Fernando Gago movía la cabeza de manera horizontal, a modo de desaprobación, a la par del decepcionante segundo tiempo de Boca, que solo se sostuvo en varias atajadas de Leandro Brey para que la derrota frente a Lanús no fuera más amplia que el 1-0. El director técnico cambió el sistema con respecto a partidos anteriores, dispuso una línea de tres zagueros y ubicó a Advíncula y Saracchi (luego Blanco) como carrileros, pero su equipo no solo no mejoró, sino que involucionó. Agregó preocupaciones a las que ya arrastraba.

Cuarto partido de Gago sin victorias desde su debut, con dos empates y dos caídas. Un balance muy pobre, en lo futbolístico y en resultados, solo matizado por la clasificación por penales a las semifinales de la Copa Argentina. Lanús hacía 12 cotejos que no ganaba y venía con el golpe anímico de haber quedado fuera de la final de la Copa Sudamericana ante su gente. Igual tuvo más respuestas y sentido colectivo que un rival que tampoco mejoró con los cambios en el segundo tiempo. Después de más de dos meses, volvió Gary Medel, unos minutos como volante central y después en la función de zaguero. Debutó el volante Joaquín Ruiz, de 18 años. Milton Giménez sustituyó a Cavani, que salió fastidiado, sin saberse si era por haber salido o porque en 70 minutos solo había tenido un remate al arco y tocado apenas dos pelotas en el área local.

Los jugadores evitaron la nota de la transmisión televisiva al final del partido. Ninguno quiso hablar. Gago asistió a la conferencia de prensa con el rostro serio, sin poder disimular la preocupación: “Creo que el primer tiempo fue el partido que quisimos jugar, aunque nos faltó profundidad. El segundo tiempo no me gustó para nada el equipo, no se hizo nada de lo planeado, y perdimos el partido”.

Gestos apesadumbrados en la retirada de los jugadores de Boca hacia los vestuarios

Consultado por cómo hará para revertir esta situación, respondió: “Trabajando, la única forma que conozco. Hay que ser conscientes de que la situación no es buena, y de eso nos tenemos que hacer todos responsables. Hay que hacer una autocrítica importante, creo que vamos a ir encontrando el equipo a medida que pasen los partidos”.

Gago no quiso justificar el flojo rendimiento en una cuestión de “actitud”: “La palabra actitud… Todos los futbolistas la tienen. No lo llevo a una cuestión de actitud. Hay que sostener los 45 minutos de hoy durante los 90. Es trabajo, tiempo, acomodar la idea a la parte física y futbolística. Estamos en un club en el que hay que conseguir una continuidad en el juego y los resultados”.

Remarcó que las falencias en el segundo tiempo fueron “falta de juego y balón”. Y agregó: “En el segundo tiempo dejamos que Lanús tuviera la pelota y se posicionara alto, mientras nosotros retrocedíamos. Necesitamos trabajar mucho para alcanzar el objetivo de ser un equipo competitivo, que domine todas las situaciones del juego. Repito, tenemos que trabajar y hacer una autocrítica muy grande puertas adentro”.

Gago, que cayó en los dos cotejos que salió de la Bombonera, evitó hacer un análisis de las causas de la muy pobre producción de Boca en el año de visitante. Por todas las competencias oficiales, disputó 25 encuentros, con solo cinco victorias y 11 derrotas. “Llevo muy poco tiempo como para conocer a fondo las razones”, se excusó Gago, que pone la mira en el partido del próximo miércoles, ante Godoy Cruz, en una Bombonera en la que seguramente se respirará un clima tenso si el equipo no reacciona.