Pekín, 25 oct (EFE).- En los últimos meses, internautas chinas han asegurado en las redes sociales haber recibido llamadas de funcionarios locales que indagan sobre sus planes de maternidad, en un contexto de crisis demográfica en el gigante asiático.

A través de testimonios en plataformas digitales, algunas residentes en diferentes ciudades chinas señalaron que les han preguntado directamente si están embarazadas o si tienen intención de concebir.

"¿Qué objetivos de natalidad han fijado las autoridades para los funcionarios locales? Ahora los jóvenes lo tienen muy difícil, no solo los padres los presionan para tener hijos, ahora también el Gobierno local", protestaba una usuaria de la red social Weibo.

Algunos internautas critican el rápido cambio de la actitud de las autoridades, que entre 1980 y 2015 imponían multas a aquellas parejas que tuviesen más de un hijo, en el marco de la vigencia de la política de hijo único: "Si nos devolviesen aquel dinero de las multas por tener demasiados hijos quizá me replantease tener más", aseguraba un comentarista sarcásticamente.

Según el diario local Caixin, las llamadas responden a una serie de medidas aplicadas por los servicios oficiales de control de las dinámicas demográficas y la fertilidad.

El rotativo cita a funcionarios que no facilitaron su nombre y que explicaron que los sistemas de monitoreo demográfico de las localidades establecen un registro de parejas casadas y en edad fértil, a las que más adelante se les realiza un seguimiento para brindarles apoyo en el caso de que quieran tener hijos.

Según trabajadores de estos departamentos de la provincia oriental de Shandong, sus tareas consisten en coordinar con la comunidad para facilitar trámites y ofrecer asistencia, como exámenes de salud gratuitos a mujeres embarazadas o servicios de consulta.

Sin embargo, numerosos usuarios han expresado su "incomodidad" al interpretar que las preguntas se inmiscuyen en su privacidad o que equivalen a "meterles prisa" por procrear.

China cerró 2023 con 1.409,7 millones de habitantes, un 0,14 % menos que en 2022, año en que la población ya cayó en 850.000 personas, marcando el primer descenso desde 1961, cuando la fallida política del Gran Salto Adelante provocó grandes hambrunas.

El gigante asiático permite desde 2021 a sus ciudadanos tener un tercer hijo, aunque la decisión no ha sido acogida con gran entusiasmo por la población, debido tanto a la carga económica que supone la crianza como a la prioridad que se da a la carrera laboral.

Durante el XX Congreso del Partido Comunista Chino, celebrado en 2022, el partido gobernante enfatizó que el país necesita un sistema que "aumente las tasas de natalidad y reduzca los costos del embarazo, el parto, la escolarización y la crianza".