Un trágico suceso tuvo lugar el pasado sábado en la localidad de Engativá, Bogotá, donde un intento de robo se tornó en un incidente fatal para uno de los presuntos asaltantes.
La situación se desarrolló en el barrio Bonanza, donde cinco integrantes de una banda delincuencial intentaron asaltar una vivienda familiar en la que se encontraban dos menores de edad.
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Los delincuentes ingresaron al hogar con la intención de robar, sin considerar que la familia se encontraba presente. En medio de la intimidación, el padre de los menores, que también estaba en la casa, tomó la decisión de defender a su familia y se enfrentó a los asaltantes con un cuchillo. Según el mayor Andrés Beltrán, comandante encargado de la estación de Policía de Engativá, el enfrentamiento resultó en que uno de los ladrones recibió una herida mortal.
“Los delincuentes entraron en presencia de las niñas. La Policía reaccionó rápidamente y logró capturar a uno de ellos. Sin embargo, otro asaltante perdió la vida como resultado de las heridas infligidas por el ciudadano”, explicó el comandante Beltrán.
Tras ser herido, el ladrón intentó escapar, pero no logró avanzar mucho y se desplomó en plena avenida. Los testigos del incidente capturaron imágenes que documentaron su caída y la respuesta inmediata de las autoridades. “Destinamos un equipo de investigación criminal para esclarecer los hechos de manera exhaustiva”, añadió Beltrán.
En medio de la confusión, el hombre que se defendió del asalto se presentó de forma voluntaria ante la Fiscalía General de la Nación para definir su situación jurídica. Su acto de defensa ha suscitado un debate sobre los límites de la legítima defensa en situaciones de riesgo inminente.
El abogado Saúl León analizó el concepto de la legítima defensa, que puede eximir a una persona de responsabilidad penal si se demuestra que actuó para proteger un derecho fundamental, como el derecho a la vida o la integridad física de sí mismo o de sus seres queridos. “Existen circunstancias que, si se argumentan correctamente en el debido proceso, podrían justificar el quitarle la vida a una persona sin enfrentar reproches penales”, indicó León.
Por su parte, el abogado Juan David Baquero explicó que el artículo 32 del Código Penal colombiano establece que la legítima defensa se justifica en situaciones donde el acto del que se defiende el procesado es “injusto e inminente”. Este principio permite que una persona actúe para proteger su vida o la de otros sin que esto conlleve una sanción penal, siempre y cuando se demuestre que actuó en defensa propia o ajena.
La situación de violencia en Bogotá es alarmante. Desde el 1 de enero hasta el 25 de octubre de 2024, se registraron 959 homicidios, lo que representa un promedio de tres muertes violentas al día. Esta cifra indica un incremento del 10 % en comparación con el año anterior, lo que refleja una tendencia preocupante en la seguridad de la ciudad.
Según datos recientes, el 32% de los homicidios en la capital están relacionados con situaciones de intolerancia o conflictos sociales, lo que indica que la violencia no solo se deriva de la delincuencia organizada. Además, el aumento de las tasas de homicidio se ha observado en 11 de las 20 localidades de Bogotá, lo que ha generado preocupación entre las autoridades y la ciudadanía.
Entre las localidades más afectadas se encuentran Puente Aranda, que experimentó un aumento del 88,9% en los homicidios; Santa Fe, que vio un incremento del 66,7%; y Usme, con un aumento del 55,6%. Estas cifras destacan la urgencia de abordar las causas de la violencia y buscar soluciones efectivas que garanticen la seguridad de los ciudadanos.