Todos se vieron afectados. De forma directa o indirecta -por los daños materiales o por la consecuente baja del consumo-, el fenómeno meteorológico conocido como DANA (Depresión Aislada en Niveles altos de la Atmósfera) azotó todos los comercios en Valencia, una de las localidades más elegidas por los emprendedores y empresarios argentinos en España.
De acuerdo con un informe elaborado por la Cámara de Comercio de Valencia, alrededor de 4500 comercios sufrieron daños por el temporal. Y de ese total, se estima que entre 1600 y 1800, principalmente tiendas minoristas, podrían haber quedado completamente destrozados. Según datos de la entidad, este fenómeno afectó al menos al funcionamiento de 34 mercados municipales y 11 parques y centros comerciales. Entre los municipios más perjudicados figuran Alaquàs, Albal, Aldaia, Alfafar, Algemesí, Benetússer, Catarroja, Llocnou de la Corona, Massanassa, Paiporta, Picanya, Sedaví y Utiel.
Una de las compañías argentinas que sufrió los daños colaterales del temporal fue Rapa Nui. Fundada en 1996 por Diego Fenoglio, la compañía de chocolates inauguró en 2020 una fábrica en la localidad de Alcàsser, a fin de abastecer al mercado europeo de sus productos, como las frambuesas bañadas en chocolate denominadas Franuí. Mediante una inversión de 3,5 millones de euros, la firma montó allí la fábrica, tras considerar la ubicación como estratégica: la ciudad tiene uno de los puertos más importantes de la región.
“Si bien Alcàsser no fue tan afectada por DANA y en la planta no entró agua ni barro, desde hace una semana no estamos produciendo”, señaló Leticia Fenoglio, CEO de la compañía. Y precisó: “Todos los pueblos aledaños, como Paiporta, Alfafar y Alginet, están afectados. Muchos trabajadores no pueden llegar a la fábrica porque los accesos fueron cortados por la Guardia Civil, mientras que otros están limpiando las casas. Cinco colaboradores perdieron todo lo que tenían dentro de sus hogares y algunos, el auto. También tenemos proveedores afectados”.
“Se vive un clima de unidad. Los vecinos de todos los pueblos próximos se reunieron para ayudar. Hay voluntarios que van en 4×4 para sacar autos y limpiar; la gente se está autoconvocando”, remarcó. Hasta entonces, Rapa Nui operaba con tres turnos de producción y producía 1,5 millón de potes al mes, los cuales comercializa en 27 mercados.
Otra de las grandes marcas presente en Valencia es Lucciano’s. La cadena de heladerías fundada por Daniel y Christian Otero en Mar del Plata inauguró allí su primera franquicia en 2023, la tercera en España -luego de las de Barcelona y de Málaga-. “Nuestro local no se vio afectado, pero la ciudad está paralizada”, aseguraron desde la compañía, a la vez que precisaron que durante algunos días tuvieron que cerrar más temprano y se hicieron cargo de la movilidad de los colaboradores ante la falta de transporte.
“La facturación bajó a un tercio”
“Afortunadamente, nuestra empresa está ubicada en el polo tecnológico de Paterna, que no fue afectado por las inundaciones. Sin embargo, algunos proveedores con los que trabajamos, como la firma GLS de servicios de paquetería- recién hoy están retomando la actividad lentamente”, aseguró desde el ala emprendedora Santiago Benincasa, responsable de la operación en España de la firma de lentes Hardem.
Asimismo, añadió: “Nos comunicamos con los dueños de las ópticas con las que trabajamos y ninguna sufrió daños directos, pero sí algunos de ellos en sus domicilios. La semana pasada muchos locales estuvieron cerrados y esta semana van retomando la actividad. Llevará meses volver a la normalidad, porque hay mucha gente que perdió sus casas, autos y lugares de trabajo. Hay muchos locales cerrados, ya que los empleados no pueden llegar porque el metro todavía no se normalizó”.
En paralelo, Mauricio Cativelli, dueño de los restaurantes “Estación cero” y “Parrillero fuegos y vinos”, consideró: “Mi negocio no sufrió daños, pero sí el consumo: la facturación bajó a un tercio. Fueron además los últimos días del mes, que son los más complejos y no sé cómo arrancará esta semana. Nos tuvimos que reestructurar, tratando de mantener el equipo”. Asimismo, amplió: “La mamá de una empleada tenía dos panaderías en dos lugares directamente afectados, que fueron totalmente destruidas y no pueden ni abrir la puerta para vender pan. A otro amigo, la corriente se le llevó la furgoneta con la que hacía fletes. A través de grupos de argentinos en Valencia en Whatsapp, todos se están comunicando para dar una mano”.