo: se utiliza 100 gramos por cada litro de agua y sirve para prevenir la aparición de los hongos.
- De vinagre: se puede usar como herbicida natural, bactericida y regulador de pH del suelo. En este caso se debe diluir una cucharada del líquido en un litro de agua.
- Té de manzanilla: gracias a la cantidad de azufre que contiene la manzanilla puede ayudar a prevenir y tratar hongos. Se debe infusionar uno o dos sobres de té en un litro de agua.
- Purín de ortiga: esta solución es una sustancia que se utiliza en agricultura ecológica. Se necesitan 100 gramos de ortigas para cada litro de agua, y se debe dejar reposar 15 días. Una vez obtenido el purín se diluye en un litro de agua.