El encarcelado líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Ocalan, recibió el miércoles su primera visita en prisión en más de cuatro años y medio, según ha confirmado este jueves su sobrino, Omer Ocalan, encuentro que tuvo lugar coincidiendo con un atentado en la capital, Ankara, que las autoridades han achacado de forma preliminar al grupo armado.

Ocalan, que ha recordado que el último encuentro de este tipo tuvo lugar el 3 de marzo de 2020, ha señalado que la reunión tuvo lugar en la prisión de Imrali, donde el líder del PKK se encuentra encarcelado en aislamiento, y ha pedido que las visitas familiares, «que son un derecho legal», tengan lugar «independientemente de las circunstancias».

«Durante la reunión, Ocalan evaluó la evolución política general», ha dicho en su cuenta en la red social X, donde ha desvelado que el líder del PKK, que «goza de buena salud», le pidió que transmitiera al público que continúa «en aislamiento» y que tendría capacidad para llevar la situación «del terreno del conflicto y la violencia al terreno legal y político».

La reunión tuvo lugar después de que el líder del partido ultranacionalista turco Partido de Acción Nacionalista (MHP), Devlet Bahceli, socio del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, propusiera que Ocalan –detenido en 1999 en la capital de Kenia, Nairobi, y posteriormente encarcelado en Imrali– acuda ante el Parlamento para proclamar la «disolución» del grupo e incluso abriera la puerta a su liberación si diera este paso, acogiéndose a la ley «derecho a la esperanza».

Tras ello, la copresidenta del prokurdo Partido Popular por la Igualdad y la Democracia (DEM), Tulay Hatimogullari, hizo hincapié en que el fin del aislamiento de Ocalan es un requisito para cualquier proceso de paz, antes de ahondar en que su partido está preparado para unas negociaciones, mientras que Erdogan afirmó que la alianza entre su formación política, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), y el MHP ha abierto la puerta a «poner fin al terrorismo» en el país.

Sin embargo, las autoridades afirmaron horas después que el PKK figuraba como principal sospechoso del atentado perpetrado contra las principales instalaciones de la empresa Turkish Aerospace Industries (TAI) en la capital, Ankara, que ha dejado al menos cinco muertos y 22 heridos, sin que el grupo kurdo se haya pronunciado por ahora al respecto.

El Gobierno turco y el PKK, un grupo fundado en 1978 que se alzó en armas seis años después, ya iniciaron en 2013 un proceso de conversaciones de paz, si bien se derrumbaron en 2015 y se vieron seguidas por un estallido de enfrentamientos en las zonas de mayoría kurda en el sureste del país, lo que provocó una reactivación del conflicto.

Si bien el PKK formuló tras su fundación un llamamiento a la creación de un Estado independiente, en la actualidad aboga por una mayor autonomía en las zonas de mayoría kurda, situadas principalmente en el este y el sureste del país, parte de lo que se considera el Kurdistán histórico, que se extiende también a partes de Siria, Irak e Irán.