- Evo Morales llamó a sus seguidores a cesar los bloqueos en Bolivia que llevan 19 días.
- Morales también anunció una huelga de hambre y exigió al gobierno de Luis Arce abrir el diálogo.
- Arce acusó a grupos armados afines a Morales de atacar instalaciones militares.
Lo esencial: el ex presidente de Bolivia Evo Morales ha pedido a sus seguidores que suspendan los bloqueos de carreteras que han afectado diversas regiones de Bolivia durante más de dos semanas. Además, anunció que iniciará una huelga de hambre hasta que el presidente Luis Arce acceda a dialogar, sugiriendo que se requiera mediación internacional. Morales expresó su preocupación por posibles enfrentamientos violentos tras la toma de cuarteles militares por grupos afines, mientras Arce denunció estos ataques como traición y advirtió que buscan desestabilizar su gobierno.
En medio de una tensión creciente en Bolivia, el ex presidente, Evo Morales, les pidió este viernes a sus seguidores que suspendan los bloqueos de carreteras que desde hace 19 días han interrumpido decenas de vías de comunicación en diversas regiones, principalmente en Cochabamba. Además, Morales anunció que comenzará una huelga de hambre e instó al Gobierno de Luis Arce a abrir una mesa de diálogo para buscar soluciones.
“La situación se ha vuelto complicada, y con ello, se hace más difícil lograr una solución que satisfaga a todos”, manifestó Morales en una conferencia de prensa. Además, expresó que su huelga de hambre se mantendrá “hasta que el Gobierno acceda a establecer mesas de diálogo”. Morales sugirió que las negociaciones, tanto políticas como económicas, cuenten con la mediación de organismos internacionales y “países amigos” para asegurar un proceso “transparente y efectivo”.
El líder indígena enfatizó la urgencia de suspender los bloqueos para prevenir un “derramamiento de sangre”, después de que las tensiones entre sus seguidores y las fuerzas de seguridad se intensificaran. Según el presidente Arce, los conflictos han incluido la toma de tres cuarteles militares.
Morales también pidió a sus simpatizantes “evitar la violencia, proteger la economía nacional y atender las necesidades de los bolivianos”, como un gesto de buena voluntad hacia una “salida pacífica”.
Más temprano, Luis Arce había acusado a “grupos armados afines” a Morales de asaltar las instalaciones militares, reteniendo como rehenes a miembros del Ejército y sus familias. “Ellos son de origen popular, y muchos también tienen raíces indígenas originarias, como los policías a quienes estos grupos irregulares están disparando con armas letales y lanzando dinamitas”, denunció Arce en la plataforma X (anteriormente Twitter).
El presidente calificó estos ataques como “un delito de traición a la patria” y una violación a la Constitución y las Fuerzas Armadas, denunciando los bloqueos como “criminales”. “Las acciones delictivas buscan la ruptura del orden público legalmente constituido”, afirmó Arce, añadiendo que el objetivo final sería acortar su mandato, facilitar una “candidatura inconstitucional” y asegurar impunidad para Morales en sus procesos judiciales.
El Gobierno ha prometido seguir tomando medidas para restablecer el orden. “Como Gobierno democráticamente electo, en el marco de nuestras facultades constitucionales y con el apoyo del pueblo, continuaremos llevando adelante acciones orientadas a restablecer el orden público”, puntualizó Arce.
Las movilizaciones, que comenzaron hace dos semanas, se han concentrado especialmente en Cochabamba, pero también han afectado otras regiones como Potosí, Oruro y Santa Cruz. Las protestas inicialmente se centraban en la crisis económica, pero han evolucionado para incluir demandas políticas en apoyo a Morales, quien, a pesar de no estar habilitado legalmente, insiste en participar en futuras elecciones.
Los enfrentamientos se han recrudecido tras las recientes denuncias de Morales sobre un supuesto complot para asesinarlo. Además, el ex presidente enfrenta varias causas judiciales, incluidas denuncias por destrozos durante una gran movilización en septiembre, agresiones a la Policía, y una acusación de abuso de menores y trata de personas, relacionada con una supuesta relación con una menor cuando era presidente.
(Con información de Europa Press)