El mercado financiero cerró un mes de octubre optimista como hace tiempo no se veía. El Banco Central (BCRA) logró comprar US$1530 millones y fue el mejor octubre de los últimos 15 años. El agro acompañó con una liquidación de US$2553 millones, pese a los temores de apreciación cambiaria (hubo venta de granos para afrontar los gastos de la siembra gruesa y atender contratos de alquiler). Y el riesgo país cayó casi 24%.

Mucho del rally tiene que ver con el convencimiento del mercado de que Javier Milei es una persona que apunta al superávit fiscal y que no va a cambiar de opinión por más que haya una manifestación. Ninguno de nosotros creía que se podía hacer un ajuste de 5% del PBI esta manera y ahora se convencieron. El sentimiento de los fondos es de euforia porque hubo un cambio que no pensábamos que iba a pasar, y ahora encima se cree que va a seguir y ademas está el ancla fiscal. El mercado no está pensando en riesgos que puedan ocurrir a medida que haya cambios en la macro”, describió la situación el analista financiero Javier Timerman, fundador de Adcap, quien suele transmitir la mirada de los traders.

El economista Eduardo Levy Yeyati, quien se sumó como jefe de Research de la misma firma, agregó que en este momento predomina el sentimiento FOMO –acrónimo de fear of missing out o miedo de quedarse afuera–. “El mercado está entusiasta porque está la idea de que el Gobierno no vas a dar macha atrás con lo fiscal y entonces nadie quiere quedarse afuera. Se le empieza a creer al equipo económico de que la tablita [cambiaria] va a seguir, que van a hacer lo necesario para que continúe”, explicó.

El ministro de Economía, Luis Caputo, junto al presidente del Banco Central, Santiago Bausili

“Se alinearon las expectativas por lo menos de corto plazo, porque le dan la razón al ministro [de Economía, Luis Caputo] de que va a seguir esta política económica unos meses más. Tienen argumentos para hacerlo, está la elección y el apoyo popular”, agregó.

Para ampliar acerca del momentum financiero, Federico Filippini, también flamante incorporación al equipo de investigación de Adcap, señaló: “Hay un ajuste fiscal sostenido, que se complementa con buenos índices de confianza y de popularidad de Milei”. El economista indicó que esa “creencia” del mercado comenzó a ocurrir con las buenas noticias en lo político (los vetos al financiamiento universitario y jubilados), la recuperación de los salarios reales y cuando la confianza en el Gobierno volvió a subir.

Los economistas, sin embargo, advirtieron que tampoco “nadie, ni el mercado ni el Gobierno, se puso a pensar cómo salir del cepo después de las elecciones, minimizando el impacto de la devaluación en la inflación”, dijo Levy Yeyati.

Las buenas noticias en lo fiscal y en lo monetario se complementan con una certeza de las que ya pocos dudan: tanto para los analistas económicos como para las empresas, el tipo de cambio se apreció muy rápido, pero no creen que vaya a haber cambios, devaluación o salida del cepo, por lo menos hasta las elecciones legislativas. “Lo van a desarmar después de las elecciones, salvo que tengan una crisis antes. Si no, van a dejar todo como está”, sumó Levy Yeyati.

El Gobierno priorizó la inflación y el ajuste fiscal frente a mantener competitivo el tipo de cambio y acumular reservas. Esta situación deja al país expuesto a shocks negativos, porque el frente de reservas viene muy débil”, agregó el también profesor de la Universidad Di Tella.

Para el economista, todos los eventos que puedan golpear al sector externo son el “Talón de Aquiles” de la economía. Entre los shocks negativos que podrían ocurrir, enumera: sequía o aumento inesperado de la popularidad de Cristina Kirchner, lo cual podría hacer que el inversor patee proyectos de inversión todo el año o que el mercado financiero no financie y se amplíe la brecha. También se está expuesto a los precios de las commodities, a que China tenga una desaceleración mayor a la que está teniendo y eso impacte en una baja de los precios internacionales, agregó.

“Una cosa es la expectativa, pero después hay riesgos, porque la Argentina siempre juega muy al fleje, no solo este Gobierno”, concluyó Levy Yeyati.